C R O N I C A S P O L I T I C A S

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Alberto Guerra Salazar

¡Tiemblen contribuyentes!

CIUDAD VICTORIA, (ASI).— Ya no es noticia que el gobierno estatal, panista, está en bancarrota. La novedad es que se activó una herencia del recaudador Arturo Soto Alemán y está causando estragos en la economía de los tamaulipecos.
Los usuarios de servicios de las Oficinas Fiscales están haciendo desembolsos importantes debido a que les están reviviendo viejos trámites que suponen adeudos que ahora deben cubrir, incluidos multas, recargos y hasta honorarios de los notificadores.
Así nos lo explicó un lector, víctima de la tortuosa maquinación de Soto Alemán diseñada cuando era sub-secretario de ingresos:
Acudió a la Oficina Fiscal para solicitar un trámite, ordinario. Introdujeron su nombre a la base de datos de la computadora oficial y descubrieron que un vehículo de su propiedad tenía pendientes de pago refrendo de placas, engomados y tenencias, por varios ejercicios fiscales.
Explicó que había vendido años atrás ese vehículo y reconoció que no tuvo el cuidado de registrar la operación en la dependencia, para que lo dieran de baja. Como le urgía hacer el trámite ordinario que lo llevó a la Oficina Fiscal, se vio obligado a pagar la deuda acumulada, para conseguir que lo atendieran.
Todos los ciudadanos están registrados en esa dependencia. Están escarbando en los archivos, modernizados mediante procesos digitales, para obligarlos a pagar deudas del pasado, así no sean de su entera responsabilidad o culpa.
En algunos casos, cuando les presentan las cuentas a pagar, sumados la suerte principal, intereses moratorios, recargas, multas, se añaden 500 pesos, números cerrados, que corresponden a honorarios del empleado de la Oficina Fiscal que acudió a su domicilio a requerirlo.
Los usuarios salen de las Oficinas Fiscales echando lumbre por los ojos y maldiciendo al gobierno y a sus titulares, pues fueron esquilmados y juran que se desquitarán cuando sean tiempos electorales y estén frente a la urna.
Un comerciante tramitó allí una constancia de situación fiscal que le costó 176 pesos, pero antes, tuvo que pagar 1,500 pesos para que le entregaran el documento, de deudas que estaban vencidas, olvidadas, caducadas.
Dejando escapar un profundo y nostálgico suspiro, el comerciante rememoró que hace apenas unos años, la Oficina Fiscal alentaba el cumplimiento de compromisos concediendo descuentos de hasta el 50 por ciento de las deudas.
“Daba gusto ponerse al corriente. Ahora, el disgusto te hace acordarte hasta de sus mamacitas”, dijo con humor ácido.

Y vienen cosas peores.

Arturo Soto Alemán, convertido en diputado local pero sin despojarse de su espíritu constrictor de recaudador, anunció con desbordada alegría, que la puesta en operación del recién aprobado Servicio de Administración Tributaria de Tamaulipas, aumentará en un 25 por ciento la recaudación de impuestos.
La voracidad insaciable de este sujeto es equiparable a su cinismo, pues todavía se atreve a burlarse de los contribuyentes cuando anuncia que pondrán cara amigable cuando los despojen de su dinero.
También miente con mucha sangre fría, al asegurar que ese 25 por ciento adicional que esperan recaudar con el SAT tamaulipeco, servirá para compensar los recortes en el presupuesto federal.
Insulta Soto la inteligencia de las personas porque ya nadie se traga la patraña de que hubo recortes federales, pero les sirve a los funcionarios panistas de pretexto, para tratar de justificar que ellos sigan encareciendo servicios e inventando impuestos.
El gran enigma sigue siendo descubrir dónde está todo este mundo de dinero pues ni modo que aleguen que se gastó en obra pública, ya que ninguno de los 43 municipios puede presumir de una inversión importante, relevante, trascendente. No hay nada.
La bancarrota gubernamental tamaulipeca quiere ser disfrazada de austeridad republicana, pero infructuosamente. Por trascendidos se sabe que cancelaron el arrendamiento de camionetas Suburban blindadas.
También es un escándalo que dejan de pagarles sus sueldos a profesores, jubilados, médicos, enfermeras, y a proveedores, incluidos los de servicios periodísticos. Edificios públicos de muchos municipios tienen cancelados el suministro de electricidad.
La vieja torre de cristal cumplió dos años de que los elevadores dejaron de estar en servicio, por falta de mantenimiento.
Sin embargo, los despilfarros siguen a la orden del día, en beneficio de funcionarios que tienen el privilegio de pertenecer o ser amigos de la pandilla en el poder. Millones de pesos fluyen sin control y sin justificación.
Por el rumbo de Reynosa, la presidenta municipal Maki Ortiz Domínguez está muy preocupada debido a que no ha podido conseguir arreglar los números de fondos federales que tuvieron un destino ignoto.
La auditoría superior de la federación le está requiriendo la solventación de varios pliegos de irregularidades descubiertas en el uso de dinero federal. El problema es que se han acumulado los casos de presuntos desfalcos.
El Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal le entregó a Maki 67.6 millones de pesos en 2017, de los cuales la ASF descubrió inconsistencias entre los reportes trimestrales y los registros presupuestales.
Este solo caso le produjo al Ayuntamiento de Reynosa, dos promociones de responsabilidad administrativa sancionadora, por incurrir en inobservancia a la normatividad, en materia de la Ley General de Contabilidad Gubernamental, de la Ley de Coordinación Fiscal y de la Ley de Obra Pública de Tamaulipas.
En fechas más recientes, la auditoría federal descubrió otras irregularidades, lo que debe agregarse a las cuentas públicas anuales que mantiene congeladas el Congreso local, también por presuntos actos de corrupción.
También en Reynosa, el abogado Guillermo Gutiérrez Riestra ya es delegado regional de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y ofreció en su discurso ponerse a hacer en serio su trabajo, pues Tamaulipas tiene récord nacional en desapariciones.
Por su parte, la diputada federal Olga Juliana Elizondo Guerra cambió ayer de partido, pues mudó del PES al PT, porque el primero ya es historia. Andaba la dama de buen humor pues hizo la broma de que si se lo piden, se lanzará por la presidencia municipal de Reynosa.
Olga Juliana fue presidenta municipal de Nueva Ciudad Guerrero, que también está desolada como toda la ribereña, por la violencia que Cabeza de Vaca dijo que iba a acabar.
Ayer se repitió el baño de sangre, pero el Gobernador anda de gira en el extranjero, predicando que él es ejemplo nacional.
En el ejido Guillermo Zúñiga, de municipio de Hidalgo, distante apenas unos kilómetros de Ciudad Victoria, hubo un ataque se sicarios a los asistentes a un palenque, arrebatando la vida de tres personas, incluida una jovencita.
En la capital del crimen hubo otros dos asesinatos, a balazos, en episodios por separado, en tanto que en Reynosa, asaltantes dejaron sin vida a un guardia privado que llevaba dinero de una empresa al camión blindado.
En la estación de policía victorense, una mujer policía del Estado se dio ella misma un balazo en la pierna, por no revisar el arma que no tenía puesto el seguro. Esa es la capacitación que les dan en el gobierno de Cabeza.
Es terrible esta situación tamaulipeca, pues el Estado está totalmente rebasado por la delincuencia, pero además, el gobierno federal brilla por su ausencia al no tener oficinas donde los ciudadanos puedan rogar por protección.
La Guardia Nacional sigue siendo aquí un espejismo.
Cumple años Enrique Rivas Cuéllar, presidente municipal de Nuevo Laredo, del PAN. Tiene el mejor regalo del mundo, pues todos los días le da pellizcos al presupuesto anual municipal, el más grande del Estado. Todos los días son de fiesta para él.
También en Nuevo Laredo festejaron por separado sus aniversarios natalicios, los periodistas Rafael del Orbe y Rendiz y Juan Manuel Reyes.
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