El Pacto Roto

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FACTORES

Por Juan José Ramírez

Antes de la mitad de la campaña a la gubernatura de Tamaulipas del 2016, el entonces gobernador Egidio Torre Cantú estaba buscando la impunidad al salir de su gobierno, uno de los más grises, pero ahora sabemos más corrupto en la historia de la entidad, pero sabía que Baltazar Hinojosa, de su propio partido el PRI, poco le podía dar, ante las presiones a nivel nacional y ante la llegada accidentada de ese Partido al poder.
Egidio, nunca estuvo de acuerdo de la postulación de Baltazar Hinojosa para que fuera candidato e incluso no le gustó la decisión tomada por el Comité Nacional del PRI, porque él quería que el candidato fuera Alejandro Entienne Llano, ex alcalde de Ciudad Victoria, a quien incluso paseó con terceras personas por todo el Estado, claro estaba, ellos pertenecen al Grupo Victoria, este grupo de potentados que por los últimos 12 años tuvieron el poder y quienes al final decidían sobre los destinos de los recursos del Estado.
La situación era muy complicada para el entonces gobernador Egidio Torre, al grado de que la campaña de Baltazar se manejó desde el centro, no desde la Capital y mucho menos del Palacio de Gobierno, por eso la incertidumbre de muchos en esa campaña priísta.
Durante esa campaña electoral, con una buena aceptación, pero sobre todo, con un hartazgo de un mal gobierno priísta, los acercamientos se fueron dando poco a poco con el entonces candidato Panista, Francisco García Cabeza de Vaca.
Francisco García Cabeza de Vaca quería ser gobernador a como diera lugar, hasta si era posible venderle el alma al mismo diablo y tal vez así lo hizo. En esa casi mitad de la campaña, Cabeza de Vaca necesitaba un empujón para poderse afianzarse como un posible ganador, las estructuras electorales y la unidad del mismo PAN en Tamaulipas prácticamente lo ponían como favorito, pero le faltaba la estocada final.
Para ello necesitaba la ayuda de un priísta, que estuviera solo, que ya nadie le hiciera caso, que incluso hasta su mismo candidato lo había echado abajo, a un emisario del Grupo Victoria, claro está que era Egidio Torre Cantú. Lo que sabemos es que entre Cabeza de Vaca y Egidio nunca hubo reuniones, se daban entre sus más cercanos colaboradores, claro fuera incluso de Tamaulipas para llegar acuerdos importantes: “yo te llevó los votos que te faltan y tú me das impunidad”, esa era la condición.
La impunidad que no buscó mucho con Baltazar Hinojosa, que representaba el Grupo Matamoros, por desconfianza y sobre todo porque Egidio abandonó al PRI. Con la Pandemia del Covid-19 a su más alto nivel, ante varios acontecimientos como la salida de Susana “P” de la cárcel y la fallida noticia de que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca tiene Covid, tuvieron que destapar la cloaca. Descubrir un desvió entre el periodo de 2012 a 2016 de 2 mil millones de pesos, en 52 empresas del total de 100 que son investigadas, sacrificar al secretario Jorge Silvestre “N”; subsecretario de pagos, Jorge “N”; Cristobal “N” ex director de Egresos; y por lo menos 20 personas más involucradas.
El acuerdo se rompió para darle un respiro a la imagen del actual gobernador. Todo ello, tal vez rescatado algo del acuerdo con ex gobernador Egidio Torre Cantú, pero con un gran riesgo… que a nivel nacional, esta situación no la pueda contender ante la Federación que cada vez está más agresiva y desconfiada del actual gobernador Francisco García Cabeza de Vaca. POR AQUÍ Y POR ALLÁ La supuesta ayuda que Luis Alfredo “B” le hizo a Susana “P” en el Penal de Ciudad Victoria no nos quieta de la mente que ésta última podría estar apoyando a la candidata consentida del primero en Matamoros y en una de esas en todo el Estado…
HASTA AQUÍ LA DEJAMOS. RETAZO Acuerdos descabezados