“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, PRI pon las tuyas a remojar”

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Alejandro Mares Berrones

Es cierto, innegable, la historia así lo registra, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tuvo importantes triunfos como los del Distrito Federal hoy Ciudad de México, con Cuauhtémoc Cárdenas, el propio Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y desde su fundación en 1989, este partido político nacional ha había tenido una intensa participación política, con triunfos importantes como el de Ricardo Monreal en Zacatecas, la de Leonel Cota en Baja California Sur; Alfonso Sánchez, en Tlaxcala, Lázaro Cárdenas Betel, en Michoacán, entre otros.

Esos tiempos, podríamos decir, fue su época de oro; pero, el Sol Azteca, según lo dicho por su propio dirigente nacional, Jesús Zambrano, ya no existirá más como tal y todo indica que ha perdido su registro nacional, al no alcanzar el 3 por ciento de los votos que exige la Constitución General en su artículo 41.

En las pasadas elecciones del 2 de junio, donde Morena arrasó, prácticamente mandó al camposanto al PRD, lo borró del mapa político y electoral, ya que obtuvo solo el 2.43 por ciento de la votación en las elecciones federales; aunque en algunas entidades como Michoacán, Guerrero, Estado de México, Sonora, Tabasco y Baja California Sur, mantendrá el registro a nivel local.

Más allá que las culpas que Zambrano pudiera echar a la coalición que conformó con el PAN y el PRI; el análisis debe ser a profundidad; el PRD nació con una figura política, la de Cuauhtémoc  Cárdenas, de la que cada día se fue alejando, quizá porque el propio hijo del General, prefirió que así fuera.

El PRD se convirtió, de un partido eminentemente de izquierda, de corte socialista, a un partido centralista y conservador, la unión con ideologías contrarias y contra las mismas que luchó en el pasado, ahora lo han llevado a llorar sobre la leche derramada.

En 1988, recordemos como a Cuauhtémoc Cárdenas, le fue arrebatada la Presidencia de la República por Carlos Salinas de Gortari; el perverso político de Manuel Bartlett, salió con aquella inolvidable frase: “se cayó el sistema”, hoy nos receta, continuos “apagones” desde la Comisión Federal de Electricidad.

Cárdenas en esa época era la figura política de izquierda más importante del país, había logrado que a su alrededor se le unieran varios partidos políticos y algunos movimientos socialistas que lo postularon como candidato a la presidencia de la república por el Frente Democrático Nacional (FDN).

El fraude electoral de 1988, se convierte en la coyuntura perfecta y surge el PRD; se suman a Cárdenas figuras como Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Heberto Castillo, y al partido del Sol Azteca le dan el lema de batalla: “Democracia ya, Patria para todos”.

Sin duda, el PRD pudo ser un gran partido, sus fundadores sentaron las bases y lucharon para que así fuera, el propio López Obrador fue presidente nacional de este instituto político, durante su dirigencia el Sol Azteca tuvo importantes triunfos, así que Jesús Zambrano y su círculo de beneficiarios no pueden echar culpas a otros, cuando los únicos responsables son ellos, él es el dirigente.

El ataúd del PRD es para él, para Jesús “Chucho” Zambrano, no es culpa de Xóchitl, ni del PAN, ni del PRI, ellos tendrán que renovarse o correrán la misma suerte que su aliado, hoy difunto, cadáver político.

Un dato interesante de todo esto, es que tanto Cárdenas como Muñoz Ledo, fueron priistas, el propio AMLO fue priista, el PRD fue en todo tiempo el hijastro del PRI, nunca actúo realmente como partido de izquierda, y en la historia contemporánea se mantuvo pegado al PAN y al PRI, una alianza que lo ha llevado a su propia tumba política.

Por su parte Morena, aunque se ha nutrido de priistas y hasta de panistas, está en miras de dejar de ser un movimiento y empezar a constituirse en un partido hegemónico, como lo fue el PRI en su momento, los resultados del pasado 2 de junio, dejan más que claro que el Movimiento de Regeneración Nacional, mantiene una fuerza electoral sorprendente, muy a ras de suelo y el “Sugar Daddy” es AMLO, el pueblo lo sigue amando.

En la siguiente elección federal ya no habrá más PRD, ¿qué va hacer el PRI?, sin en cada elección sigue perdiendo votos, va hacia abajo, si ya vio que a su hijastro le han cortado las barbas, es mejor que ponga las suyas a remojar.