El Hospital Pumarejo, sigue enfermo de corrupción

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Alejandro Mares Berrones 

 
¿Por qué el nuevo Hospital Pumajero sigue sin funcionar al cien por ciento?, esa es la pregunta que todos los matamorenses nos hacemos día con día y la respuesta es muy simple: por la corrupción política de los gobiernos de Egidio Torre Cantú y de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Ya son más de 900 millones de pesos invertidos en este barril sin fondo y es fecha que este hospital sigue sin dar atención especializada.
En junio de 2015, Egidio inauguró este Hospital que se encuentra ubicado en la Avenida Marte R. Gómez y dijo que ese mismo año quedaría terminado, todo fue mentira.
En el 2016, el corrupto de Egidio y su esposa María del Pilar González supervisaron el avance de la construcción. Obra que fue uno de los tres compromisos que hizo el nefasto de Enrique Peña Nieto con el estado de Tamaulipas.
La construcción de la obra estuvo a cargo de 10 empresas de la región, entre las que destaca Inmuebles y Casas Modulares, S.A. de C.V., con la dirección general de Pablo Zárate Juárez.
 La inversión de la obra sería de un total aproximado de 780 millones de pesos y sería entregada en diciembre de este mismo año.
Pablo Zarate Juárez, exdirector general del ITAVU, con el exgobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba terminó preso en este sexenio de Cabeza de Vaca, pero no por incumplir con esta obra, sino por los delitos de peculado y operaciones de procedencia ilícita, derivado de las investigaciones contra Eugenio Hernández Flores, ex gobernador que también se encuentra en prisión.
Pablo, después de unos meses en la cárcel, salió bajo fianza y se le sigue el proceso en libertad, pero no se sabe si exista alguna carpeta de investigación entorno al hecho de que su empresa no concluyó los trabajos del nuevo hospital Pumarejo.  
Se estima que dicho hospital con 500 millones quedaba construido y equipado, pero Egidio y Zarate lo inflaron a 850 “melones”. También se presume que Egidio y Cabeza de Vaca, se pusieron de acuerdo y el gobierno de los Cuernos del Cambio, se hizo de la vista gorda y continuo con la corrupción.

ASF descubrió desvíos por 370 MDP

A principios de 2019, el gobierno de Cabeza de Vaca, ya había autorizado 550 millones más para terminar el hospital, la obra correría a cargo de la empresa Transportaciones y Construcciones Tamaulipecas, S. A. de C. V., (TRACOTAMSA), empresa favorita del gobernador y de sus hermanos, entre ellos José Manuel García Cabeza de Vaca.
La obra se había asignado de manera directa, sin haberse dado el fallo de la licitación e incluso esta empresa ya realizaba trabajos en este lugar y fue cuando la Auditoría Superior de la Federación sacó a flote que la construcción de este hospital era un monumento a la corrupción, pues había encontrado irregularidades en más de 370 millones de pesos, obras que nunca se realizaron, ficticias, fantasmas.
La ASF le tumbó el negocio a Cabeza de Vaca, pese a eso el 7 de mayo de 2019, la Secretaría de Obras Públicas (SOP) del gobierno de “los Cuernos del Cambio”, a cargo de la “espigadita” de Cecilia del Alto López, emitió la convocatoria para la licitación pública de carácter nacional LPE-N5-2019, para construcción relativa a: 
“Construcción de obras complementarias en el edificio del Hospital Dr. Alfredo Pumarejo en el municipio de Matamoros, Tamaulipas”. 
En el anexo AT 1 de la mencionada licitación, en el punto 5, se menciona que la SOP requiere que la obra sea ejecutada en un plazo de 150 días naturales, contados a partir del 23 de junio de 2019 y hasta el 19 de noviembre de 2019. 
En el punto 6, se aclara que no se otorgará anticipo y en el punto 12, se especifica que la empresa que gane la licitación deberá contar con:  
“Experiencia, capacidad técnica y financiera necesaria”, en otras palabras el licitante deberá acreditar que cuenta con experiencia en la ejecución de obras similares a la que es motivo de la presente licitación, aclara el punto en referencia. 
El 14 de mayo de 2019, el Gobierno del Estado, a través de la SOP, levantó el acta de visita al sitio de realización de los trabajos (anexo AT4). 
Por parte de la SOP, firmaron el ingeniero Domingo Manzano y el arquitecto Carlos Pérez y como único licitante Transportaciones y Construcciones Tamaulipas, S. A. de C. V. (TRACOTAMSA), empresa de Reynosa, que aparece en el padrón de contratistas de la Secretaría de Obras Públicas con el registro P2394 y que es especialista en: Construcción, conservación y mantenimiento de caminos; autopistas y carreteras; puentes, escolleras, rompeolas y diques. 
TRACOTAMSA no tiene especialidad en la construcción de hospitales y menos en cuestiones de remodelación y de aire acondicionado, que es precisamente lo que le falta al nuevo Hospital Pumarejo de Matamoros. 
El 17 de mayo de 2019, el gobierno de “Los Cuernos del Cambio”, emitió la licitación No.: LPE-N5-2019, la que gano TRACOTAMSA, ya que fue la única participante, sin tener el perfil.
El 22 de mayo de 2019, la SOP emite un escrito dirigido a TRACOTAMSA, en donde se da la CANCELACION DE PROCESO. 
La SOP agregó: 
“En relación a la licitación LPE-N5-2019 con la modalidad de Licitación Pública, referente a: Construcción de obras complementarias en el edificio del hospital Dr. Alfredo Pumarejo en el municipio de Matamoros, Tamaulipas, se hace de su conocimiento que la Secretaria de Obras Públicas (SOP) como dependencia responsable de esta licitación, tiene la necesidad de CANCELAR el presente procedimiento de contratación por cuestiones administrativas inherentes a los trabajos referidos, debido a modificaciones del proyecto ejecutivo. 
 El citado oficio, fue girado con copia al Ingeniero Ricardo Quintanilla Gallegos, director de proyectos de infraestructura social; al ingeniero Eduardo José Gómez Leal, subsecretario de planeación, al ingeniero arquitecto Guillermo Nieves Reyes, subsecretario de infraestructura social y al arquitecto Edgar J. Honorato Barrientos, director de proyectos de infraestructura de transporte.
Los anteriores funcionarios, son los responsables, junto con Cecilia del Alto, de los malos manejos que se han dado en cuanto a la construcción de este hospital y de la obra pública del estado, ya que, en este gobierno de Cabeza de Vaca, siguió con peores mañas que los anteriores gobiernos priistas. 
Fue público que las empresas constructoras de la entidad no le quisieron entrar a las licitaciones, por los “moches” que les exigían en el gobierno del estado.

“Los Moches”

Este gobierno panista ya agarró mala fama, públicamente se ha dicho, que el hermano del gobernador José Manuel García Cabeza de Vaca, se lleva el 30 por cientos en moches y para ello utiliza a Reynaldo Garza Gómez, mejor conocido como “El Señor de los Sobornos”.
Desde la llegada de Reynaldo Garza Gómez, a la subsecretaria de servicios técnicos y proyectos, aunque también funge como presidente de suplente del comité técnico para la contratación de obras públicas y servicios relacionados con las mismas, la corrupción política en la obra pública de este gobierno de los Cuernos del Cambio, se ha hecho pública.
Reynaldo Garza Gómez, maneja todo el tema de la obra pública en el estado, es el que cobra moches de los Cabeza de Vaca y también el responsable de los malos trabajos que realizan las empresas contratistas, pues meten materiales de mala calidad. 
Para ejemplo está el caso de Matamoros, con la construcción del Centro de Bienestar y Paz, ubicado en Palmares Las Brisas, que se les ha caído varias veces y que inauguró Francisco Javier García Cabeza de Vaca el 8 de abril de 2019.
Este Centro, solo duró en mes en pie y se les desplomó por que fue construido con material oxidado, de mala calidad, eso si “constó” 30 millones de pesos, cuando en realidad dicen los que saben, que su construcción no rebasa ni los 15 millones en costo real. 
Los antecedentes de Reynaldo Garza Gómez, “El Señor de los Sobornos”, van desde la administración municipal de Ramón A. Islas Rodríguez, cuando en ciudad Victoria se desempeñó como Subdirector de Construcción Municipal y estuvo involucrado en los procesos de licitación de obras fantasmas, según lo denunció públicamente el entonces regidor Mario Alberto Ramos Tamez, hoy diputado federal, en principio por Movimiento Ciudadano y después se empanizo con el PAN. 
En la actualidad Reynaldo Garza Gómez, es el hombre de confianza del gobernador Cabeza de Vaca y de sus hermanos, que se empacharon con la obra pública estatal, pues de donde cree usted querido y caro lector que salieron los ranchos y las cuentas bancarias que les tiene bloqueadas la Unidad de Inteligencia Financiera que dirige Santiago Nieto.
En marzo de 2021, el gobernador Cabeza de Vaca, acudió a inaugurar el Hospital General, lo que dijo él fue “la Primera Etapa”, es decir, pura consulta externa, solo para seguir engañando a los matamorenses.
El pasado 13 de julio de 2021, Cabeza de Vaca, visitó la colonia Lázaro Cárdenas de Matamoros y a pregunta expresa de para cuando se concluía el Hospital Pumarejo, el gobernador respondió;
“Ya mero viene la Segunda Etapa”.
Sin embargo, la empresa que andaba realizando los trabajos en este hospital, paro sus labores desde mayo, porque el gobierno del estado les adeuda más de 15 millones de pesos.
En los patios, tanto internos como externos a este nosocomio ya le creció la hierba, los aires acondicionados están tirados en el suelo en rincón de este hospital, la empresa constructora ni por los andamios regreso, unos los dejó armados y otros tirados.
Lo que dijo Cabeza de Vaca de que “ya mero viene la Segunda Etapa”, son puras mentiras, así nos han traído, mientras los matamorenses sufren en carne propio los estragos de esta mortal pandemia.
Por eso los matamorenses debemos de exigir a nuestros gobernantes que ya terminan este elefante blanco, monumento a la corrupción política de dos nefastos gobiernos, el de Egidio y el de Cabeza de Vaca, esta sería la solución.