Entre los 12 abatidos iban tres personas secuestradas por los delincuentes; estaban atadas de pies y manos y también murieron, en Nuevo Laredo
Agencias
Ciudad de México
La madrugada del tres de julio soldados dispararon centenares de veces con armas largas y a corta distancia contra una camioneta en la que viajaban presuntos miembros del crimen organizado en Nuevo Laredo.
El 14 de julio, 11 días después de los hechos, EL UNIVERSAL reveló que en el enfrentamiento con los supuestos delincuentes se encontraban también tres civiles secuestrados por integrantes del crimen organizado. Las tres personas fueron incluidas entre los 12 presuntos delincuentes que efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguran haber abatido, sin registrar ninguna baja en sus filas.
La versión oficial señala que después de cesar el fuego no encontraron a nadie que tuviera signos vitales y así fue que presentaron a 12 personas muertas después de un enfrentamiento, pero un video en poder de EL UNIVERSAL revela lo contrario.
En la grabación se observa que una persona se mueve en la caja de la pick up que acaba de recibir al menos 243 disparos. A su lado hay cuerpos. Frente a la persona se hallan cinco soldados que le aputan con lámparas y armas.
Los militares gritan: “¡Está vivo!”, y uno ordena: “Mátalo, a la verga”. Un elemento del Ejército Mexicano porta una cámara en el casco, como parte del protocolo de operaciones urbanas. Está frente a una ametralladora instalada sobre una camioneta Cheyenne. Dispara de frente apuntando a una camioneta pick up color plata.
Antes, cuatro vehículos oficiales realizaban reconocimientos motorizados sobre la calle A. Valdez Reyna, en la colonia Nueva Era. Al salir hacia la carretera al aeropuerto con rumbo al norte, fueron agredidos con armas de fuego por miembros de la delincuencia organizada, revela el informe policial homologado al que este diario tuvo acceso.
Eran tres camionetas tipo pick up que llevaban personas armadas. El Ejército repelió la agresión y les dio seguimiento. Más adelante, dos de esas tres camionetas darían un giro en “U” y dispararían a los militares, dejando un vehículo inmovilizado. Las demás unidades militares siguieron a la pick up color plata.
Mientras el soldado carga su ametralladora, un vehículo blindado del Ejército, modelo Sandcat, golpea por detrás a la pick-up y provoca que pierda el control, cruce el camellón y se quede en sentido contrario, del lado opuesto de la carretera.
En toda esta secuencia no se ve que las personas de la pick up perseguida disparen contra el Ejército; un soldado declaró que usó 27 cartuchos en el incidente y otro más usó al menos 70.
Cuando queda del otro lado de la carretera una persona intenta abrir una puerta, pero no baja. Del lado del conductor salen dos personas y son abatidas metros más adelante. Desde que se dio el golpe, el Ejército no ha dejado de disparar a la camioneta.
Llegan ahora dos vehículos más del Ejército, una Cheyenne con ametralladora y otro Sandcat desde donde disparan a corta distancia. La cantidad de impactos es tal, que una parte de la caja de la pick up se incendia. Llegan otros dos vehículos militares, una Cheyenne y un Sandcat.
En este periodo, un militar ya pidió detener el fuego. Esto dura sólo unos segundos, pues los elementos vuelven a disparar.
Se escucha por la radio que piden por sanidad, “que no se acerque nadie”, y militares que ya avanzan a pie se acercan a los que salieron corriendo y recibieron disparos y les vuelven a tirar a corta distancia.
Un soldado se acerca a todos los vehículos para preguntar si todos están bien. Responden que sí. En el informe afirman que los vehículos recibieron nueve, siete y siete disparos, sin ninguna baja.
Más militares rodean a la camioneta. Llevan lámparas y sus armas. Se acercan cinco a ver la caja de la pick up, donde alguien se mueve. Ordenan matarlo. Ahí se corta el video, con una duración de cuatro minutos.