Agencias
El sujeto de 58 años de edad fue sentenciado este martes a muerte por aceptar sobornos, en uno de los castigos más severos por delitos económicos en años recientes.
En casos de corrupción las sentencias suelen ser a cadena perpetua o a muerte, pero quedan en suspenso. Las condenas a muerte sin posibilidades de indulto se volvieron raras en años recientes. Dichas sentencias son apeladas automáticamente ante el máximo tribunal de China.
Lai fue investigado por el organismo anticorrupción del gobernante Partido Comunista en el 2018 y expulsado del partido ese mismo año.
En su fallo, el tribunal de Tianjin mencionó el monto «especialmente enorme» de los sobornos aceptados por Lai, diciendo que excedieron 600 millones de yuanes (93 millones de dólares) en una instancia.
En total, dijo el fallo, Lai recibió o trató de recibir 1,790 millones de yuanes (260 millones de dólares) en una década por abusar de su posición para hacer inversiones, otorgar contratos de construcción, ayudar con promociones y proveer otros favores.
Fue convicto además de malversar más de 25 millones de yuanes (casi 4 millones de dólares) en bienes estatales e iniciar una segunda familia cuando seguía casado con su primera esposa.
Aunque Lai proveyó información útil sobre actividades ilícitas de sus subordinados, la gravedad de sus faltas y «el nivel del daño causado a la sociedad» hacen que sea insuficiente para otorgarle indulgencia.
«Lai Xiaomin es criminal y avaro en extremo», indica el fallo, y añade: «Sus delitos son extremamente graves y deben ser castigados severamente de acuerdo con la ley».