*Casos “La Barredora” y “El Huachibuque”, salpican a sus ex compañeros de gabinete en el sexenio de AMLO, por lo que se da el conflicto de intereses en el ámbito político y judicial. Adán, Rafa y Alex, son amigos.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, no tiene de otra: mandar a la cárcel a todos los involucrados con el tema del huachicol fiscal; me refiero a los casos de corrupción política y militar, que salpican, embarran a figuras como el senador Adán Augusto López Hernández y al ex titular de la SEMAR, Rafael Ojeda, a este último, Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República, ya lo cobijó con el manto institucional de la impunidad.
La presidenta a estos personajes no les debe nada, no tiene compromisos con ellos e incluso Adán Augusto le jugó las contras, para que ella llegara al puesto que hoy ostenta; así que los mexicanos están muy atentos, si la voluntad política de la presidenta será la de hacer justicia o de complicidad institucionalizada.
Hay que recordar que Gertz, fue heredado del sexenio anterior; Andrés Manuel López Obrador se lo “endosó” a la presidenta Sheinbaum, como parte de su coto de poder transexenal. Por lo grave del asunto, ya no es posible ante la opinión pública que el abogado de México, continúe en ese cargo; a todas luces existe un claro conflicto de intereses, ya que el susodicho, Ojeda y Adán Augusto, entonces secretario de SEGOB, fueron compañeros en el pasado gobierno, son amigos.
Don Alejandro se debe de ir de la FGR, “por salud política” porque de seguir en el cargo, se va a convertir en “peso muerto” para Omar García Harfuch y para el propio gobierno de Sheinbaum y la frase “tope donde tope y caiga quien caiga”, sonará hueca, en los oídos de los ciudadanos, que a través de las redes sociales se han convertido en el cuarto poder.
La primera mujer presidenta de México, no su puede convertir en cómplice de un cáncer que carcome las instituciones más leales del paísy que vulneran la Seguridad Nacional, por el gigantesco daño que causan a las finanzas públicas. Dinero que debería ingresar para el gasto público de la nación, se va a los bolsillos de una red criminal multinacional, donde se ha dado el amarre entre altos mandos de la Marina con el crimen organizado.
Por cierto, el que está dispuesto a comparecer ante las autoridades de la FGR, es Adán Augusto López, sabe que allí está su amigo Gertz; ahora que supo de la captura en Paraguay de quien fuera su brazo policiaco. Hernán Bermúdez Requena, “El Comandante H”, se desempeñó como secretario de Seguridad Pública y “Protección Ciudadana”, durante el periodo en que Adán Augusto fue gobernador de Tabasco.
Es imposible que Adán Augusto, no supiera de las actividades ilícitas de su secretario de seguridad pública y si a esto se le suma que el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (Cenfi), ya había pasado “cables” al ex presidente AMLO, de lo que ocurría en Tabasco, con la organización criminal “La Barredora”, que surgió de la escisión de un grupo de los Zetas que comandaba Trinidad Alberto de la Cruz Miranda, donde se vinculaba al fiscal general de esa entidad Nicolás Bautista Ovado y al fiscal Jaime Humberto Lastra Bastar, hoy diputado federal de morena.
A todo esto, no se le puede dar un simple carpetazo, los mexicanos confían en que el gobierno de la primera mujer presidenta, enfrente a la corrupción política en sus diversas vertientes, no importa del partido que sea el funcionario deshonesto. Además, los norteamericanos están muy atentos al desarrollo de los acontecimientos e investigaciones sobre el huachicol y narcoterrorismo. A la opinión pública ya no se le puede mentir, ni desinformar.
EN CONTRAPARTIDA, la Marina sigue sumida en una crisis de “lealtades”; el Vicealmirante Salvador Camargo Vivero está vinculado al escándalo del huachi-buque asegurado en el puerto de Tampico, Tamaulipas.
Según investigaciones de la FGR, se le acusa de permitir la descarga de al menos 20 buques con combustible ilegal durante su gestión como director de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) en Tampico, de febrero de 2024 a febrero de 2025; pero no le han obsequiado orden de aprehensión, sigue Gertz Manero con la cobija de la protección institucional.
“Otra rayita más al tigre”, al menos han sido detenidos 6 militares con relación al aseguramiento del buque, entre ellos, el Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, sobrino del exsecretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y otro sobrino, Fernando Farías Laguna, anda prófugo, ya con amparo bajo el brazo.
Pero allí no ha acabado este asunto, dos marinos han muerto en circunstancias muy extrañas:
Se trata del Capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, titular de la Unidad de Protección Portuaria de Altamira, quien fue hallado sin vida en su oficina. Otro caso es el del Capitán Adrián Omar del Ángel Zúñiga: falleció durante una práctica de tiro real en Puerto Peñasco, Sonora.
Sea como fuere: la Marina ya le puso dos muescas a sus postulados de Honor, Deber, Lealtad y Patriotismo.