OPTIMUS  

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HACE AÑOS ASI HABLABA DENISSE DRESSER 

 

Por: Jorge A. Pérez González                                   

         Ante audiencia de lujo, Diputados y Senadores, más los representantes de los sectores sociales del país, la Doctora Denisse Dresser, analista política aguda, leyó el discurso más esperado de los últimos  años en México. 
         Por tratarse de un documento histórico, que seguramente nuestros nietos estudiarán en la escuela, me permito transcribir algunos segmentos, con el respectivo entrecomillado a que obliga la cita literal. 
          “Hoy México es un ejemplo clásico de lo que el Nobel de Economía Joseph Stiglitz denomina “Crony Capitalism”: el capitalismo de cuates, el capitalismo de cómplices, el capitalismo que no se basa en la competencia sino en su obstaculización. 
         Hoy, septiembre del 2007, México -inmerso en la crisis- está aún lejos de acceder al capitalismo dinámico donde el Estado no protege privilegios, defiende cotos, elige ganadores y permite la perpetuación de un pequeño grupo de oligarcas con el poder para vetar reformas que los perjudican. 
         Hoy, México está atrapado por una red intrincada de privilegios y vetos empresariales y posiciones dominantes en el mercado que inhiben un terreno nivelado de juego.    
           Una red que opera a base de favores, concesiones y protección regulatoria que el gobierno ofrece y miembros de la cúpula empresarial exigen como condición para invertir. 
         La concentración de la riqueza y del poder económico entre esos «jugadores dominantes» con frecuencia se traduce en ventajas injustas, captura regulatoria y políticas públicas que favorecen intereses particulares.  
         Peor aún, convierte a representantes del interés público -muchos de los diputados y senadores sentados aquí- en empleados de los intereses atrincherados. Convierte al gobierno en empleado de las personas más poderosas del país. 
         Y lleva a las siguientes preguntas: ¿Quién gobierna en México? ¿El Senado o Ricardo Salinas Pliego cuando logra controlar los vericuetos del proceso legislativo? ¿La Secretaría de Comunicaciones y Transportes o UNEFON? ¿La Comisión Nacional Bancaria o los bancos que se rehúsan a cumplir con las obligaciones de transparencia que la ley les exige? ¿La Secretaría de Educación Pública o Elba Esther Gordillo? ¿La Comisión Federal de Competencia o Carlos Slim? ¿PEMEX o Carlos Romero Deschamps? ¿Ustedes o una serie de intereses que no logran contener?   
         México hoy padece lo que algunos llaman «Estados dentro del Estado», o lo que otros denominan «una economía sin un gobierno capaz de regularla de manera eficaz». Eso -y no la caída de la producción petrolera- es lo que condena a México al sub-desempeño crónico. 
         Claro, muchos de los miembros del gobierno de Felipe Calderón, y muchos de los presentes en este foro, hablarán de crecimiento como una prioridad central.  
         Pero más bien lo perciben como una variable residual. Más bien parecería que buscan -y duele como ciudadana reconocerlo- asegurar un grado mínimo de avance para mantener la paz social, pero sin alterar la correlación de fuerzas existente. Sin cambiar la estructura económica de una manera fundamental. 
         Síntomas de un gobierno ineficaz. Señales de un gobierno doblegado. Muestras de un gobierno coludido.  
         Con efectos cada vez más onerosos y cada vez más obvios que la crisis pone en evidencia, porque no logramos reformarnos a tiempo.  
         Mucha riqueza, pocos beneficiarios. Crecimiento estancado, país aletargado. Intereses atrincherados, reformas diluidas. Poca competencia, baja competitividad. Poder concentrado, democracia puesta en jaque. Un gobierno que en lugar de domesticar a las criaturas que ha concebido, ahora vive aterrorizado por ellas.  
         Será lo que Felipe Calderón llama «un país de ganadores» donde siempre ganan los mismos.  
         Un lugar donde muchas de las grandes fortunas empresariales se construyen a partir de la protección política, y no de la innovación empresarial.  
        Un lugar donde el crecimiento de los últimos años ha sido menor que en el resto de América Latina debido a los cuellos de botella que los oligopolios han diseñado, y que sus amigos en el gobierno les ayudan a defender.  
         México no crece por la forma en la cual se usa y se ejerce y se comparte el poder. Ni más ni menos.  
         Por las reglas discrecionales y politizadas que rigen a la república mafiosa, a la economía «de cuates».  
         Por la supervivencia de las estructuras corporativas que el gobierno creó y sigue financiando.  
         Por un modelo económico que canaliza las rentas del petróleo a demasiadas clientelas.  
         Por un sistema político que funciona muy bien para sus partidos pero muy mal para sus ciudadanos. Un sistema de «extracción sin representación».  
         Creando así un país poblado por personas obligadas a diluir la esperanza; a encoger las expectativas; a cruzar la frontera al paso de 400 mil personas al año en busca de la movilidad social que no encuentran aquí; a vivir con la palma extendida esperando la próxima dádiva del próximo político; a marchar en las calles porque piensan que nadie en el gobierno los escucha; a desconfiar de las instituciones; a presenciar la muerte común de los sueños porque México no avanza a la velocidad que podría y debería.” 
         Esto solo es un extracto del discurso pronunciado, imagine usted lo que pensaron los empresarios,  senadores y diputados que tuvieron la fortuna en aquel lejano septiembre del 2007 de escucharlo en vivo, hoy se tiene acceso en You-Tube  para beneplácito de muchos, búsquelo usted como: Denise Dresser Gran Discurso, está subido en partes, pero vale la pena para poder decir: HACE AÑOS ASI HABLABA DENISSE DRESSER. 
Jorge Alberto Pérez González 
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