Detuvieron a sobrino de Caro Quintero con cargos en Estados Unidos

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Agencias

Es requerido por una Corte federal del Distrito Este de Nueva York para ser procesado por los delitos de asociación delictuosa, contra la salud y portación ilegal de armas de fuego

Con apoyo de inteligencia naval, elementos de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina (Semar) detuvieron a un familiar del narcotraficante Rafael Caro Quintero en Culiacán, Sinaloa.

Fuentes federales confirmaron a varios medios de comunicación locales que el detenido es Ismael Quintero Arellanes, sobrino de uno de los capos más reconocidos de México.

El operativo se llevó a cabo en una residencia del fraccionamiento Stanza Toscana, ubicado en el sector Valle Alto de la capital sinaloense, sin que se realizara un solo disparo.

De acuerdo con testigos, al lugar llegaron elementos de la Marina a bordo de varias camionetas y fueron apoyados por un helicóptero MI-17 artillado para dar seguridad perimetral, mientras se realizaba la operación quirúrgica. Capturaron a Quintero Arellanes y lo llevaron a un parque, donde aterrizó el helicóptero de la Semar en el cual fue trasladado para evitar que fuera rescatado por integrantes del cártel del Pacífico.

 Será en las próximas horas cuando la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) oficialice la identidad del familiar de Caro Quintero detenido, así como su situación legal. Será puesto a disposición del juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio con sede en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.

Ismael Quintero Arellanes es considerado segundo al mando en la organización de Rafael Caro Quintero y pertenece a la escisión del cártel del Pacífico que encabezan Ovidio e Iván Guzmán, hijos de Joaquín «El Chapo” Guzmán Loera.

Funcionarios del gobierno federal indicaron que se ejecutó una orden de detención provisional con fines de extradición, ya que es requerido por una Corte federal del Distrito Este de Nueva York, para ser procesado por los delitos de asociación delictuosa, contra la salud y portación ilegal de armas de fuego.

De acuerdo con informes federales, Rafael Caro Quintero opera bajo la protección del cártel de Sinaloa que encabeza el considerado capo de capos, Ismael “El Mayo” Zambada, y se dedica a la fabricación y distribución de marihuana, heroína y metanfetaminas para ser introducida de manera ilegal hacia Estados Unidos.

 Junto con Ismael Quintero Arellanes fueron detenidos varios de sus presuntos cómplices, quienes también fueron trasladados a la capital del país para deslindar responsabilidades.

Cabe recordar que la madrugada del viernes 9 de agosto de 2013 fue liberado Rafael Caro Quintero, quien desde 1985 permanecía en prisión, acusado del asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena Salazar.

Un tribunal ordenó su liberación debido a un error procesal, debido a que no debió ser procesado por tribunales federales, sino por uno estatal, pues la víctima no era un funcionario diplomático ni oficialmente formaba parte del cuerpo consularestadounidense.

Caro Quintero permaneció 28 años en prisión, tiempo durante el cual ganó varios juicios y cumplió su sentencia por narcotráfico.

Ese mismo año, el gobierno de Estados Unidos solicitó al de México detener de nueva cuenta al histórico jefe del narcotráfico para que enfrente diversas acusaciones en una corte federal en California.

Una vez que se cumpla la detención provisional de Caro Quintero, el gobierno de Washington contará con 60 días para presentar la solicitud formal de extradición.

El asesinato de Camarena Salazar desató en su momento un escándalo en la relación bilateral. El secuestro y traslado de México a Estados Unidos del médico mexicano Humberto Álvarez Machain se ordenó desde la Casa Blanca y la DEA le pagó USD 250,000 a una docena de ex militares y policías mexicanos para que cumplieran con la misión.

La decisión de anular la condena original de 40 años al capo, quien cumplía pena de cárcel por secuestro, tráfico de drogas y lavado de dinero, representó un duro golpe para la DEA que dijo estar profundamente preocupada por su liberación prematura.