*El exgobernador priista, no solo fue “el muñeco de trapo” de Tomas Yarrington, también permitió que el Cártel de los Zetas se fortaleciera durante su sexenio en Tamaulipas.

Alejandro Mares Berrones

Lo sacaron de prisión, lo maquillaron, “le dieron su medicina”, y ahora lo postulan al Senado por el Partido Verde, se trata de Eugenio Hernández Flores; quién como gobernador de Tamaulipas, solo fue “un muñeco de trapo” de Tomas Yarrington y permitió que el Cártel de los Zetas se fortaleciera durante su sexenio.
Ahora, junto con su compañera de fórmula, Maki Ortiz, ex alcaldesa de Reynosa, ex diputada y ex senadora panista, jugarán de comparsa, para que las huestes de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, no lleguen al Senado y a su vez tampoco obtengan el PAN-PRI-PRD, las diputaciones federales que estarán en disputa.
Por eso algunos alcaldes morenistas, estarán participando como candidatos a diputados federales por el Partido Verde; la estrategia es muy simple, Morena llevará sus propios gallos al Senado, en este caso, Olga Sosa y José Ramón Gómez Leal, cuñado de Cabeza de Vaca.
El PT también lleva sus propios candidatos, donde figura el eterno aspirante –siempre participa, pero en todas las elecciones pierde-, Francisco Chavira Martínez, otro de los enemigos políticos de Cabeza de Vaca, pese a que los primeros tres años del sexenio cabecista estuvo succionando presupuesto, y hasta su propia hermana Estela, fue Secretaria del Trabajo de ese gobierno panista.
El enojo de Chavira con Cabeza de Vaca, fue que el ex gobernador no le “hizo esquina” para encarcelar a Egidio Torre Cantú, ya que el ex gobernador priista, lo mandó a prisión, así que ahora, este encabeza el grupo TUCC, “Todos Unidos Contra Cabeza”; así que en Tamaulipas, el Verde y el PT postularán a dos ex presidiarios, uno logró su absolución y el otro, sigue firmando en el Juzgado.
El caso de Eugenio, es un hecho inédito, se pasó casi seis años preso, por delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y asociación delictuosa, él argumenta que fueron “delitos inventados” por el ex gobernador Cabeza de Vaca.
Lo sacan del penal de Tenango del Valle de México, depositando una fianza de 5 MDP, además entregó su pasaporte y cada 30 días tiene que firmar en el Juzgado donde llevan su proceso, esto es para garantizar su localización, pero sobre él, pesa una orden de extradición de los EU, donde lo acusan de crear empresas fantasmas para lavar dinero producto del robo de fondos públicos.
“Geño” obtuvo un amparo, pero eso no significa que no tenga que rendirles cuentas a los gringos tarde o temprano, sin duda, Eugenio negoció con la 4T la no extradición a los Estados Unidos, pese a estar fichado por la Interpol.
En el caso de Maki Ortiz, ella ha sido la acérrima enemiga de Cabeza de Vaca y hoy junto con “Geño” se hacen las víctimas, pero también negoció la reelección de su hijo Carlos Pe؜ña Ortiz, alcalde de Reynosa que trae orden de aprehensión; bien dicen que el poder no tiene partido y el partido en el poder, no tiene M…, Memoria.
Manuel Muñoz Cano, hijo de Manuel Muñoz Rocha, aquel diputado federal acusado del asesinato del cuñado de Salinas de Gortari, es el presidente del Partido Verde en Tamaulipas, fue miembro del gabinete de Eugenio Hernández y ha sido el cerebro político financiero de este político, utilizando las posiciones de gobierno para de forma paralela y utilizando testaferros realizar obra pública.
Ahora le regresa la copa a patrón “Geño”, postulándolo al Senado, con la verborrea de que le van a tumbar la primera minoría a los partidos de Cabeza de Vaca y vendiéndole la idea de que ya con fuero, no lo podrán extraditar a los EU.
Al final de cuentas, tanto Eugenio como Maki, perdiendo, saldrán ganando y ojalá la estrategia que le está vendiendo Muñoz Cano y el Verde a Morena en Tamaulipas, no le resulte contraproducente.