Alito, el enterrador del PRI

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Alejandro Mares Berrones

Las osadas declaraciones del dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, con las que prácticamente amenazó con dar a conocer a los involucrados o vinculados al crimen de Luis Donaldo Colosio y al caso Pemexgate, a los que llamó “bola de cínicos, esquiroles al servicio del gobierno”, ha sido el último clavo que ha clavado en el ataúd de este partido.
El encono entre “Alito”, versus Pancho Labastida y Manlio Fabio Beltrones, han pasado del fuego amigo a los señalamientos directos. Mientras el reelecto dirigente del PRI les dispara con escopeta con declaraciones como “se acabaron las vacas sagradas”; aquellos, le apuntan directo a la cabeza acusándolo de dictador y de romper con uno de los principios y estatutos base del partido, “la no reelección”.
El pasado domingo se llevó acabo la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional, allí no solo se reeligió Alejandro Moreno “Alito”, también denunció públicamente que en el asesinato de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI en 1994, hay priistas involucrados.
Y aseguró que irá por los priistas vinculados con este asesinato y contra todos aquellos ligados al Pemexgate, a los que catalogó como cínicos y esquiroles.
Fue la vigesimocuarta sesión del Consejo Nacional, donde a mano alzada, se aprobaron las reformas a los estatutos internos del PRI para permitir la reelección de Alito y con esta acción, estaría enterrando al revolucionario.
Alito, siguió tirando con escopeta y aseguró:
“Allá afuera, estos que dicen que participaban en el PRI, son una bola de cínicos, lacayos, y esquiroles al servicio del gobierno y sus intereses. Quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial y eso le costó al PRI, no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”.
Recalcó que habrá castigo para los traidores, contra los que le fallen al PRI y que hará cambios profundos.
“Se acabaron las vacas sagradas y los hampones en el PRI. No más traiciones y no más deslealtades, jamás permitiremos que vuelvan a dañar al PRI”.
Con la reelección de Alito, el PRI ha entrado a tu fase terminal, la imagen de partido corrupto, no se la podrá quitar, los resultados de las pasadas elecciones y la del 2 de junio así lo demuestran; en cada elección el revolucionario ha sido el instituto político que más electores o simpatizantes ha perdido.
Durante la dirigencia de Alito, el PRI tuvo más derrotas que triunfos, gubernaturas que eran del PRI pasaron hacer de Morena, priistas como Labastida y Beltrones, no solo lo acusan de dictador, también de traidor y ahora de enterrador del PRI.