´Enjaulan´ a migrantes (AUDIO)

1985

Agencias

McAllen, Texas
Dentro de espacios delimitados por mallas de alambre, como si fueran animales enjaulados, durmiendo en el suelo, sobre colchonetas y con frazadas térmicas, en medio de gemidos que se convierten en sollozos, decenas de niños claman por «mamá» y «papá», después de haber sido separados de sus padres al ser detenidos por agentes federales en la frontera.
Dentro de una bodega en la ciudad de McAllen, habilitada como refugio, esperan los menores a que las autoridades norteamericanas decidan sobre su suerte…
Cerca de 2 mil menores han sido separados de sus familias en las últimas seis semanas, desde que se anunció la política cero tolerancia, en la que todas las personas que son atrapadas cruzando la frontera ilegalmente son procesados. Los niños no pueden ir a la cárcel con sus padres, por lo que son separados.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza difundió un video y fotografías de un centro de procesamiento y detención de inmigrantes en McAllen, Texas, donde se observa a niños separados de sus padres, como parte de la política cero tolerancia en la frontera adoptada por el gobierno del presidente Donald Trump.
El video y las fotos muestran a docenas de niños dentro de grandes jaulas hechas con cercas de metal en el interior de una bodega de unos cinco mil metros cuadrados, convertida en un centro de procesamiento y espera. 
David Begnaud, periodista de la cadena de televisión CBS, invitado a recorrer la instalación, dijo que los inmigrantes permanecen separados dentro de la bodega en «jaulas» hechas con alambradas, que le recordaron cómo su padre guardaba a sus perros en casa.
El refugio es el primer lugar al que llegan los inmigrantes tras ser detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza, luego de ingresar ilegalmente a Estados Unidos, y permanecen en el sitio por alrededor de 72 horas antes de trasladarlos a otros centros de detención.
La Patrulla Fronteriza informó que casi 200 personas en la instalación eran menores no acompañados, mientras que 500 eran «unidades familiares» conformadas por padres e hijos.
En el sitio, las autoridades separan a los adultos que cruzaron la frontera ilegalmente y como parte de la política de cero tolerancia, son acusados y encarcelados, apartándolos de sus hijos, en particular si estos son mayores de cinco años.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó el pasado viernes que alrededor de dos mil menores habían sido separados de sus padres desde mediados de abril hasta finales de mayo.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, defendió este lunes la separación de niños de sus padres al señalar que las acciones ilegales tienen consecuencias.
Los agentes que administran la instalación de detención, conocida generalmente como «Úrsula» por el nombre de la calle en la que se encuentra, dijeron que a todos los detenidos se les proporciona comida adecuada, acceso a regaderas, ropa lavada, y atención médica. Se supone que las personas se mueven rápidamente por las instalaciones. Conforme a la ley estadounidense, los niños deben ser entregados en un plazo de tres días a refugios financiados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Autoridades del sur de Texas han señalado que agentes en el Valle del Río Grande han permitido que las familias con niños menores de cinco años permanezcan juntas en la mayoría de los casos.
Profesionales médicos señalan que el daño emocional que están causando a estos menores es muy fuerte, exponiéndolos al temor de no saber donde están sus padres, a sentirse perdidos, sin la protección de su familia.
Por otra parte, la mayoría de los padres no tienen seguridad plena de dónde o cómo están sus hijos, no saben cómo ni cuándo los volverán a ver, convirtiendo la espera en una agonía.
Políticos norteamericanos que se oponen a estas acciones han señalado que es una medida tomada al vapor, sin planear, sin pensar en las consecuencias, y que es otro fracaso que pretende solucionar un problema, que en realidad no soluciona y que sí genera muchos otros problemas, que son muy difíciles de controlar y que arrastra a los más vulnerables, a quienes, en un supuesto afán de proteger, les están haciendo mucho daño.
Cruel realidad: llanto y burlas de los agentes
· En un audio que se ha hecho viral, obtenido por un periodista que tuvo acceso a un refugio, no se reveló cuál, ni dónde se localiza, se escucha a los niños llorando por sus padres.
· ProPública, una organización de noticias de investigación sin fines de lucro, hizo pública la grabación el lunes por la tarde. La organización dijo que el audio fue grabado dentro de una instalación de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos la semana pasada.
· A lo largo de la grabación de ocho minutos, 10 niños lloran y continuamente llaman a ´´mamá» y ´´papá´´. 
· Una niña de seis años le pide a uno de los agentes de la Patrulla Fronteriza que llamen a su tía. ´´¿Llamarás a mi tía para que venga a buscarme?´´, pregunta la pequeña.
· La niña luego da el número de teléfono de su tía. ProPública dijo que habló con la tía de la niña, quien dijo que pudo hablar con la menor.
· ´Imagínese recibir una llamada de su sobrina de seis años´´, dijo la tía, según ProPública. ´´Está llorando y me ruega que vaya a buscarla. Me dice: ´´Prometo que me comportaré, pero por favor sácame de aquí. Estoy sola´´.
· En un momento de la grabación, mientras los niños siguen llorando, un agente de la Patrulla Fronteriza comenta en español: ´´Tenemos una orquesta aquí. Lo que nos falta es un director», lo que ha sido tomado como una burla en medio de la tragedia que viven estos menores.

ESCUCHE EL AUDIO:


https://vimeo.com/275853322