Alejandro Mares Berrones

La semana próxima pasada, estuvo AMLO en Tamaulipas y dejó los rayones cuando le preguntaron por la postulación de Eugenio Hernández Flores, ex presidiario y candidato al Senado por el Partido Verde; el mismo que en el pasado, cuando fue gobernador, traicionó al tabasqueño, tirándose como pantera amorosa a los brazos de Felipe Calderón, para que este con evidente fraude llegara a la presidencia de la república.
Brenda Ramos, periodista de esta entidad, le preguntó a AMLO:
“Señor Presidente, en Tamaulipas, la oposición está muy contenta, porque en la Cuarta Transformación, se colaron dos candidatos con problemas legales, primero Eugenio Hernández Flores, con orden de extradición como candidato a Senador, va por el Verde y Carlos Peña Ortiz, por la alcaldía de Reynosa, a este lo impulsa su madre Maki Ortiz, la ahora compañera de fórmula de Eugenio, ambos, a favor del PRI y del PAN, ayudaron a Felipe Calderón a ganar la presidencia de la República, usted ha mencionado mediante fraude electoral, para que los jóvenes lo sepan; ¿qué opinión le merece que se hayan colado a estas candidaturas?”
AMLO, solo respondió: “en la parte electoral no podemos meternos”.
Como son las cosas, ahora la 4T de López Obrador, no solo sacó de prisión a Eugenio, sino que también lo hacen candidato del Partido Verde, con la finalidad de convertirlo en Senador, para que alcance el fuero constitucional y así de esa formar lograr la impunidad de no ser extraditado a los EU por el delito de lavado de dinero; esa fue la negociación.
Aunque Eugenio diga que fue Cabeza de Vaca el que lo metió a la cárcel, “empalándolo” con pruebas falsas, el ex gobernador priista, -que ahora le juega las contras, al PRI de sus amores, el que lo hizo alcalde de Victoria y luego gobernador-  nunca ha dicho que no se robó, apropió ilegalmente propiedades del Puerto de Altamira.
Eugenio recorre Tamaulipas, con un pinchurriento video, exhibiendo su supuesta inocencia, pero lo que no dice es que sigue sujeto a un proceso penal, que claro “será inocente hasta que se demuestre lo contrario”; en esa verborrea que reparte “Geño”, presume que no lo pueden acusar por los mismos delitos dos veces, por lo que también en Estados Unidos ya no tiene delito.
Así con ese cuento, Eugenio cree que engañará a los tamaulipecos y ha empezado a resucitar cadáveres políticos del viejo PRI; lo más corrupto del priismo tamaulipeco se le están sumando al ex gobernador, lógico, muchos de esos disfrutaron del pastel cuando este ostento el poder.
Figuras como Baltazar Hinojosa Ochoa, ex secretario de SAGARPA con Peña Nieto, a quien en el pasado también lo han embarrado los gringos con el blanqueo de capitales; Erick Silva Santos, ex diputado federal priista, a quien el gobierno federal de los Estados Unidos, le aseguró propiedades y dinero, todavía enfrenta cargos de lavado de dinero en las Cortes de Texas; entre otras lindas personalidades que se le suman a “Geño”.
Eugenio anda a “la pepena” de los viejos políticos corruptos del PRI, utilizando la bandera del Partido Verde para reagruparse, ahorita anda como perro detrás de un hueso, pero esta clase de politiqueros no tienen lealtades, tienen intereses, más pronto de que canta un gallo, AMLO y la 4T serán traicionados por Eugenio y sus 40 ladrones.
El Verde va coaligado con Morena, pero en esta entidad juega en paralelismo, como estrategia para mermar al PAN-PRI-PRD que postula a Imelda Sanmiguel, a ese mismo puesto, una de las incondicionales del “incomodo” Francisco García Cabeza de Vaca, la que dijo:
“Es una vergüenza que Eugenio sea candidato, con los antecedentes penales que tiene; no me quita el sueño, me va hacer los mandados, le invito un cafecito y a que realicemos una sesión interparlamentaria en los Estados Unidos, díganle”.