Universidad Tecnológica de Matamoros, sin proyecto académico

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Alejandro Mares Berrones

Desde la llegada en el 2001, de José Luis Cuéllar Ornelas, rector fundador de la Universidad Tecnológica de Matamoros, esta institución ha ido desvirtuando su verdadero propósito para lo que fue creada, que es la de brindar un servicio educativo de calidad.
Por ella han pasado rectores como el finado Miguel de la Rosa Medrano, quien fue el cuarto rector; que exigía, en aquella época, 50 mil pesos diarios para sus gastos. Antes que él, estuvieron Ana Luisa Díaz y José Rodríguez Rúan, que pasaron sin pena y sin gloria por la rectoría de la UTM.
Después llegó José Antonio Tovar Lara “El Changoleón”, quien nomás utilizó a la UTM para sus intereses políticos y hasta llegó   a secretario de educación municipal, en el gris gobierno de Jesús “Chuchín” de la Garza.
A la postre, arribaron otros peores que los anteriores, como el caso de los panistas Ivett Bermea y Flavio Hinojosa, rectores que utilizaron a la UTM, como comité de campañas políticas.
Fue tanto el empoderamiento de este par de rectores, que hasta la fecha tienen gente muy cercanos a ellos en la Universidad Tecnológica, como el caso de Felicitas Ayala Márquez, directora administrativa y esposa David Cuéllar, sobrino del rector fundador y jefe del taller de computo-robótica.

Felicitas estuvo en el DIF municipal, cuando Leticia Salazar, gobernó Matamoros, allí la colocó Lety, para que le hiciera contrapeso a su hermana Verónica, después la incrustaron en la UTM, donde manda galleta y mantiene a raya a la actual rectora Diana Masso Quintana.
Diana llegó con muchas ganas como rectora de la UTM, pero los residuos del PAN, hacia el interior la han criticado, de que no tiene ni perfil, ni proyecto académico, sus logros son más artísticos y deportivos; en el grupo de Facebook, Raza UTM, constantemente existen quejas de los mismos estudiantes.
La UTM contaba con 20 camiones, que brindaban el servicio de transporte “gratuito” a sus escolapios; pero de buenas a primeras, la directora de administración, hizo un estudio, que con 10 o 11 eran suficientes, haciendo quedar muy mal a la rectora ante la población estudiantil e incluso hasta de no existir papel sanitario en los baños, temas de esa índole, han dejado muy mal parada a Diana Masso, de la que dicen que pasa más tiempo en Ciudad Victoria que en la Universidad.
Recientemente en el cambio de poderes del gobierno municipal, que se realizó en la Plaza Principal de Matamoros, la UTM, diseñó un cohete que apareció en el escenario del cabildo saliente y del entrante, pero como fue construido con muy poco presupuesto, porque Felicitas no le autorizó a Diana para más. El cohete solo hecho humo, haciendo el ridículo, solo falta que quieran crear en esta Universidad la ingeniería Aeronáutica o Espacial.
La UTM financieramente se nutre de un presupuesto federal y estatal, al que le llaman Fondo de Aplicaciones Múltiples, FAM, el que es etiquetado para equipamiento y otros rubros.
Y del presupuesto corriente que generan las cuotas de inscripción; en otras palabras, esta Universidad maneja una cantidad millonaria, que pasa por la dirección administrativa, pese a eso, Felicitas, desde que Diana llegó de rectora, se puso a descontar salarios a los docentes, con la excusa de que llegaban tarde, con la intención de desestabilizar a la rectora.
El organigrama de la UTM, es bastante grande, la rectora anda percibiendo un salario neto por arriba de los 60 mil pesos mensuales y los directores un poco más de los 40 mil.
Cuando Diana llega a la rectoría, lo hizo acompañada de algunos otros personajes políticos, como Tomas Cantú, que se desempeña como director de vinculación, es el que realiza convenios con maquiladoras o el sector productivo.
Otro fue el director de deportes, José Antonio Castañeda, luego se le sumaron, el director jurídico, Bonifacio Monjarás, “El Boni”, también se le sumó Jimmy de la Hoz, como director académico; José Juan Villanueva, director de investigación y posgrado, y Joel Moreno, director de planeación.

De todos estos directores, algunos ya renunciaron, como el de planeación, y “El Boni” es probable que lo haga, pues se integrará al gabinete de Beto Granados, dicen que hasta “El Jimmy” de la Hoz, director académico, también está fuera de la UTM, aunque recientemente, el pasado sábado se le observó, cuando andaba de fotógrafo, tomándole fotografías a Diana Maso, cuando posaba para la gráfica con algunos políticos.
La UTM, requiere de rectores con perfiles académicos y no políticos; además de una profunda limpia de los residuos que dejaron los panistas Ivett Bermea y Flavio Hinojosa; pero lo que más le urge a esta Universidad es tener un proyecto académico y no querer aprovechar una toma de protesta política con la simulación de un cohete barato que solo hecho “humito”.
Todo parecía, menos un cohete que viaja al espacio, ¿pues que le hacen al presupuesto en la UTM?.