*Especialista en seguridad, analiza los hechos donde perdieron la vida 5 jóvenes por las balas del Ejército y afirma: “Acuerdos de protección entre estado y grupos criminales, es una realidad en Tamaulipas”.
Alejandro Mares Berrones
Lo ocurrido en Nuevo Laredo el pasado 26 de febrero, deja claro que la militarización no es lo mejor para combatir la violencia y si le agregamos los enfrentamientos del 3 de marzo en Matamoros; Tamaulipas está sumida en terror, muerte y plomo.
Para el Doctor José Andrés Sumano Rodríguez, especialista en temas de seguridad del Colegio de la Frontera Norte e integrante del Laboratorio de Estudios sobre la Violencia Fronteriza, el caso de Nuevo Laredo donde fueron asesinados 5 jóvenes por las balas de los militares, tiene dos versiones que no coinciden en muchos aspectos:
“La postura del Ejército, donde dicen que casi a las 5 de la mañana hicieron un recorrido, escucharon balazos, fueron a la zona, detectaron esta Pick Up con estos jóvenes y al verlos, aceleraron, chocaron y dicen ellos que escucharon un estruendo y que por eso activaron sus armas”.
“Por otro lado, testimonios de vecinos y personas de derechos humanos, hablan que esta camioneta había chocado y que el Ejército les disparó directamente e incluso los remató; los familiares dicen que estos jóvenes venían saliendo de una discoteca e iban rumbo a sus domicilios y se toparon con el retén militar y ocurrieron los hechos”.
“Hay versiones encontradas, el Ejército habla que se toparon con estas personas, que aceleraron, pero no han mencionado si los jóvenes traían o no armas”, puntualizó el especialista.
Enfatizó que es muy difícil que haya castigo para los militares, las Fuerzas Armadas, “no suelen ser transparentes y se entiende, en muchas ocasiones se sienten en riesgo de perder la vida, tienen un trabajo peligroso”.
Reconoce que brindar seguridad en Tamaulipas no es tarea sencilla:
“Todos los que habitamos en este estado, sabemos que existen grupos criminales con alto poder de fuego y también nuestras Fuerzas Armadas han mentido y cometido abusos, el ejemplo más claro es lo que pasó con los dos estudiantes del Tec de Monterrey, ellos iban saliendo de la escuela y el Ejército inventó que iban armados hasta los dientes”.
“La SEDENA en vez de analizar y transparentar lo que sucedió, se cierra, eso no ayuda en nada a tener confianza en nuestras Fuerzas Armadas”.
Sobre la estrategia de seguridad de Américo Villarreal, dijo que es importante revisar algunas cuestiones, ya que con el anterior gobernador la incidencia delictiva venía bajando y hoy empieza aparecer un aumento significativo de extorsiones.
Villarreal le está apostando a imitar el modelo federal, ha creado la Guardia Estatal y recientemente la delincuencia le asesinó a uno de sus elementos:
“En realidad en Tamaulipas no hay un gran cambio, estos conflictos con respecto a los acuerdos de protección entre autoridades y grupos criminales, se generan porque a veces un grupo criminal siente que se está violando el acuerdo que tenía o que alguna autoridad protege al grupo contrario, tratan de responder de esa manera”.
A bocajarro confirma:
“Lo que se tiene ahorita en Tamaulipas, es una pulverización de grupos criminales que se disputan territorio, rutas y todo esto se está dando en un contexto de cambio de gobierno, eso implica ajustes”.
“Es una realidad en Tamaulipas, los acuerdos de protección entre estado y grupos criminales y bueno con el cambio de gobierno, implica cambios en los acuerdos de protección”.
“Es difícil distinguir la frontera entre el estado y el crimen organizado, es complicado saber dónde empieza el grupo criminal y donde termina el estado, por los lazos comunicantes entre unos y otros, en todos los niveles, por eso vemos gobiernos estatales negociando con unos y gobiernos municipales, con otros; Guardia Nacional negociando con algunos y Marina con otros, etc.”.
Aseguró que la delincuencia ha llegado al grado de cooptar presupuestos de gobiernos municipales, “donde controlan hasta la basura”.