*Pero si sigue de “inquieto”, que también lo manden a una embajada o de vicecónsul con Gertz Manero.
La historia contemporánea de los expresidentes, desde Carlos Salinas de Gortari, hasta Enrique Peña Nieto, han jugado un papel importante en la política de México, después de que concluyen sus mandatos; aunque este último a muy poca escala comparado con Vicente Fox, Felipe Calderón o Ernesto Zedillo, que han tenido una participación más activa; pero la reciente aparición, desde su rancho “La Chingada”, ubicado en Palenque Chiapas de Andrés Manuel López Obrador, rompe con cualquier regla no escrita de los ex presidentes en retiro.
Y para ir dándole contexto, el propio López Obrador, prometió que se iba a retirar de la política por completo, ya rompió con esa promesa: “no volveré a aparecer en ningún evento público. No quiero ser asesor de nadie, no tendré ninguna relación con políticos. No voy hablar de política”.
Pero de buenas a primeras, aparece en la palestra pública y por medio de un video, donde se muestra sentado en un sillón de madera “llenito de vida” por no decirle “gordo”, rodeado de gallinas y pavorreales; alborotó el gallinero, amenazando con regresar a la vida política.
Acá en mi tierra, Tamaulipas, tuvimos un gobernador, Tomas Yarrington Ruvalcaba, que fue una lindura, ahorita está cursando un doctorado en el penal de Almoloya, de donde egresaron “El Chapo” Guzmán y Caro Quintero.
Este ex gobernador tamaulipeco, después de que concluyó su sexenio, siguió gobernando tras bambalinas; su sucesor, Eugenio Hernández Flores, otro ex presidiario, solo era un mono de trapo al que Yarrington manejaba a su antojo. Tomas extrañaba el poder, por eso nunca lo quiso dejar, a sus cuates les decía una frase: “si te encariñas con un gatito, cuantimás con el poder”; esa misma enfermedad está padeciendo AMLO en estos momentos, “extraña el poder”.
En política no existen casualidades, a unas horas de que Alejandro Gertz Manero, fuera despedido de la FGR, aparece AMLO con el pretexto de que sacó un libro titulado “Grandeza”, donde afirma que le hubiese gustado hacer una gira por todo el país –hacer campaña- para presentar su libro; pero según él, fue muy respetuoso, no lo hará, para no hacerle sombra a la presidenta Shienbaum: “ella es la que conduce y lo está haciendo muy bien, no hay que dividirnos, hay que estar juntos, unidos. Es temporada de zopilotes, hay buitres y halcones”.
Gertz Manero, era prácticamente el que le cuidaba la espalda a AMLO y a sus hijos, lo mantenía informado de todo y si algún funcionario recomendó López Obrador con Sheinbaum fue precisamente a don Alejandro, quien debería de terminar su periodo, pero no fue así, la presidenta se lo mandará Alemania de embajador.
Es evidente la molestia de AMLO por la salida tan abrupta de Gertz y a través de ese video, manda un mensaje o más bien una advertencia de que en cualquier momento él puede regresar hacer campaña so pretexto de promocionar sus libros, porque además del titulado “Grandeza”, tiene otro en puerta que llamará “Gloria”. Queda claro que López Obrador, al igual como le pasó a Yarrington, no se ha retirado de la política, aunque diga, lo que diga, sigue siendo el dueño de Morena y padre fundador de la 4T; es más, su hijo Andy es el secretario de organización del partidazo.
AMLO sigue en la jugada, pero la presidenta al despedir a Gertz, le lastimó su ego, de tal dimensión fue el dolor, que tuvo que salir a escena, pretendiendo jugar el papel de macho mexicano y salvador de la patria. Que es eso de decir que no hará gira para promocionar su librillo, porque podría hacerle sombra a la presidenta.
Eso es violencia política de género, está reduciendo no solo la imagen presidencial sino a la persona, a la figura de Sheimbaum, lo debería de denunciar, como denunció al acosador, aquel que se le acercó demasiado; solo que en este caso es un “acosador político”; que para colmo la llena de elogios, como si la mandataria fuera una adolescente, y no supiera que hay que cuidarse de los amigos que te alaban.
Como si el poder de la presidencia de la república, Sheinbaum lo tuviera prestado por AMLO y cuando él quiera puede regresar por el y tal parece que ya ansía hacerlo, pues afirmó que saldría a la calle por 3 razones: si atentaran contra la democracia, para defender a la presidenta si hay un golpe de Estado y para defender la soberanía de México.
¡Válgame Dios!,que tal si le hiciera sombra a la presidenta. Las palabras de AMLO, se tienen que analizar a profundidad, ¿qué sabe él, que nosotros los ciudadanos de a pie no sabemos?, ¿por qué menciona lo del golpe de estado?, ¿defender la soberanía de quién?…
Creo, que AMLO, aunque se mostró sereno y tranquilo, en realidad anda muy nervioso en el fondo, algo le acontece, algo le duele, algo lo incomodó, salir así de botepronto a decir que con una gira que él haga opacaría la imagen presidencial de Claudia Sheinbaum, que solo él la puede defender, es más que una conducta misógina, lleva jiribilla política, la forma ya la observamos y se ha analizado, porque allí está el video y sus palabras, sin embargo, cuál es el fondo de este asunto.
Es un hecho, que AMLO extraña la silla presidencial. Tiene el control de morena, del Poder Legislativo, el Judicial ya no, se lo arrebató Sheinbaum, sin embargo, las Fuerzas Armadas, ¿le seguirán siendo fieles?, son las únicas que pueden dar un golpe de Estado, que por cierto, solo AMLO es el que habla de este supuesto.
EN CONTRAPARTIDA, la que lo mandó a “La Chingada”, es decir, que se quede allá en su rancho, que se relaje y disfrute de sus gallinas, puercos y pavorreales, que les eche de comer a los pollitos, fue la presidenta Claudia Sheinbaum, quien con guante blanco, le respondió a AMLO:
“Nos dio mucho gusto verlo, hay que leer el libro. Agradezco sus palabras, obviamente y afortunadamente no estamos en ninguna de las tres circunstancias que planteó”.
D. Si la salida de Alejandro Gertz Manero, incomodó a AMLO, que va a pasar cuando Claudia Sheinbaum, le despida a Rosa Icela Rodríguez, secretaria de gobernación, que como responsable de la política interior del país, no le ataja ningún golpe a la presidenta y no resuelva absolutamente nada.
A la presidenta Sheinbaum, le está pasando lo que le ocurrió a Lázaro Cárdenas con Elías Calles y lo más saludable para el país, es que si tanto quiere regresar AMLO a la vida política, también lo mande con Gertz Manero a Alemania como vicecónsul o le busque alguna otra embajada de algún país amigo, para que se relaje el ex presidente, ya con los 6 años que lo tuvimos, con eso los mexicanos estamos más que agradecidos.