Las anécdotas sobre la playa del exdirector de Protección Civil, van desde la aparición de “una muerta”, hasta las sombras que caminan en la orilla del mar

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*Más de 12 años presente en la playa

* Rolando García Conte recuerda en entrevista las  vivencias de la playa Bagdad

Jorge Caleb    

Luego de más de 12 años al frente del Departamento de Protección Civil y de los operativos en la playa Bagdad, el doctor Rolando García Conte, no solo sabe de leyendas en la playa, sino de vivencias que le tocaron…y aun las recuerda bien.
“Esta vivencia nos tocó a nosotros y hasta se me ‘enchina’ la piel de recordarlo…se trataba de que unos familiares habían repartido volantes con la foto de una menor de 17 años que había desaparecido.
“Se trataba de una mujer en traje de baño con florecitas, pasó un tiempo y en una de las palapas en donde estábamos con el operativo de vigilancia y como a las 3 ó 4 de la mañana, cuando estábamos platicando en la entrada, llegó una muchacha que nos pidió el baño, entró y a la salida cayó desmayada en el pasillo”, continuó el exdirector de Protección Civil hasta la administración de Erick Silva.
“Levantamos a las paramédicas que estaban en la ambulancia, se les dio auxilio, pero cayó en paro respiratorio y decidimos trasladarla  al Hospital Pumarejo.
“Teníamos algunos datos, y nos dimos cuenta que era la niña del volante, que vivía en Valle Hermoso. Hablamos, pero nunca nos contestó nadie.
“Al día siguiente cuando verificamos en el hospital la niña ya no estaba y se tenían reportes de su ingreso”.
Y continúa: “Verificamos todo y nos dimos cuenta que los volantes eran de 2 años antes, los familiares hasta se molestaron porque pensaron que nos estábamos burlando de ellos.
Indagamos más y uno de los vendedores ambulantes que estaba en la entrada, recordó que sí que esos volantes se habían distribuido hace 2 años.
“No supimos que pasó. Pero nosotros la vimos…yo y otros elementos, así como las compañeras que la llevaron al hospital”… 
Rolando García Conte narró también que después bromeábamos con la frase de ‘me presta el baño’…
Y recordó más: 
“Es una vivencia que tuvimos…a la entrada de la playa, se dice que un policía que estaba de servicio tuvo un accidente vial y murió.
“Era en los ochentas cuando pasó esto, pero luego en las madrugadas, cuando estábamos de guardia allí en la en entrada, de repente y sin explicación alguna, se prendían las sirenas de las patrullas”.
Antes había allí una palapa de la Cruz Roja, que nosotros ocupamos por mucho tiempo, a un lado había un edificio de una especie de granja de peces, allí fue, luego se tiró ese edificio”, continúa García Conte.
Dice que los mismos compañeros eran le atribuían a ese fenómeno a la muerte del policía y que era muy impresionante para quienes les tocaba.DSC00179
Más anécdotas
Rolando García Conte recordó también otra anécdota aquella que se conoce en la playa de que cuando hay tormenta, las personas que han muerto en playa salían a caminar.
“De hecho a mí me tocó una vez, que cuando estaba lloviendo, con los relámpagos y los reflejos de la luz, se ven sombras y si, parece que anda mucha gente caminando a la orilla del mar”.
Pero explicó, que es una especie de fenómeno, que provoca una especie de sombras que caminaba a la orilla del mar. Varios compañeros les tocó vivirlo y cuando les decíamos que lo vieran se tapaban y no querían ver.
Agregó que la explicación que les dieron que era una especia de efecto que se provocaba por la tormenta y las olas del mar.
El famosísimo Caimán
Otra de las historias que se narran mucho en la playa es la del emblemático “Caimán” que hasta los ochentas o noventas era muy famoso en la playa.
El Caimán vendía carnada a la entrada de la playa a uno metros antes de llegar  a las casetas de cobro de la playa. Era un hombre delgado de pelo y barba larga y solía andar sin camisa.
Rolando García Conte la recuerda así:
“El señor vivía a unos metros de las casetas allá en los sesentas y en el ciclón de Beulha en septiembre del 67, cuando empezaron los fuertes aires se refugió en una de las casetas…
“El Caimán se amarró a uno de los postes y en la mañana el agua le llegaba a la cintura, pero no murió el Caimán era un personaje que se encargaba de la limpieza de casa, por ejemplo al de mi familia”, concluyó García Conte.
“Lo de la ola verde era una anécdota que platicaban los más viejos que allá por los 50 por un fenómeno llegó una gran ola que barrió con lo que era la playa en aquellos años. De eso hay muy poco, pero se hablaba de vestigios de barcos y de tesoros”.