* Reprochan represión al gobernador
*Entre consignas y porras, la marcha se inició, desde la Copa de Laguneta, recorrió el periférico Manuel Cavazos Lerma, y por la calle sexta y quinta, arribaron a la plaza principal
Jorge Caleb
Luego de más de 10 años de no celebrarse con marchas o desfiles, el día del Trabajo, miles de obreros del movimiento 20-32, realizó una maratónica marcha desde la Copa de Laguneta, por el periférico hasta la Pedro Cárdenas y por la sexta hasta la plaza principal.
Ataviados de camisa roja, los obreros, salieron a las 9:30 de la mañana y arribaron a la plaza principal al filo del mediodía.
El contingente llevaba un paso veloz y era compuesto principalmente por mujeres obreras con sus camisas rojas y en la parte posterior de la camiseta, llevaba la leyenda “Por la Mujer y la Clase Obrera, daré la lucha”.
Acompañados de la licenciada Susana Prieto Terrazas y luego de diversas porras y consignas a favor de los obreros, cuando el contingente pasaba por un gran espectacular, casi al arribar a la Pedro Cárdenas, los obreros se percataron del espectacular del candidato panista Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, el candidato del gobernador Cabeza de Vaca por el distrito 10, al que le “mentaron la madre”.
Luego de las rechiflas, cambiaron sus porras y peticiones y comenzaron a entonar una consigan política: “Cabeza de Vaca, cabeza de
Buey, mira lo que hiciste, violaste la ley”.
Los obreros se enfilaron ya por la calle sexta con el cántico que fue el más usado en la marcha: “Dónde están, dónde están, los obreros que se iban a rajar”.
Muchos de los automovilistas a pesar del bloque se hizo en la calle sexta de sur a norte, accionaban sus claxon en apoyo a los trabajadores que devolvían el saludo, con más porras.
En la calle Sexta y Bilbao, donde se encuentra el Hotel Jardín y la plaza a Juárez, pasó algo muy curioso, minutos antes de que pasara la marcha de los obreros por ese lugar, se encontraba Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, había tenido una reunión con su equipo de trabajo en ese lugar, pero cuando supo que venían los obreros se echó a correr…
“La Camelia Chica”, dejó al profesor Mariano Martínez, un tipo que le gusta cobrar de aviador en los ayuntamientos, en el gobierno del priista Alfonso Sánchez Garza, cobraba 30 mil pesos mensuales, por no hacer nada…
“El Profe Mariano”, se paró en la esquina de Sexta y Bilbao, pero cuando un colega le preguntó qué hacía allí y qué opinaba de la marcha, este prófugo del gis, exclamó:
“Están en su derecho”.
–Oiga Profe Mariano, usted anda con Héctor Escobar, lo dejó aquí para que viera la marcha y estimara cuántos obreros marcharon, ¿Anda usted en la campaña de Escobar?
Y el profe Mariano, como San Pedro, aquel que negó a Cristo, respondió:
“No, no ando con Escobar”.
Y después a paso del gigante Goliat, se fue de ese lugar, para ingresar de nuevo al hotel Jardín, propiedad de Pablito Guerra.
Ya, al filo del mediodía, los obreros en su mayoría se enfilaron por la calle Rayón a la quinta por donde finalmente arribaron a la plaza principal.
Sin embargo varios grupos de ellos llegaron a la plaza por la calle sexta, para congregarse frente a la Presidencia Municipal.
Allí desde el quiosco, la licenciada Susana Prieto Terrazas, en un breve discurso, recordó a los obreros que a pesar de que por muchos años, las autoridades y los líderes sindicales habían suprimido el espíritu obrero, al suspender los desfiles, esta era una muestra de la voluntad de los obreros por festejar el Día del Trabajo.
“Y no dimos ni una solo miserable despensa como los panistas, ni trajimos un solo camión para acarrearlos, el obrero por fin y de manera voluntaria, recobró su espíritu de lucha”, dijo.
Luego de recordar las conquistas obreras que se lograron con el dirigente obrero, Agapito González Cavazos, Susana Prieto Terrazas a nombre de los obreros, entregó un reconocimiento a uno de los hijos de Agapito, Luis Gerardo González quien aseguró a su padre le daría pena, ver el terrible retroceso en el que había caídos los actuales dirigentes obreros.
Los obreros respondieron con una rechifla para todos ellos y Susana PrietoTerrazas aprovechó el momento para recordar que la CTM, estaba ya en franca caída.
Hablaron también otras obreras y luego una dirigente que venía de México, para recordar la lucha de sus compañeros.
Y como ya el sol calaba, entre porras y consignas los obreros dieron por terminado su festejo del Día del trabajo, como no pasaba desde hace más de 10 años.