EN PARTIDA DOBLE
Alejandro Mares Berrones
A tres años, la realidad del gobierno panista en 4 ejes: Corrupción, Desempleo y Deuda; Violencia e Impunidad y “moches” de la Obra Pública
Con la llegada el 1 de Octubre de 2016 a la gubernatura de Tamaulipas, del panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, los tamaulipecos ingenuamente pensaron que en realidad cambiarían las cosas para bien y que esas promesas de campaña de que llegarían “Vientos de Cambio”, sería para una mejor vida, paz, salud, tranquilidad, empleo, seguridad, economía…, pero no fue así, al contrario, la desgracia nos ha azotado.
Nada cambió, hasta pareciera que Tamaulipas está maldecido, ya llevamos varios sexenios, en los cuales nuestros gobernadores se han dedicado al saqueo, al hurto, al robo, a corromperse con los delincuentes, al tráfico de la obra pública con la cual se enriquecen y para muestra un botón, bueno dos, Eugenio Hernández y Tomas Yarrington, los dos en prisión…
Hasta parece que gobierna el PRI en Tamaulipas, la corrupción política es galopante, los índices delincuenciales en aumento, el desempleo, la pobreza y la falta de crecimiento económico, han hecho de nuestra entidad una continuación de aquellos 80 años de control político priista: El gobierno panista de Cabeza de Vaca, resultó peor que el PRI de Cavazos Lerma, que el de Yarrinton, que el de Eugenio Hernández Flores y que el del “nini” Egidio Torre Cantú.
A casi 3 años de su mal gobierno, la decepción de los tamaulipecos, en cuanto a la figura del actual gobernador Cabeza de Vaca, va en aumento, así como va en aumento la riqueza del mandatario, quien ha acrecentado sus propiedades en nuestro país y en el extranjero, tanto a su nombre, como el de sus parientes y familiares, su riqueza es incalculable, tiene más de 6 ranchos, es más posee uno en Soto La Marina, desde donde “gobierna” la entidad, ya que la seguridad en la capital del estado, no es segura ni para él.
Corrupción, primer eje
Ciudad Victoria, donde debería estar gobernando Cabeza de Vaca, aparece entre los 50 municipios más peligrosos del mundo, de acuerdo con la publicación del periódico estadounidense USA Today.
El USA Today, se basó en los datos de 2018, donde ciudad Victoria aparece con las tasas de asesinatos más altas, por cada 100 mil habitantes. En esta lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, la capital del estado apareció en el 4 lugar y la supuesta tierra natal del gobernador Cabeza de Vaca, osease, Reynosa “la primorosa”, aparece en la quinta posición. La número 1 es Tijuana, seguida de algunas ciudades de Venezuela.
Y como el gobernante pocas veces esta en Ciudad Victoria, pareciera que el gobernador es Víctor Manuel Sáenz Martínez, el jefe de su oficina, pues es quien despacha los asuntos del “despacho” del mandatario e incluso le da órdenes a César Augusto Verástegui Ostos, Secretario General de Gobierno, quien ha caído de la gracia de Cabeza de Vaca, principalmente desde la reciente salida Germán Pacheco Díaz, del Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa (ITIFE).
“El gobernador no solapará a corruptos”, dijeron algunos jilguerillos del gobierno del estado, en torno a la destitución de Germán Pacheco y el propio Víctor Manuel Sáenz Martínez, instruyó a “Los Pacos”, coordinadores de comunicación social, para que dejaran correr la versión, de que el ex director del ITIFE fue separado del cargo por actos de corrupción.
Y es que la Auditoría Superior de la Federación, ya los trae bien auditados, se habla que Germán Pacheco, dejó al ITIFE con un subejercicio de 73 millones de pesos de partidas federales y no se sabe dónde está ese dinero y que precisamente en este Instituto de Infraestructura Educativa, los que metieron mano fueron José Manuel e Ismael García Cabeza de Vaca, hermanos incómodos del gobernador.
En el 2018, la ASF detectó desde obras públicas pagadas sin justificación hasta falta de computadoras sin entregarse; además de irregularidades por 9.8 millones de pesos en el presupuesto destinado a infraestructura educativa, vamos a ver que responde el nuevo titular del ITIFE, el arquitecto Juan Patiño Cruz, a ver como estuvo esa entrega recepción de este importante Instituto, donde el superior directo es el propio gobernador Cabeza de Vaca.
Los hallazgos de la auditoría 1409-DS-GF, del Fondo de Aportaciones Múltiples, presume un daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por otro monto de 6 millones 398 mil pesos por pagos no justificados, que van desde obras públicas pagadas sin justificación hasta la pérdida de equipos de cómputo y todo esto es violatorio a la propia Ley de Obras Públicas para el estado de Tamaulipas.
Esos más de 6 millones de pesos debieron ser destinados a planteles educativos de la entidad, pero no se justificaron con las obras entregadas y en esto el responsable es “Germancito”, que será usado como chivo expiatorio.
También hubo irregularidades en la compra de computadoras: “Nueve equipos de cómputo no fueron localizadas físicamente en el Colegio de Bachilleres del Estado de Tamaulipas, Plantel 02, correspondiente al pedido folio 02/2018, adquiridas por el ITIFE”; todo esto fue un reporte preliminar del año 2018, hoy se habla de 73 millones de pesos de partidas federales que no aparecen.
En la Secretaría de Educación de Tamaulipas –SET-, esa que pesimamente presidió por un tiempo Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, hoy convertido en “diputado gorgojo” porque logró llegar a una curul del Congreso del Estado, por la compra de votos con despensas, ocurre lo mismo, “es la misma gata, nomás que revolcada”, también traen la cola sucia y hedionda, por desvío de recursos.
En el 2018 quedó al descubierto el fraude de las mochilas clonadas que “La Camelia Chica” y la SET trataron de hacer contra la niñez tamaulipeca, utilizando para ello la verborrea del programa: “Con mis útiles a la escuela”, donde supuestamente gastaron 80 millones de pesos en 400 mil mochilas, que al final resultaron ser piratas, pues venían parchadas con logos del gobierno de Cabeza de Vaca, pero en realidad habían sido devueltas al proveedor por el gobierno de Guanajuato por contener plomo, nocivo para la salud de los niños.