Cd. de México.- Agentes de inmigración de Estados Unidos detuvieron la semana pasada a 680migrantes en la primera tanda de redada s de la presidencia de Donald Trump.
Así lo informó este lunes el Gobierno estadounidense y defendió que las operaciones se centraron en individuos que supusieran amenazas a la seguridad pública.
En un comunicado, el Secretario de Seguridad Interior, John Kelly, informó sobre las detenciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
«Cerca del 75 por ciento de ellos eran migrantes criminales, acusados de crímenes que incluyen homicidio, abuso sexual, ataques sexuales a menores, tráfico de drogas, asaltos», señala el escrito.
Según cifras difundidas por el ICE, 235 de los detenidos se encontraban en los estados de Illinois, Indiana, Wisconsin, Kentucky, Kansas y Misuri, y entre ellos, 163 tenían condenas criminales previas.
Otros 190 fueron detenidos en Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur; mientras que 161 más fueron arrestados en Los Ángeles, California; otros 41 lo fueron en Nueva York y a 28 más los detuvieron en el área de San Antonio, Texas.
Según ABC News, un funcionario dijo que las detenciones no están vinculadas a la orden ejecutiva del Presidente Donald Trump y que son de rutina.
El Mandatario firmó una orden ejecutiva a pocos días de asumir la presidencia en la que dejó en claro que casi todo extranjero que no tiene permiso de residencia podría ser detenido.
Ayer, el Presidente Donald Trump defendió las redada s en Twitter, y dijo que estaban sacando del país a criminales violentos.
Por su parte, el senador demócrata, Chuck Schumer, llamó al ICE a liberar información sobre la ubicación de las redada s y datos de las personas que fueron detenidas.
«Enfocarse en las familias migrantes cuyo única irregularidad fue cruzar las fronteras para darle a sus hijos una mejor vida, en lugar de enfocarse en sacar a quienes han sido detenidos por crímenes violentos, es un desperdicio de recursos», aseguró en un comunicado.
Activistas pro migrantes mencionaron el caso de Manuel Mosqueda, un pintor de casas de 50 años, como un ejemplo de los agentes del ICE están yendo mucho más allá.
La semana pasada agentes del ICE se presentaron en la casa de Mosqueda en los suburbios de Los Ángeles buscando a otra persona. Al enterarse de que Mosqueda no tenía permiso de residencia, lo subieron a un autobús y lo mandaron de vuelta a México.
Karla Navarrete, abogada de la organización de activistas CHIRLA, explicó que trató de impedir que Mosqueda fuese subido al transporte, pero que gente del ICE le dijo que las cosas habían cambiado.
Agregó que otro abogado acudió a los tribunales y consiguió que un juez frenara la orden de deportación. Mosqueda se encuentra ahora detenido en una cárcel del sur de California, esperando que se defina su futuro.
En Virginia, agentes que fueron a un departamento en busca de una persona detuvieron a todos los que se encontraban en el lugar, con excepción de una mujer que tenía un bebé en sus brazos, según Simón Sandoval-Moshenberg, director legal de la rama del norte de Virginia de la organización defensora de los in migrantes sin papeles Legal Aid Justice Center.
«Esto es lo que está pasando: alguien golpea la puerta, preguntan por una persona y la gente se asusta», explicó Tessie Borden, activista de Los Ángeles.
«Detienen a todos y dicen ‘más adelante aclaramos las cosas’. Pero aclarar las cosas puede querer decir que se separan familias y se interrumpen los sistemas de apoyo de esta gente».
Para los partidarios de las políticas migratorias de Trump, las detenciones son una buena noticia.
«Lo más importante es dejar saber que se están haciendo cumplir de nuevo las leyes de inmigración», opinó Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Studies, grupo de estudios a favor de mayores controles de la inmigración.
Defensores de los migrantes dicen que muchos de ellos tienen miedo de enviar sus hijos a la escuela y de ir a la iglesia, al trabajo o a un hospital. Se propagan rumores que meten miedo mucho más rápido que la verdad de lo que está sucediendo.