La historia de la “vieja escuela” de la política matamorense
*“Balazos, batazos, fraudes”, fue a lo que se enfrentaron Valentín Jiménez Mora y José Angel Reyes Medina, quiénes en entrevista, cuentan el cómo fue qué en la época de Jorge Cárdenas González, derrotaron al PRI-Gobierno.
Alejandro Mares Berrones
“Hoy me da gusto vivir para ver como el PRI está en el pozo, el enemigo del pueblo derrotado. Antes ser oposición era jugarse la vida, significaba poner en riesgo el pellejo, te desaparecían”, así inició la entrevista con José Angel Reyes Medina, cuyas palabras secundo el profesor Valentín Jiménez Mora.
Entrevistados en conjunto, en un lugar de la mancha, conocido como “El Pasaje”, ubicado en la avenida Canales, frente al Laguito, nuestros personajes tienen historia, pues fueron testigos presenciales de la quema de la Presidencia Municipal, suceso que ocurrió el 26 de Julio de 1978.
Valentín Jiménez Mora, tiene su propia hipótesis sobre la quema de la Presidencia Municipal, antes de que Jorge Cárdenas González asumiera el poder:
“Había gente que decía, esta tienda sí, esta no, el saqueo no fue parejo, además incendiaron algunas oficinas que tenían ciertos documentos que les interesaban que desaparecieran, sobre todo en el rubro de la tesorería, que fue lo que se incendió primero”.
Jiménez Mora, reconoce que esa historia negra de Matamoros, había gente infiltrada, alguna llegó de Nuevo León, del Partido Comunista repartiendo volantes, había personas señalando que tiendas podían ser saqueadas y que tiendas no.
–¿A ver profesor, tengo entendido que la quema de la presidencia fue por un abuso policiaco?
–Así fue, se excedieron con un estudiante de secundaria, Emiliano del Toro Farías, era el director de la policía preventiva y el presidente municipal era Antonio Cavazos Garza, no lo quiso quitar, porque había componendas, compadrazgo, piden la destitución del alcalde, piden que baje de la presidencia, baja, se sube al kiosko y cuando se retira, lo apedrean, recibe un ladrillazo en la espalda, yo era ya maestro, estuve allí, fui testigo presencial de esos hechos, fui el último de los oradores, ya nadie habló después…
El alcalde huye por el café Emir, se cuela por allí, pero como esta cafetería tenía conexión con otros edificios, por allí se escapó, evidentemente iba con algunos miembros del cabildo que lo iban custodiando, pero el ladrillazo no lo pudo evitar.
–¿Lo que usted me cuenta, es que la quema de la presidencia, no precisamente fue por el abuso policial que se dio contra el estudiante que mataron los policías?
–Lo manejaron como pretexto, tal es así, que los soldados no llegaron hasta dentro de 4 horas después, estando la Guarnición de la Plaza a menos de 300 metros de la Presidencia Municipal, allí en la tesorería había documentos que querían desaparecer, de eso no tengo duda.
Rememora:
“Eran las 3 de la tarde, nosotros un grupo de compañeros maestros que militábamos en el PARM, entre ellos José de la Paz Bermúdez(+), Pepe Hernández Alcantar (+), Tomas de la Rosa, que después formaron parte de la administración de don Jorge Cárdenas, no teníamos ninguna intención de participar”.
–¿El hermano de Pepe, Gabriel era el líder de los estudiantes del Tecnológico que encabezaron esa manifestación?
–El (Gabriel Hernández Alcantar) andaba muy asustado, lo que pone de relieve que él no sabía lo que pudiera desencadenar esa manifestación, él está excluido de alguna pretensión malsana, el movimiento era limpio.
“El libro que escribió Canseco, sobre la historia de Matamoros, como que le faltó un poquito más y es que piensa mal y acertarás; querían hasta incendiar la cárcel de la 21 y González, definitivamente se puede acuñar una frase que dice: uno se la cuelga y otro se la descuelga”.
“Existe una fotografía donde aparece una persona agarrando el barandal del kiosko, ¿quién crees que es?, Jesús Roberto Guerra Velazco, allí estuvo como espectador, en ese tiempo no se perfilaba como candidato a nada y es muy probable que Tomas Yarrington hubiera estado, porque era estudiante de la prepa Juan José de la Garza”.
“Lo que enardeció a la ciudadanía es que el alcalde Antonio Cavazos Garza aceptara que Matamoros estaba considerado un pueblo sin ley, la gente estaba como audiencia, gritaban que necesitaban que el alcalde se manifieste, que ponga a disposición de las autoridades a los autores materiales del crimen del estudiante”.
“Cuando Antonio Cavazos Garza, bajó, dijo: ‘estamos investigando’; la gente le gritó: ‘usted es la primera autoridad’; ‘yo estoy haciendo lo que puedo’ y le replicaron: ‘entonces usted no puede hacer nada, admite que no tenemos presidente, que Matamoros es un pueblo sin ley’…
y Cavazos respondió: ‘bueno, pues si ustedes dicen que es un pueblo sin ley, entonces es un pueblo sin ley’ y eso fue lo que enardeció a la gente, que el mismo alcalde reconociera que Matamoros se decretara como un pueblo sin ley”.
–¿En contexto, recapitulando, hubo mano negra en la quema de la presidencia del 78?
–Todo parece trasladarnos a que existió mano negra, porque la intervención del Ejército, que está a 3 cuadras de la alcaldía, no intervinieron hasta después de que ya se había quemado la patrulla, que ya se había incendiado parte de la presidencia y de que ya prácticamente no había nada que robar, porque habían saqueado todas las tiendas del alrededor.
José Angel Reyes Medina, también recuerda ese episodio negro, porque allí estuvo:
“Llegó un carro y bajó unas cajas de refresco vacías y los demás muchachos empezaron a llenarlas con gasolina y a ponerles un tapón de garra, lo vimos, era de día, lo hicieron delante de todo mundo, cuando de repente te das cuenta que le prenden y lo avientan hacia la Presidencia, te zafas, ¿Por qué?, porque anduviste en la campaña anterior”.
–¿Y quiénes eran esos muchachos, eran los del Tecnológico?
–No eran de Matamoros, eran de afuera, estaban aprovechando el momento, yo cuando vi ese movimiento, me fui al sindicato de telefonistas y hablo al Excelsior y les digo que están quemando la Presidencia de Matamoros, yo tenía el teléfono de un periodista de allá de México, me preguntaron quien encabezaba el movimiento y les dije, no sé, lo que sé es que el pueblo está reclamando la muerte de un muchacho estudiante por parte de policías preventivos”.
“Cuando Cavazos Garza, baja de la presidencia, les hace aracles de karateca a la raza, ‘ña, ña, ña, así le hacía’ y la raza se abre, así se vino de la Presidencia al Kiosko, en ese trayecto le picaron la cola, lo empujaron, le perdieron el respeto a la autoridad, por hacer sus aracles y cuando baja del kiosko se va rumbo a la cafetería Emir y casualmente los arbolitos de allí de la plaza tenían unos ladrillos hincados alrededor…
yo estoy parado en medio de la plaza, entre la Presidencia y el kiosko y observé que primero le arrojaron un ‘chuqui, un cono de esos que tienen hielo, después vuela un pedazo de elote y va Agapito Chico, -hijo de Agapito González (QEPD), en esa época estaba el maridaje entre la CTM y el PRI- abrazando a Cavazos Garza protegiéndolo, cuando le cae el ladrillo entero y se lo siembran en la espalda…allí lo dejaron solo, después brinca una banca y se mete en el Emir y le llueven ladrillos a la cafetería, entonces la chusma no se detiene, se va por la González a la Quinta y voltean a mano izquierda y salen por la Abasolo y regresan por la Sexta, en ese momento entra el saqueo a los comercios, era la turba”.
La Vieja Escuela
Valentín Jiménez Mora y José Angel Reyes Medina, además de haber sido testigos presenciales de la quema de la presidencia en 1978, también formaron parte de la “vieja escuela” de aguerridos políticos, quiénes al lado de Jorge Cárdenas González, en 1980 ganan la alcaldía de Matamoros por el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), después la Diputación Federal y posteriormente de nueva cuenta la Presidencia Municipal.
Valentín, en la primera administración de Jorge Cárdenas González, fue subjefe de la imprenta municipal; en la segunda, se convirtió en Diputado Local, aunque ninguna, de sus iniciativas pasaron, la aplanadora priista lo mantuvo a raya.
José Angel, por su parte, en la primera administración de Don Jorge, fue el Cuarto Regidor y en la segunda, fue Primer Regidor; a pregunta expresa de qué si estas dos regidurías las había conseguido por su amistad con Don Jorge, Reyes Medina, respingó:
“No señor, no éramos amigos, éramos afines en las ideas democráticas, yo nunca fui comparsa de él, en los debates públicos que se hacían a través de la radio y la televisión, cuando las cosas no marchaban como debieran, yo intervenía, siempre fui contestatario…yo tenía un antecedente, venía de un Comité Nacional de Telefonistas, participamos en la caída del cacique Salustio Salgado Guzmán, que fue el secretario general de los telefonistas, además era el diputado federal y presidente de la Cámara de Diputados y pugnaba por ser presidente del Congreso del Trabajo, nos enfrentamos a ese cacique y le ganamos; así qué a Jorge, yo le hablaba de tú y no éramos amigos, compartíamos las mismas ideas democráticas”.
José Angel Reyes Medina, se suelta:
“En esa época, (setentas y ochentas) para ganarle al PRI, estaba cabrón, había unas mañas heredadas de los anteriores caciques, en las cuales en la casilla electoral, previamente seleccionados había gente incondicional del PRI-Gobierno y tenían unos vicios tan así, que cada casilla tenía más del cien por ciento de las boletas que correspondían a los votantes, ¿qué con eso?, previo al fraude, si había 100 electores en la casilla, ellos tenían trecientas boletas para embarazar la urna”.
–¿Sobraban boletas?
–Así es, tenían todo calculado, tan es así esto, que después de la elección de la votación y contar los votos de las partes diferentes de los partidos, quedaban un bonche, un montón de boletas sin votar y de acuerdo con la ley electoral, se deberían de inutilizar y ellos, los del Comité Electoral decían que no, que esas boletas eran para el PRI, porque había tenido mayoría y empezaban a votar por el PRI ellos mismos y marcaban las boletas que quedaban sin uso.
Interviene Valentín Jiménez Mora, para contar una anécdota:
“En esa época el árbitro era parcial, te voy a dar una anécdota que pone de relieve lo que dice José Angel; David Ramírez Márquez que fue diputado federal y tu servidor, acudimos a la Sexta y Canales, donde estaba el organismo electoral que era presidido por Don Pepe Ibarra Bazaldua, que en paz descanse…llegamos y le dijimos: Venimos a tomar las instalaciones y esbozando una sonrisa, Don Pepe nos dice: ‘Ustedes dos’ y le digo yo, asómese a la ventana, viene todo el pueblo de Matamoros y venían de la 12 y Paseo de la Reforma…entonces él, precavido como lo era, llama a un notario público para que de fe de la toma que hicimos, pero le descubrimos delante del notario que en los cajones tenía centenares de credenciales de elector que malévolamente no se habían entregado, previamente ya habíamos revisado esos cajones nosotros, lo que pone de relieve, como lo menciona José Angel, que el mismo organismo electoral estaba coludido con el partido en el poder”.
“Nosotros hicimos punta”, dice José Angel Reyes Medina y abunda:
“Sin exagerar, en algunas ocasiones nos jugábamos la vida, el pellejo, porque la represión por parte del grupo del cacique, que bien sabemos quién era, había todo tipo de medidas drásticas, desde eliminarte, arrebatarte la propaganda o golpearte donde te encontraran, o sea, era una represión inmediata, sin embargo, la gente nos seguía apoyando y esto que dice Vale (Valentín) lo del Comité Electoral que no entregaba las credenciales porque le convenía que hubiera menos votantes, esa era la clave y cuando vota mucha gente gana la oposición siempre”.
“Es un mérito único y exclusivo, del único presidente que ha tenido Matamoros con una visión pluripartidista”, se refiere Valentín Jiménez Mora a Jorge Cárdenas González y agrega:
“Lo que habla de su condición de un verdadero estadista que unió a rojos, verdes, amarillos y de todos los colores, pero entre rojos, amarillos y de todos colores hay tonalidades, hay efervescentes y hay tibios, él supo seleccionar y ese es el mérito que se le reconoce todavía entre propios y extraños, no habrá un alcalde que supere la habilidad estratégica y política de Don Jorge Cárdenas González”.
Los 3 disparos
“Cuando Don Jorge fue candidato a diputado federal, ya estaba hecha el acta final de escrutinio a favor del candidato del PRI, entonces Don Jorge quiere entrar al Comité Electoral y uno de los soldados se lo impide y dice Poncho su hijo: ‘déjalo pasar, es el candidato’ y el soldado aferrado a no dejarlo pasar y en ese forcejeo se le fueron 3 tiros al aire al militar, entonces las cosas se pusieron muy complicadas hacia el interior del Consejo Electoral que estuvo ubicado en el Boulevard Los Pinos, por donde está la CFE…
Cuando Don Jorge entra se dirige al Presidente del Consejo Electoral, que era el doctor José Angel Peña Vázquez y le grita: ‘Rata de albañal’, eso nunca se me olvida, albañal es sinónimo de drenaje…
Entra Chema Morfín, subsecretario de Gobernación y dice: ‘párenle ya a su escándalo y pasa a cada uno de los representantes de los partidos al cuarto donde estaban haciendo mapacherías y nos muestra un volante que se había impreso con oportunidad donde se asentaban los datos fidedignos de quien había ganado…
y con ese documento me entero que es lo que les estaba diciendo Chema Morfin a cada representante y cuando entro yo, me dice, ‘estás de acuerdo con estos resultados’, ¡claro!, son los resultados oficiales y dio la orden: ‘hagan el acta final de escrutinio a favor de Jorge Cárdenas González y le respondió José Angel Peña Vázquez, ‘ya la tengo hecha’, o sea, hizo dos actas”.
A pregunta expresa del reportero, del por qué Jorge Cárdenas gana dos veces la Presidencia Municipal de Matamoros y una diputación federal, en una época en donde ganarle al PRI, era imposible; José Angel Reyes Medina, responde:
“Antes que nada, nosotros tuvimos un revés en la elección anterior, antes de que Jorge ganara por primera vez, nuestro candidato fue el ingeniero Siller Flores, nos chamaquearon, nos corrieron a nuestros representantes de casillas, nos ganaron a lo feo…nos cambiaron los números, las cantidades, por decir, en una casilla teníamos 150 nosotros y el PRI 80 y resultó que al final estaban cambiadas las cantidades, o sea, un mugrero, relleno de ánforas, había ánforas ya rellenas antes de votar la primera persona y eso pasó en la colonia del FOVISSSTE, aquí por la Lauro Villar, aquí está un testigo -con el dedo índice de su mano derecha, señala a Valentín-, que por poquito lo descuentan allí”.
Valentín Jiménez Mora, agradece el estar vivo:
“Aprovecho, aunque él no está entre nosotros, pero sí manifestar, que yo le debo la vida a José Hernández Alcantar, porque cuando llegamos al FOVISSSTE, constato que el ánfora estaba preñada –embarazada- y el proceso apenas iba a iniciar, entonces tomo el paquete y les muestro el ánfora a los que estaban en la fila y les digo: aquí hay un fraude electoral y en ese momento me grita Pepe, ¡aguas!, y me agacho, me pasó zumbando por la cabeza un bate de béisbol, que si me pega me mata”.
–¿Supo quién se lo aventó profesor?
–Me reservo el nombre, porque todavía vive y no vaya a querer usarlo nuevamente; me agaché y me pasó zumbando y como dijo el perico, sino me agacho me suena.
–¿Pero, cuando se convierten en gobierno, apoco no existieron anomalías?
–Claro que hubo anomalías, encontramos fraudes, dijo José Angel Reyes Medina.
La JAD saqueada desde siempre
“Cuando nos enfrentamos con la Junta de Aguas, demostramos que el gerente tenía una tarjeta de la JAD, que traía su vieja para gastar a manos llenas en las tiendas de Brownsville, cinco cajas llenas de bouchers no estregó el Banco Serfín”.
–¿Quién era el gerente en esa época?
–La esposa se apellidaba Hernández, y al gerente le decíamos “La Manzanita” desde que estábamos en secundaria, se llama o se llamaba Juan Cruz Villarreal.
“Don Jorge contrató una compañía de Monterrey, para que realizara una auditoría a la Junta de Aguas, pero esta nomás cobró y dijo, lo que entró-salió, nomás cotejó los libros”.
José Angel Reyes Medina, recuerda que Siller Flores le dijo: “Como vez, le entramos a la Junta de Aguas” y le entraron:
“Primeramente nos fuimos a la bodega, observamos que había dos medios bultos de cemento, abrimos la bitácora de ingreso y egreso de la bodega y empezamos a leer lo que venía allí; primero le dijimos al pelado, ¿Y tú cómo te llamas?, fulano de tal; ¿Y qué haces aquí?, soy bodeguero; y empezamos a ver y encontramos una compra de 50 toneladas de cemento, dijo Siller Flores: ‘!ha chingado!, van a pavimentar Matamoros o qué’…
y entonces le dijo al bodeguero: ¿dónde está este material?, ‘no, pues yo no sé, yo no soy bodeguero’; ¿a no sabes?, ‘¡no!’ y entonces Siller Flores le marca a Don Jorge y le dice: ‘oiga Don Jorge mándenos un notario’; Don Jorge le dice: ‘a quien agarraste’, Siller le insiste: ‘por favor mándenos un notario público’…
y vino el licenciado Oscar Martínez Cavazos, hermano del licenciado Gabriel Martínez, se presentó con nosotros, hizo una breve pausa, un prólogo y dijo que estaba en condiciones de dar fe a lo que allí se declarara y le preguntó al Bodeguero, ¿tú nombres es?, fulano de tal, ¿es usted bodeguero?, ‘no, yo soy vacacionero’; pero aquí dice que usted recibió el cemento que está aquí, 50 toneladas, ‘si pero ya se lo llevaron’; ¿Y quién se lo llevó?, pues el arquitecto fulano de tal y el ingeniero fulano de tal, ¿dónde están?…
Lo que es el edificio de una funeraria que está por la República de Cuba, estaba en construcción ese edificio, tenía un cuarto como este –refiriéndose a la Cafetería El Pasaje, donde el pasado 21 de septiembre de 2021, se llevó a cabo la entrevista- lleno de cemento y en una casa que estaba en construcción en el Fraccionamiento del Río, también hasta el tope; ese cemento lo fueron a guardar allí un ingeniero y el hijo del jefe de panteones, los nombres nos los recuerdo ahorita…
El caso es que dijo Don Jorge ‘deténganme a esos pelados’ y que los detienen, el arquitecto estuvo en el bote –cárcel- hasta que salió don Jorge de presidente; eso fue con respecto a la construcción, pero nos fuimos a investigar quien tenía las obras, quienes eran los contratistas y resultaron que el Secretario General del Sindicato de la JAD, el jefe de personal de la Junta de Aguas y el que manejaba los dineros de la Junta de Aguas, eran los contratistas…
Ellos mismos se estuvieron despachando con la cuchara grande, usaban material, personal y maquinaria de la Junta de Aguas, pues como no iba a estar el robo y en pérdidas la JAD”.
–¿Entonces a la JAD la han saqueado desde siempre?
–Es que se maneja como si fuera autónoma y los consejeros están en el ajo o son de membrete, cómo es posible que manejes millones de pesos y estás en rojo, eso no es posible ni creíble.
“Encontramos que la Coca Cola tenía contratado un servicio comercial, cuando es industrial, ellos usan el agua no para consumo, sino para vender; encontramos que las productoras de agua purificada estaban directamente conectadas a la llave por un tubo grueso de 5 pulgadas, todas esas empresas y otras tenían contratos comerciales y deberían de ser industriales”.
Ratas de cuello blanco
José Angel Reyes Medina, recordó que como no hay control, tampoco castigo para ese tipo de robos de cuello blanco, que no se persiguen y a pregunta de qué fue lo que pasó con Juan Cruz Villarreal, este respondió:
“Cuando lo juntamos a la mesa del Consejo de Administración de la JAD y le demostramos que el dinero que gastaba era rentando dos departamentos en el Holidy Inn y de allí comer, beber, emborracharse y su mujer traía la tarjeta y dijo cínicamente:
‘si quieren renuncio’; Jorge le dijo: ‘renuncia, una hoja en blanco por favor’ y Cruz Villarreal de su puño y letra, allí delante de los que estábamos puso: ‘por convenir a mis intereses renuncio a la gerencia de la Junta de Aguas’; por la parte de atrás cruzó la hoja haciendo dos rayas de lado a lado y Jorge dijo: ‘yo nombro a Siller Flores como gerente de la Junta de Aguas’ y todo mundo aprobó”.
Para concluir esta entrevista, nuestros entrevistados coincidieron en que el pueblo no se deje engañar con el canto de las sirenas, ya que se avecina el próximo año la elección de gobernador y no todo lo que brilla es oro:
“Hay muchos suspirantes, pero pocos quisieran ser jefes de gobierno de carácter honorifico o honorario, porque ponen de por medio sus intereses y apetitos personales, por encima de los colectivos…
Tamaulipas no merece nunca más un gobierno depredador del presupuesto, nosotros alzaríamos los brazos al cielo, en señal de gratitud si el que llegase hacer gobernador siguiera los preceptos que inicialmente postuló Don Jorge Cárdenas González: JUSTICIA PARA GOBERNAR Y HONRADEZ PARA ADMINISTRAR”.
Y para rematar, Valentín Jiménez Mora y José Angel Reyes Medina, volvieron a coincidir: “eso es lo que requiere cualquier entidad federativa, un hombre que sepa administrar los recursos que son originalmente del pueblo y al pueblo deben de regresar”.