OPTIMUS

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Jorge A. Pérez González

Su misión

Hoy ando muy positivo, tal vez se deba a que mi esposa cumple años,no voy a decir su edad, ya ve usted que las mujeres no acostumbran revelarlo, pero la conocí hace 49 años, ella tenía 14 entonces y le gustaban las malteadas de la Cafetería El Pasaje, la original que estaba ubicada en la esquina de la calle Sexta y Morelos de Matamoros, Tamaulipas.
La amistad duró cuatro años, después vino el noviazgo otros cuatro y el próximo día 21 de septiembre cumpliremos 41 años de matrimonio, toda una vida juntos, con dos retoños a los que ya les hablo de Usted.
Estas remembranzas sin duda me ponen de buenas, por ello hoy escribiré de política pero en el sentido más positivo que pueda, nada debe echar a perder este día que debe de ser inolvidable.
Me queda claro que el sarcasmo lo entienden todos, también que la corrupción no está asentada en el hombre, vamos ni siquiera en los Partidos Políticos, la corrupción está en el poder sin cortapisas que ejercen, así que va esta loa a todos los partidos políticos, excepto al de Maza-Fecal porque no fue aprobado por el INE.
Los partidos políticos todos, se convierten en abanderados de las causas populares y defienden con fiereza al pueblo que los sostiene económicamente, pues saben perfectamente que su misión es, adentrarse en las entrañas del poder, para desde ahí, alzar la voz de los desposeídos y lograr niveles de bienestar superiores para la masa votante.
En los partidos políticos se concentra la esencia de la intelectualidad, al poner por encima de sus ambiciones personales el interés de la comunidad y al mostrarse valientes ante las injusticias, logran captar cada vez, más y más simpatizantes.
En ellos no existe la envidia ni el recelo, tampoco la ambición desmedida, pues saben perfectamente que los bienes materiales van y vienen, pero la conciencia permanece ahí, para recordarles día con día que lo más importante es conservar los principios ideológicos.
Su lucha obedece exclusivamente a la preservación del proyecto de nación que sus pioneros visualizaron, y reconocen la trayectoria y el pensamiento libre de todos sus militantes.
Los partidos políticos jamás de los jamases se enfrentan en luchas fratricidas, pues no tienen tiempo para distracciones estériles, su esfuerzo se centra en cada día ser mejores interlocutores ante una sociedad agobiada que reclama no solo voto, sino también voz.
Por ello, los partidos se esfuerzan por manifestarse congruentes ante una sociedad que requiere de buenos gobernantes, de excelentes legisladores y de funcionarios públicos probos, pues saben que ellos, los partidos políticos, son los fabricantes de las mejores opciones en el mercado.
El tiempo que le dedican los partidos políticos a la creación de novedosas estrategias de beneficio colectivo, es tal, que difícilmente se podría medir en horas-hombre, ya que solo se puede apreciar en la observación en “Macro”, pues visto desde la óptica normal, solo se ve un enjambre de esfuerzos, un mar de sudor y una nube de polvo.
Los partidos políticos tienen a su servicio incondicional, a los mejores hombres y mujeres emanados de la colectividad, con coeficiente intelectual superior a la media nacional y sin cobrar un centavo, pues lo único que persiguen es el reconocimiento de la opinión pública y el engrandecimiento del espíritu.
Los partidos políticos llenan los vacíos de poder con opiniones centradas y con espíritu solidario, saben que la dificultad no está en administrar sino en dirigir los destinos y para ellos no existen enemigos, solo adversarios en la lucha por hacer llegar al poder a los más preparados, a los mejores hombres y mujeres y a mantener un clima de cordialidad y respeto.
Sí señor, los partidos políticos todos, hasta hoy, han cumplido con SUMISIÓN.
Jorge Alberto Pérez González
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