Piden investigar a diputado de Morena por homicidio y tortura de normalista de Ayotzinapa

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Agencias

Mondragón Fontes indicó que la detención del exprocurador Jesús Murillo sólo será de utilidad si aporta datos que esclarezcan la verdad; de lo contrario, no pasará de un hecho mediático con fines políticos y no de justicia.

 
TOLUCA, Edomex. (apro).- La familia de Julio César Mondragón, alumno de la Normal de Ayotzinapa asesinado la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en Iguala, exige se investigue por los hechos al diputado federal morenista Manuel Vázquez Arellano y a David Flores Maldonado, hoy funcionario de la Secretaría de Educación Pública, quienes para entonces tomaban las decisiones en la escuela.
Tras manifestar su molestia porque el tercer informe de la Comisión de la Verdad apenas dedicó cinco líneas a la tortura y ejecución de Mondragón Fontes, Cuitláhuac Mondragón, tío de Julio César, demandó que el crimen sea recategorizado, pues se encuentra tipificado como homicidio cuando las características de la muerte del joven procedente del municipio de Tenancingo exponen que posiblemente fue sujeto de ejecución extrajudicial. “No es lo mismo homicidio simple que con tortura… pedimos la rectificación del delito”, indicó.
De igual manera, exigió que el expediente del normalista sea remitido a la Ciudad de México, pues se encuentra en Matamoros, Tamaulipas, lo que complica a los familiares el seguimiento porque cada traslado les representa en promedio 30 mil pesos y tres días laborales perdidos, sin que se palpen avances.
Aunque la Comisión de la Verdad asegura que sobre el caso de Julio César hay 10 tomos, indicó que la familia no ha tenido acceso a ellos, pese a las diversas solicitudes formales planteadas para obtener copias certificadas.
Recordó que, como senador, Alejandro Encinas, y su entonces colaborador Félix Santana, acompañaron a los deudos en busca de esclarecer el crimen, por lo que tenían esperanzas en los resultados tras sus nombramientos como subsecretario de Derechos Humanos y secretario técnico de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso?Ayotzinapa, respectivamente.
Lejos de eso, indicó, la Comisión de la Verdad y el fiscal Omar Gómez aumentaron los obstáculos y hasta pretendieron obligar a los familiares la firma de documentos con la advertencia de incurrir en delito si daban a conocer detalles a los medios de comunicación, de manera que los acercamientos se suspendieron desde hace un par de años.
“Ni siquiera nos han podido precisar quién subió su foto (la de Julio César sin la piel del rostro a redes sociales) y con qué intención; parecería terrorismo de Estado para advertir que eso pasaría a quien en lo subsecuente se revelara o no se alineara”, expuso.
Recordó que el presidente Andrés Manuel López Obrador comprometió resultados y justicia para los 43 desparecidos, para los tres estudiantes caídos y los heridos, uno de ellos el normalista Aldo Gutiérrez, quien se encuentra en estado vegetativo desde entonces. A la fecha, sin embargo, investigaciones y avances se han centrado sólo en las desapariciones.
Además exigió investigar a los exalumnos Manuel Vázquez Arellano, alias “Omar García”, “El Eterno”, “El Abuelo” o “El Jackie Chan”, actualmente diputado federal plurinominal por Morena; y a David Flores Maldonado, funcionario de la SEP, quien en septiembre de 2014 era secretario general de Ayotzinapa. 
“Ellos dos representaban el poder político y estudiantil de la normal en esa época”, han sido señalados como infiltrados por la mayor parte de la comunidad estudiantil de entonces, y han incurrido en contradicciones; hoy, señaló, ambos increíblemente “cobijados por la Comisión de la Verdad”.
Cuitláhuac Mondragón indicó que hay elementos para advertir que a Julio César “alguien lo puso” para deshacerse de su postura crítica.  “… le pusieron el dedo porque fue incómodo a sus intereses, ya lo habían expulsado de una asamblea por cuestionar a los integrantes del comité porque usaban iPad y decían ser proletarios”, dijo. 
Recordó que tras los hechos David Flores aseguró en redes sociales que ese día estuvo con su novia en un cine de Chilpancingo, mientras el tercer informe revela que, conforme al mapeo, estuvo cerca de iguala.
Aunque el alumno Manuel Vázquez Arellano, identificado como Omar García, no tenía cargo estudiantil en 2014, Cuitláhuac Mondragón refirió que existen testimonios para sustentar que tomaba decisiones y él mismo reconoció que avaló la comisión de los de primer grado en la toma de los autobuses que se usarían en el traslado de estudiantes a la marcha del 2 de octubre, sin orientación ni supervisión de los grados superiores.
En una entrevista con Carmen Aristegui, expuso, Omar García dijo que presenció la tortura a Julio César, señaló a un policía porque Julio le escupió la cara. Tiempo después “le pregunté por la complexión del policía, pasó saliva y dijo que no se percató porque estaba oscuro; le dije que no era tonto y aún en la oscuridad se ve la silueta”.
Cuestionó que ninguna autoridad, antes, les hubiera dicho que a Julio César lo mataron porque “era un objetivo prioritario de los Guerreros Unidos”, como se asegura en el informe; y las razones por las que sus asesinos conocían hasta su apodo, cuando era alumno de primer ingreso, con un mes en la normal, el mismo tiempo con el apelativo “El Chilango”, y nunca antes había estado en esa zona.
“Que Julio César salió de la normal de Ayotzinapa prácticamente sentenciado a muerte, es el único dato nuevo que tenemos desde hace años. Exigimos que se nos revele toda la historia, si es que esa investigación existe. Las autoridades saben lo que pasó y quién dio la orden… pero no sabemos por qué los encubren y protegen”, plantearon los familiares.
Mondragón Fontes indicó que la detención del exprocurador Jesús Murillo sólo será de utilidad si aporta datos que esclarezcan la verdad; de lo contrario, no pasará de un hecho mediático con fines políticos y no de justicia.
“No queremos venganza. Exigimos justicia, verdad, castigo a todos los responsables”, y si estas peticiones no se cumplen ni hay respuesta a las interrogantes expuestas, alertó, no hay motivos para confiar en los resultados arrojados por la Comisión de la Verdad.