Alejandro Mares Berrones

Desde Nuevo Laredo, donde operan los Zetas-Tropa del Infierno hasta Matamoros, territorio del Cártel del Golfo, entra en acción la “Operación Frontera Norte Tamaulipas”, cuyo objetivo es inhibir el tráfico de drogas, de personas y que no entren armas, municiones, explosivos y lanza cohetes de los Estados Unidos hacia México.

Esto es parte de las negociaciones o condiciones que ha puesto el Presidente Donald Trump, al gobierno mexicano que encabeza la doctora Claudia Sheinbaum, y para ello le otorgó una pausa de un mes, para no aumentar en un 25 por ciento, los aranceles de las exportaciones mexicanas.

Todo esto, servirá como especie de examen, de evaluación, de resultados y será el gobierno norteamericano, el que dictamine, si se acredita o se reprueba; dependerá del resultado, si Trump retira la amenaza de aumentar los aranceles.

La simulación, no es parte de este acuerdo, tampoco se trata, simplemente de reforzar la seguridad, el gobierno de México, las fuerzas federales y principalmente la Guardia Nacional, tendrán que presentar capturas de capos no de medio pelo, sino la detención de los peces gordos de la delincuencia organizada; lugartenientes y cabecillas de los principales cárteles, eso es lo que quieren los gringos, una limpia efectiva.

De lo contrario, ellos entrarán hacerla, ya etiquetaron a los cárteles de las drogas, como terroristas y como los americanos se creen los dueños del mundo piensan que podrán ingresar a México como Juan por su casa, hostigando con esa verborrea de “narcogobierno”; eso no es necesario, los Poderes de la Unión tienen la fuerza y las instituciones para controlar la situación, pero deben dejar la simulación y hacer la tarea de seguridad que les corresponde.

También, están exigiendo el combate al tráfico de fentanilo, materias primas y químicos que sirven para elaborarlo; así que se espera que dentro de estos 30 días, tanto en la frontera norte de Tamaulipas, como en las demás entidades fronterizas con Estados Unidos, se desmantelen laboratorios y se aseguren cargamentos de drogas.

La otra exigencia es, meter freno a la migración, la cual también controlan los cárteles, como una ramificación del tráfico humano; para todo esto, el gobierno de Claudia Sheinbaum, reubicó 300 efectivos de la Guardia Estatal que operaban en el centro y sur del estado de Tamaulipas y los mandó a la frontera, para que se sumaran a los mil 261, que ya se encuentran desplegados desde Nuevo Laredo hasta Matamoros.

Tamaulipas, es uno de los estados que comparte una extensa frontera con los Estados Unidos, sin embargo, la Presidenta de México, aseguró: “esta acción no pondrá en riesgo la seguridad del resto del territorio”.

El Inspector de la Guardia Nacional, Diego Rangel, declaró en Matamoros, que desde el 4 de febrero habían llegado a este municipio fronterizo 300 efectivos, pero que en toda la frontera de Tamaulipas solo operarán mil 561 elementos y que el despliegue de este operativo será:

“De la Playa Bagdad de Matamoros a Reynosa-Ciudad Mier y de esta última a Nuevo Laredo y viceversa”, donde establecerán puestos de seguridad ciudadana y bases de operaciones para inhibir el trasiego de armas, drogas y de personas, que se intenten cruzar por el Río Bravo, Carreteras, Puentes Internacionales y Aduanas de esta frontera.

Los altos mandos de la Guardia Nacional, habían dicho que también vigilarían zonas urbanas, pero al parecer, estos mil 561 efectivos solo han sido desplegados en la frontera y es que en Tamaulipas, se han presentado casos de “minas”, explosivos enterrados en brechas de ejidos y rancherías de municipios como Río Bravo, Valle Hermoso y San Fernando, ciudades que no son frontera con los Estados Unidos y que ya han cobrado víctimas inocentes.

A los cárteles de la delincuencia organizada, les ha dado la manía de proteger sus zonas territoriales, creando cinturones de seguridad minados, para que sus rivales, no entren y si lo hacen vuelen en pedazos; el tema es: ¿de dónde les llegan esos explosivos?, lo más seguro, es que sea de los Estados Unidos.

El gobierno de Tamaulipas, que encabeza Américo Villarreal Anaya, emitió una alerta a la población de estos cuatro municipios, Matamoros incluido, para que los ciudadanos eviten transitar por brechas y que tomen sus precauciones; el último reporte del Ejército Mexicano, sobre esta entidad, es que se han desactivado 15 artefactos explosivos en los Municipios de San Fernando y Río Bravo.

 

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