En Coahuila e Hidalgo, el gran perdedor fue el PAN; a morena le urge que se “destete” de López Obrador

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EN PARTIDA DOBLE

Alejandro Mares Berrones

El domingo próximo pasado, en los estados de Coahuila e Hidalgo, se llevaron elecciones, en el primero de ellos se renovó el Congreso del Estado y estuvo en juego 16 diputaciones locales; en el segundo, se eligieron a 84 alcaldes, con su respectivo cuerpo edilicio.
En Coahuila, el porcentaje de participación fue de 39 por ciento y del 48 en Hidalgo; ambos estados gobernados por el PRI desde hace más de 70 años, allá el poder del tricolor es hegemónico, no ha existido la alternancia, y solo los chicharrones tricolores truenan.
En cada una de estas entidades se instalaron poco más de 3 mil casillas y en ambas entidades votaron cerca de 3 millones de electores; la participación fue muy baja, volvió a ganar el abstencionismo.
Aunque se esperaba que la participación en cada una de las entidades solo sería de un 35 por ciento, al final este pronóstico fue rebasado, pero no fue suficiente para decir, que la gente salió a votar.
Algunos columnistas e inclusos consultores políticos, aseguran que estas elecciones son el preámbulo de lo que ocurrirá en el 2021, quiero decirles que no es así.
Las elecciones de Coahuila e Hidalgo, fueron locales, en realidad no definen nada, solo ratifican la hipótesis de que el PRI y Morena, ya van en alianza para hacer morder el polvo al PAN en el 2021.
Esa alianza es de facto, dejarle al PRI las gubernaturas que tienen en su poder y morena quedarse con las que actualmente tiene el Partido Acción Nacional.
Estas elecciones no definen nada en lo absoluto, son cuestiones locales, la elección de junio de 2021, esa será la buena.
Además si ambas entidades son gobernadas por el PRI, que lleva años en esas entidades, no iba a ser sorpresa de que el revolucionario, con la baja participación que existió, se alzara con el triunfo.
En Coahuila el PRI se llevó carro completo, es decir, las 16 curules y con ello el gobernador de esa entidad, ya va a dormir tranquilo; en el caso de Hidalgo, el PRI se llevará 32 alcaldías de 84 que estuvieron en juego, o que están en juego todavía.
En Hidalgo morena estará gobernando al 70 por ciento de la población y en Coahuila tendrá 4 diputaciones plurinominales y el PAN solo dos.
Con todos estos datos, el gran perdedor es el PAN, pues quedó en tercer lugar, morena lo desplazó y se coloca el partido de Andrés Manuel López Obrador, en la competencia para el 2021, pese a la lucha intestinal que actualmente atraviesa y la falta de estructura electoral, territorial y política.
Sigue Morena siendo un partido que se “amamanta” de la figura política de AMLO, le urge destetarse y convertirse en un instituto político sólido, con estructura, con líderes, con dirigentes y lo primordial, dejar de ser un MOVIMIENTO, convertirse ya en PARTIDO.
Más claro ni el agua, no fue sorpresa que ganara el PRI en Coahuila y lograra triunfos importantes en Hidalgo.
Este éxito de los tricolores no es para que echen las campanas al viento.
La sorpresa es que el PAN se fue a tercera fuerza. A eso están jugando desde las alturas el PRI y Morena.
Esta variable si podría ser un preámbulo de lo que le puede ocurrir al PAN en el 2021.
Del PRI siempre se ha dicho que es un partido donde han salido o surgido los políticos más corruptos que ha tenido nuestro país.
A los panistas la sociedad mexicana los tenía catalogados como más honestos, sin embargo, los escándalos más recientes de corrupción, donde salen a la luz pública prominentes panistas, eso no solo ha manchado la imagen personal de esos personajes, sino al Partido Acción Nacional.
Ahora los corruptos, son los Panistas, “hágame usted el reverendo favor”, diría el maestro Catón.
A partir de estas elecciones el PAN, va en caída libre, el PRI y Morena ya se amafiaron y lo van a tronar.
EN CONTRAPARTIDA, no se vaya usted a reír por favor, pero el que opinó en relación a los resultados de las elecciones de Coahuila e Hidalgo, fue el gobernador de Tamaulipas y dijo:
“Al final del día se demostró los trabajos que vienen realizando cada uno de los gobiernos allá y que tienen un impacto importante en los resultados, situación muy similar a lo que sucedió aquí el año pasado”…
Una elección de estado, donde se usó la fuerza policiaca para reprimir e inhibir el voto, la entrega de despensas para
comprar conciencias y la utilización de recursos públicos en las campañas del PAN.
P. D. Si lo que pasó en Coahuila y en Hidalgo, se repitiera en Tamaulipas el próximo año, les aseguro que los tamaulipecos estarán artos de contentos.
Nos vemos en la próxima, así de suavecita les dejo hoy esta participación y recuerden: ¡El Lenguaje como Legítima Defensa!.