El único sobreviviente del barco “fantasma”
*De las primeras leyendas que se conocieron recuerda el historiador Andrés Cuellar Cuellar
Jorge Caleb
“Normalmente la playa a la que iban los matamorenses era Puerto Isabel, con la llegada de la guerra con los Estados Unidos, nos quedamos sin esa playa”, recuerda en entrevista el historiador Andrés Cuellar Cuellar, sobre el origen de la playa Bagdad.
“Como consecuencia las personas iban a la boca del río, pero con el tiempo se transformó en Bagdad, pero no tenemos ningún indicio del nombre”, dijo.
Allí estuvo el puerto Bagdad, pero para principios de este siglo, en mil 920, aparece en actas el nombre de médano Washington, por un pequeño barco o yate de Estados Unidos, que encalló en la playa y se cubrió de arena, mencionó.
“Aparece entonces en los libros como el médano Washington, por eso con el tiempo, a la playa se le denominaba playa Washington”.
Dijo que desde mil 970 más o menos, por esa época se trajeron los restos del general Lauro Villar, entonces se puso de moda y lo que era antes la Carretera a la Playa, se le puso como Lauro Villar, igual se le puso a la paya.
“Ultimamente hemos sabido que nació en Soto La Marina, pero él se decía Matamorense y se creía matamorense.
Todo esto nos habla de que los cambios frecuentes a la playa no hacen más que confundir a la gente.
“Así permaneció hasta mil 982, cuando el entonces presidente Jorge Cárdenas decidió que era más atractivo, Bagdad, que Lauro Villar y se le cambio de nombre”.
Así duró hasta el 2 mil 15 cuando la alcaldesa decidió cambiarle a una parte de la playa y ponerle Costa Azul, por el grupo musical de Rigo Tovar y muy bien en homenaje a Rigo Tovar, pero esto de andar cambiando nombre cada vez que se les ocurre, yo siempre he dicho, que es porque hacen poco, pero con los cambios de nombre aparentemente que hacen mucho.
Esta administración, afortunadamente a mi forma de pensar, le regresó el nombre de Playa Bagdad
“De manera que las acciones del actual Cabildo, pues a mí me parece que no le cambia nombre, sino que se lo regresa, al tiempo que tenía desde los ochentas”, consideró el historiador.
Cuando la gente iba a Puerto Isabel, lo que se le conocía la playa, comenzó a nombrase como Boca de Río, que es algo muy común en todo el país, de repente apareció el nombre de Bagdad, sin tener alguna explicación, del por qué.
A mí se me ocurre que algún lector del libro de la Mil y Una noche en donde aparece, muchas veces este nombre, cuyo nombre viene de lo que era el Puerto Bagdad.
Dijo que siempre se vio al mar como un atractivo, antes no se veían pescadores, no era muy frecuente, pero recordó también que de chico, a pesar de que la carretera no estaba pavimentada, cuando llegaba el verano se iban a la playa.
Las leyendas
“Hace algunos años, en algún periódico se publicó una leyenda que la titularon ‘El Crucificado de Bagdad’.
“Según ellos narraban que se apareció un barco fantasma, en donde algo pasó y todos murieron, a exepción de esta persona y fue el único sobreviviente”, recuerda Andrés Cuellar.
“No se sabe mucho de esta leyenda, pero era de las primeras que se narraban en aquellos lugares
Del médano Washington pues realmente no creo que quede algo porque la sal es muy agresiva con todo, menos con el vidrio o cerámica, por eso es todo lo que tenemos de vestigios”.
No tenemos antecedentes de ataques de tiburones por ejemplo, pero vale la pena recordar el verso de Alfonso Junco, cita Cuellar Cuellar:
“No a la soberbia playa de roca
Agria soberbia brusca y rival
Sino la playa de arena humilde
En donde muere vencido el mar
No con rumores broncos de guerra
Sino con mansos ritmos de paz”.
Andrés Cuellar señala que son pocas las playas en México en donde van descendiendo poco a poco, de manera que a 10 metros se está muy seguro, como la playa Bagdad.
“Evidentemente hay muchas historias más de la playa, algunas con mucha lógica y otras no tanto, pero hay muchas muy ricas por sus datos históricos”, dijo el historiador.