Lo que le faltaba al médico Arturo Garza Morales
*El Presidente del Patronato de la Institución, ahora anda de “cacharrero”.
Alejandro Mares Berrones
Lo único que la faltaba al médico Arturo Garza Morales, Presidente del Patronato de la Cruz Roja Mexicana, Delegación Matamoros, era andar de “cacharrero” y mandar vender las ambulancias al kilo, a una recicladora.
Y lo peor, las instalaciones de la benemérita institución que están ubicadas en el Fraccionamiento Lomas de San Juan, en la calle Diego Rivera, se encuentras cerradas, abandonadas y saqueadas, como embrujadas, como hipnotizadas.
Esas instalaciones se construyeron con dinero del pueblo, de empresarios, de personas altruistas y de aportaciones de gobiernos municipales, es una inversión de varios millones de pesos, que hoy luce enmohecida.
Desde que inició la pandemia, se dijo que estas instalaciones se iban habilitar para pacientes Covid, pero en vez de eso el Presidente del Patronato, Arturo Garza Morales y la Presidenta del Comité de Damas Voluntarias, Nilda Garza Cavazos, vieron que no sería negocio y optaron por cerrar.
Y es que la Cruz Roja, tiene tiempo que es un “negocio familiar”, por eso cerraron las instalaciones de Lomas de San Juan, no les iba a quedar uno peso y que se chingue el pueblo, que se atiendan en las Similares o dónde Dios los agarre confesados.
Hasta el mástil de la bandera la corrosión lo derrumbó, las rejas de la barda perimetral de las instalaciones están llenas de moho y el portón principal que da acceso a esas instalaciones, tiene un candado con una cadena todo mohecido.
Los aires acondicionados, que se encuentran en la placa del edificio, se observan vandalizados, el zacate les esta creciendo,
quizá porque está muy cerca de la avenida Emilio Portes Gil, aquel es gobernador que cuando se enojó con Matamoros, prometió que no regresaría a esta ciudad y que le crecería el zacate, en alusión a que le cerraría la llave del presupuesto, al alcalde de aquel entonces.
La Palma Vieja
La palma que luce en su interior, muestra sus palmas secas, no hay quien la pode, se ve como una palma vieja, marchita, es la triste imagen del abandono de ese lugar, que debería estar dando atención médica a la población.
En el patio trasero de esas instalaciones se observan 3 ambulancias, las otras las mandaron al “kilo”, fueron a parar a la Recicladora GMS, Materiales Reciclables de Matamoros, que se ubica en la avenida Jesús Vega Sánchez, de la colonia del mismo nombre.
La Recicladora GMS se ubica enfrente del Panteón Jardines del Recuerdo, que se localiza en la avenida Emilio Portes Gil y Jesús Vega Sánchez, hasta este lugar fueron a parar “vendidas”, cuatro ambulancias de la Cruz Roja, las tienen clavadas en un domicilio particular…
Una joven mujer, que salió de ese domicilio, le aseguró al reportero, que las unidades no son ella o de su familia: “No son de nosotros, aquí las metieron los de la Recicladora”.
Uno de los empleados de la Recicladora aseguró que las unidades motrices les fueron vendidas a la empresa desde hace un mes y medio aproximadamente, claro que de esto Abdulia Huereca Segoviano, administradora de la Cruz Roja, tendrá que dar cuentas, pues hasta el cobre de los aires acondicionados han ido a parar al “kilo”.
La Cruz Roja, tiene años en crisis y todo indica que no tiene “remedio” para su mal, aunque hay otros que aseguran, que el médico Arturo Garza Morales y Nilda Garza Cavazos, deben de renunciar, al igual que la administradora, ya que han tomado a la Institución como negocio familiar.
Arturo Garza Morales, se ha agarrado levantando edificios, como el de Lomas de San Juan y el del Laguito, que se encuentra a un costado del Hospital General, en este último lleva años en remodelación, pero nadie lo audita sobre las obras que se realizan, a nadie le rinde cuentas y se ha olvidado de los más importante: la atención y el buen servicio a los usuarios de la Cruz Roja.
Gobiernos municipales como el de Lety Salazar, el de Alfonso Sánchez Garza e incluso el pichicato de Jesús de la Garza Díaz del Guante, han sido muy generosos con los donativos que anualmente le suministran a la Cruz Roja, todos ellos le han entregado al médico Arturo Garza Morales, abultados cheques, con excepción de Mario Alberto López Hernández, “La Borrega”, este le echó un sobre en efectivo, a la ánfora de los donativos.
Los antecedentes
En el 2 mil 13, se dieron a conocer las irregularidades del presidente del Patronato y la administradora, Arturo Garza Morales y Obdulia Huereca Segoviano, respectivamente, a 8 años, desde entonces no cambió nada, las cosas en la Cruz Roja, siguen igual o peor, para ejemplo basta el caso de la Unidad de Lomas de San Juan, cerrada, abandonada y saqueada, hasta las ambulancias mandaron al kilo.
En septiembre del 2 mil 15, dimos a conocer lo que pasaba desde el 2 mil 13, al interior de la Cruz Roja, ahora en el 2 mil 21, las cosas siguen peor.
Y desde entonces el Patronato no han hecho nada para resolver los problemas de la institución.
Por eso, la carencia de medicamentos, una mala atención, la falta de equipo y una remodelación que no concluye desde el 2 mil 13, siguen enfadando a los usuarios de la Cruz Roja e incluso al mismo personal, que ha sufrido del pago de sus salarios.
Se había dicho que la Unidad de Lomas de San Juan, sería habilitada para pacientes Covid, pero fue cerrada, eso habla muy mal de la institución, pero más de sus directivos, en especial del médico Arturo Garza Morales, a quien le gusta pararse el cuello y salir en los medios, solo cuando recibe donativos toscos, como el que les patrocina la Presidencia Municipal cada año, además de otras prerrogativas que les otorgan.
En una ocasión, llegó a la Cruz Roja de El Laguito, una persona lesionada de una pierna y al solicitar los servicios, porque no podía caminar; solicitó una silla de ruedas o unas muletas.
La respuesta de la enfermera que lo atendió fue franca: “No, discúlpeme pero no tenemos, se las robaron y no sabemos quién”.
Así de este tamaño, están las cosas hacia el interior de la Cruz Roja, a ver si da la cara el presidente del Patronato, Arturo
Garza Morales, a quien cuando hemos ido a tratar de entrevistarlo en su consultorio ubicado en la Avenida de las Rosas y Alelíes, en la colonia Jardín, su secretaria siempre nos dice que no está.
Y la administradora Obdulia Huereca Segoviano, está peor, siempre saca el pretexto: “de no estar autorizada para dar declaraciones a los medios” y ahora con eso de que mandaron las ambulancias a la recicladora menos.
“La negra historia”
El 22 de septiembre del 2 mil 15, mediante un escrito dirigido a la delegada estatal de la institución, Josefa Cárdenas Ballesteros, trabajadores denunciaron la falta de pago, de equipo, de condiciones para laborar y de medicamentos para atender a los que solicitaban sus servicios.
Pero fue hasta el martes 19 de enero del 2 mil 15 cuando una comisión de la Delegación Estatal de la Cruz Roja, atendió la demanda y se “apersonó”, en las instalaciones de esta ciudad para ver los problemas que no había podido resolver el médico Arturo Garza Morales y su administradora, Obdulia Huereca Segoviano y así como el coordinador de los socorristas, Francisco Ponce.
Hugo Velázquez, representante de Josefa, fue quien “calmó las aguas” de los empleados que denunciaron los maltratos de los directivos y del presidente del Patronato de la Cruz Roja.
El escrito
Lo que hizo que la Delegación Estatal del Cruz Roja, tomara cartas en el asunto, fue un escrito fechado el 22 de septiembre del 2015, en el cual denunciaba a la administradora Obdulia Huereca y al coordinador de Socorros, Francisco Ponce Lara, de realizar un “trabajo pésimo”:
En el escrito de 17 puntos denunciaron las “dulzuras” como atraso en el pago de salarios, pago de sueldos extras solo a personal allegado a la administradora.
Falta de medicamentos y material para la atención de las personas, maltrato, unidades en mal estado y hasta una cuenta bancaria a nombre del presidente de Patronato, Arturo Garza Morales, para juegos de Golf y subastas de cuadros.
Por todo eso y otras cuestiones, solicitaron “el cese de hostigamientos, amenazas, el pago de sus sueldos y prestaciones, el cese de la administradora y del coordinador de socorros, una auditoria a las finanzas y hasta la destitución del presidente del patronato y a su administradora”.
Los testimonios fueron reveladores:
“Irregularidades en todo, falta de pagos, hay inconformidades de años atrás, no tenemos equipo, no nos pagan a tiempo, no tenemos medicamentos y esto hace de muchos años, al menos 4 años, por causa de la administradora, Obdulia Huereca Segoviano, que no sabe administrar. Yo soy Horacio de León Calderón, con una antigüedad de más de 15 años aquí en la Cruz Roja y considero que esta es la peor administración de todas”, aseveró entonces.
Otro más: “Esperábamos a la delegada estatal de la Cruz Roja, pero no vino, mandó a un administrador a nivel estatal como representante”, dijo en aquel entonces Alejandra González.
“Nos tardan mucho los pagos, los vales, antes no pasaba esto, yo ya tengo más de 15 años y me sentía orgullosa de estar en esta institución, esto no pasaba, esta es la peor administración que tenemos, de hecho yo ya ni uso el uniforme, no tenemos, por eso tengo este de enfermera porque ya me da vergüenza y estoy con un sueldo muy bajo de apenas 2 mil pesos a la quincena.
“Al doctor que es el del patronato, si apenas lo conocemos, casi no viene”, aseguró Belén Ramos, otra de que aceptó dar un testimonio de lo que pasa en la Cruz Roja.
“Yo también soy enfermera y tenemos el mismo problema”, dijo Alejandra González, otra de las enfermeras de la institución.
Son muchos las personas afectadas, hay quienes vienen por alguna atención especializada y no hay para atenderlas, somos socorristas, enfermeros de intendencia y todos estamos inconformes.
En aquella reunión, el coordinador estatal de socorros de la Cruz Roja, Hugo Velázquez y representante de la Delegación Estatal de la institución, dijo que existe una coordinación nacional, una estatal, y una local:
“Somos un equipo que trabaja para ver todos los esfuerzos que se hacen y cómo podemos mejorar todos nuestros servicios”, dijo en el 2015, en su visita a esta delegación, que irá a decir ahora que hasta las ambulancias son mandadas al “kilo”, a la Recicladora GMS.