“Las Camelias”, lucran con el Patrimonio del pueblo

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EN PARTIDA DOBLE

Alejandro Mares Berrones

*Al apoderarse de la calle Juan de la Barrera y área verde del Fraccionamiento “La Encantada”

 
Es incomprensible que el estado y el municipio hayan “donado” predios propiedad de la hacienda pública y los donatarios lucren con ellos y con la necesidad del pueblo. Se les debe de poner un tope a este tipo de acciones corruptas y reglamentarlas.
El periódico El Norteño en su edición 653 de fecha jueves 21 de marzo del presente, denunció con suficiente evidencia, de cómo Héctor Escobar Hernández y su hijo Héctor Escobar Salazar, hoy candidato del PAN a la diputación local por el distrito 10, se quedaron, por no decir que se robaron, el área verde “B” del equipamiento municipal y la Calle Juan de la Barrera desde Privada Primera hasta la 18 de Julio, del Fraccionamiento La Encantada, de esta ciudad de Matamoros. 
Los Escobar, mejor conocidos como “Las Camelias”, por aquello de que “La Camelia a Emilio mataba”, por años han usufructuado el aprovechamiento de estos predios para hacer negocio personal, a través del Colegio Oralia Guerra de Villarreal y de la Universidad Nuevo Santander.

Instituciones de educación de carácter privado, a través de las cuales “Las Camelias” han amasado fortuna y poder político y en ningún momento han contribuido a la educación del pueblo de forma gratuita o becando a hijos de obreros o trabajadores de esta ciudad. Todo ha sido negocio personal y lucrativo, “todo para el vencedor, como los azadones”.
  
Como lo dice el amplio reportaje de EL Norteño, “Las Camelias” a base de triquiñuelas, tráfico de influencias y despojos ilegales, amparados por el padrinazgo de Emilio Villarreal Guerra, pareja  de Héctor Escobar Hernández, -según lo dijo el historiador Andrés Cuellar- y hermano del ex gobernador Américo de los mismos apellidos, se fueron quedando con los terrenos propiedad del Ayuntamiento de Matamoros, en donde tienen el complejo escolar Oralia Guerra de Villarreal y la Universidad Nuevo Santander.
  
En esa información que ya es pública, se menciona que en el plano oficial del Fraccionamiento “La Encantada”, compuesto de 12 manzanas y aprobado en 1978 durante el gobierno de Jorge Cárdenas González, aparecen 3 áreas verdes: la A, B y C, de grandes proporciones, de casi manzana entera, todas ellas a orilla del Periférico.
En el área verde A, se encuentra el CECATI 107, en la B, que fue con la que se quedaron los Escobar, está el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y la Universidad Nuevo Santander, de la que tanto presume Héctor Escobar Salazar “La Camelia Junior” haber sido rector.

En la C se encuentra el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio, área con la que también se quiso quedar “La Camelia” pero que Jorge Cárdenas González no se lo permitió.
 

Ratón cola pelona

A Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Junior”, le debería dar vergüenza salir a la calle a buscar el voto popular, por estar medrando con la educación de un pueblo, el haberse enriquecido por el usufructo de unos predios mal habidos.
“La Camelia Junior”, debería de evitarse la pena de que en alguna colonia popular le vayan a gritar RATERO y otra sarta de cosas.
Con que ojos podrá ver a la cara a los hijos de obreros y trabajadores, que quisieron estudiar en el Colegio Oralia Guerra de Villarreal o entrar a la Universidad Nuevo Santander y no lo pudieron hacer, por los altos costos de las colegiaturas.
Qué vergüenza ser candidato a diputado y que te acusen de ratón cola pelona. Qué clase de representante popular tendríamos los matamorenses en el Congreso de Estado y esto hay que sumarle que la mayor parte de su tiempo se la pasa en Texas, donde vive “La Camelia Junior”.
Se supone que cuando los gobiernos autorizan que se creen instituciones educativas en terrenos municipales, estas deben de tener como objetivo el beneficio social y la utilidad pública, no un negocio personal, lucrativo y familiar como en el caso de los Escobar.

Tienen preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, universidad y posgrados con colegiaturas altísimas, en predios propiedad del ayuntamiento y hasta en una calle.
Lo anterior es inconcebible, es más no entendemos como el cabildo matamorense pudo autorizar o permitir que esto ocurriera, porque si bien recuerdo, no autorizaron que se cerrara las calles Mina, ni Ocampo para beneficio y ampliación de lo que es el Seguro Social de la calle Sexta, en cambio a los Escobar bien que se quedaron con el área verde B y la calle Juan de la Barrera, del Fraccionamiento La Encantada.
 

¡Si permaneces callado, quién escuchará tú silencio!

 
Pueblo de Matamoros, ¡si permaneces callado, quién escuchará tú silencio!, la negra intención de “Las Camelias”, es que “La Camelia Junior”, llegue primero a diputado local y después a presidente municipal, tu voto es oro para ellos, usted decide si vota por estos ladrones y hambreadores de la educación.
Nomás imagínese que no haría Héctor Escobar Hernández “La Camelia”, si llegará a convertir a “La Camelia Junior” en Presidente Municipal, se quedaría con todas las áreas verdes de colonias y fraccionamientos, como lo hizo en este fraccionamiento “La Encantada” donde ha construido su emporio.
El emporio de “Las Camelias”, se ha levantado a base de influencias políticas y se han pasado por el arco del triunfo el Reglamento de Construcción para el municipio de Matamoros, para empezar deberían de comprobar con escrituras el cómo se quedaron con el área verde B, del fraccionamiento La Encantada y con la calle Juan de la Barrera.
Todas las vías públicas son inalienables, están establecidas para transitar y resulta que los Escobar, se quedaron con esos predios y gozan de impunidad, para eso quieren el poder político, para seguir haciendo negocio y lo seguirán haciendo si el gobierno y el pueblo se los permite.
La única forma de que el pueblo no se los permita es no votando por Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Junior”, porque si usted le da su voto, este es oro para esta clase de políticos, que lo único que les importa es amasar riqueza. ¿A poco cree usted que el pueblo les importa?.
Nomás mire usted, en el plano oficial del Fraccionamiento “La Encantada” elaborado en 1978, Héctor Escobar Hernández, “La Camelia” aparece como propietario de los lotes 17 y 16, números 49 y 51 respectivamente de la calle Juan de la Barrera entre Privada Uno y 18 de Julio, eso le facilitó para quedarse con la calle y después apoderarse del área verde como vulgar y corriente ladrón, señala el reportaje del periódico El Norteño.
 

Hacen negocio con propiedades del municipio

EN CONTRAPARTIDA, los Escobar, o sease, “Las Camelias”, pueden salir con alguna jugada legaloide y decir que esos predios mal habidos les pertenecen, aunque ellos y hoy gracias a la publicación de El Norteño, todo mundo sabe que se los robaron, se quedaron con ellos a la malagueña.
Supongamos sin conceder, que se los hayan “donado”, que no fue así, pese a ello, el municipio se reserva la nuda propiedad, o sea, que esos bienes, en este caso el área verde B y la calle Juan de la Barrera del fraccionamiento La Encantada, no están dentro del comercio jurídico, no pueden ser enajenados y deberían de usarse para el fin que fueron autorizados, no para fines de lucro o comercio particular como lo hacen los Escobar.
Y para seguir investigando, sobre este tema, el pasado 26 de marzo del presente solicitamos a la Unidad de Transparencia, a cargo de la Licenciada Fabiola del Rocío Molina Sifuentes, en apego a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado de Tamaulipas, si el cabildo autorizó, el uso del área verde “B” y apoderamiento de la Calle Juan de la Barrera a los Escobar y/o Colegio Oralia Guerra de Villarreal, Universidad Nuevo Santander.
Se le solicitó copia fiel del acta de cabildo y cuál fue el objeto de la autorización, para qué fin, nombre o razón social del titular, vigencia, términos, condiciones y si se involucra el aprovechamiento de la calle Juan de la Barrera, así como el área verde mencionada.
Además de saber si se trató de una donación, concesión, contrato, convenio, permiso, licencia o si se apoderaron de dicha área verde y de la calle en mención, de resultar esto último o alguna de las otras figuras jurídicas, a todas luces el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y la Universidad Nuevo Santander no son de utilidad pública, por lo tanto estos predios se revierten al patrimonio municipal.
  1. D. Existen otros casos parecidos al que hemos descrito, por ejemplo, el propio edificio donde se encuentra el PRI o los terrenos de la Preparatoria Salazar Ceballos que tiene muchos años sin funcionar y que la ex alcaldesa Leticia Salazar Vázquez y Luis Alfredo Biasi, les andaban echando el diente.
Tampoco se sabe si el municipio ha revertido ese derecho, sino estaría bueno que lo hicieran sino algún lagartón como “Las Camelias” se van a venir quedando con el.
Ese predio se pudiera utilizar para oficinas municipales, algún Centro de Salud o para cumplir con la población para realizar un bien común.
Está otro predio que se le donó a la maestra Manuela Rodríguez para el Club del Adulto Mayor “Experiencia Activa”, ubicado en Valentín Gómez Farías y Acuario, de la colonia Guadalupe Victoria.
Ahora lo utilizan para pachangas y borracheras, ya es un salón de eventos Las Tatas.
Así como estos ejemplos, existen muchos predios de equipamiento municipal, con los cuales están haciendo negocio con propiedades del municipio.
Nos vemos en la próxima y recuerde: ¡El lenguaje como legítima defensa!.