Alejandro Mares Berrones
Los datos son escalofriantes, los mexicanos están viviendo el proceso electoral más violento y sangriento de la historia contemporánea de su país; cada cuatro días hay un aspirante agredido a un puesto de elección popular, según el reporte sobre violencia política de Integralia.
En el periodo del 1 de septiembre de 2023 al 28 de febrero de 2024, se han presentado 182 incidentes de violencia política, asociados a 238 víctimas, entre funcionarios y políticos e incluso ex servidores públicos.
Organizaciones no gubernamentales, como Causa en Común y Observatorio Electoral, señalan que van 39 actores políticos víctimas de homicidio en estas elecciones de 2024; 27 de ellos buscaban ocupar un cargo de elección popular.
También se han registrado atentados, como el caso de Corina Garza, del partido Verde Ecologista de México, en Jiménez Tamaulipas y en algunas otras entidades del país, donde algunos aspirantes se han bajado de la contienda y otros han solicitado seguridad, escoltas para su protección a la autoridad electoral.
La violencia letal es más frecuente porque es el mecanismo más eficaz de intervención del crimen en las elecciones, los asesinatos representan el 48.3 por ciento y los atentados el 21.8 %; señalan estos organismos no gubernamentales.
Morena es el partido con más ataques, con 31.8 %, sobre el resto de los demás institutos políticos, los candidatos de la 4T, son de mayor interés para los grupos criminales, por su cercanía con el poder puede favorecer o perjudicar sus intereses, menciona el reporte de Integralia.
Agrega que los aspirantes a cargos municipales son los más afectados, los que más agresiones reciben, los blancos prioritarios del crimen organizado, ya que representan el acceso directo al control de las economías locales.
Previamente este grupo de consultores y de organismos no gubernamentales habían vaticinado que el crimen organizado aprovecharía las elecciones de 2024, para ampliar sus redes de impunidad, lo que hoy es ya una realidad, asesinando candidatos y atentando contra ellos.
“Los grupos criminales aprovechan la coyuntura electoral para ampliar su control sobre los gobiernos y los mercados locales”.
En el mapa de riesgos de intervención del crimen organizado en las elecciones locales de 2024, que da a conocer Integralia, menciona que no solo serán asesinatos, atentados y amenazas.
También se dará el financiamiento de campañas; la imposición de candidatos; movilización o inhibición del voto; alteración de la votación en las casillas; en otras palabras, los narcos sentarán sus reales en este proceso electoral, serán los amos y señores de la política mexicana, dejando a México en la antesala de un narco estado.
Tres motivos, según estas organizaciones no gubernamentales son las causas por las que se da esto: el conflicto armado entre los grupos criminales; la proliferación de mercados ilícitos (el narcotráfico, el huachicol, la migración irregular…) y la mayor cantidad en la historia de presidencias municipales que están en disputa, que son las que les interesa a los delincuentes.
Pero no se asuste, querido y caro lector, los organismos públicos como el INEGI, la Secretaria de Seguridad Pública Federal, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), son quienes llevan de manera oficial las estadísticas sobre la realidad que vive México y ellos afirman que la violencia general y política va a la baja.
Aunque el propio INEGI, reconoce que el 90 por ciento de los delitos nunca se denuncian y la tercera parte de estos no se investigan y menos del 16 % son resueltos por mediación; en conclusión, la autoridad no abrió carpeta de investigación, por lo que la cifra negra es mucho mayor a la que oficialmente dan a conocer las autoridades.
Para rematar, en promedio 81 personas son asesinadas diariamente y las cifras de desaparecidos es galopante; el 2023 registró 30 mil 523 defunciones por homicidio y en lo que va de este sexenio se habla de más de 160 mil asesinatos. México se ha convertido en un campo de sangre.