Ahora las pláticas, como la entrevista de banqueta, son ahí
Los periodistas, recuento de daños
“Esculcando por los cafés de Victoria en busca de algunos de los viejos colegas del gremio –ex UPD o asociaciones- la sorpresa es que estos, café y colegas, ya no son los mismos; porque ahora, me dice un interlocutor, ´platican un ratito ahí afuera y se van´, no es lo mismo que antes, asegura, ´que algunos hasta a la secretaria se traían´”
Por Jesús Izaguirre Muñoz / El Norteño
Cd. Victoria, Tam. Lunes a media mañana, en busca de un buen café y un buen amigo de los medios le dimos la vuelta a cuatro de los principales cafés del contorno victorense, en donde los colegas de los medios hacían parte de su ronda social en busca de la noticia o complemento de la misma.
Con la sorpresa de que este segmento, oficiales o no oficiales, casi han desaparecido de los cafés mañaneros, porque en uno, me dice el tenedor de la puerta de la entrada:
—“Solamente abrimos de 7 a 10 por lo de la pandemia, pero también porque ya casi no se juntan los de los periódicos”.
En otro al asomarme, solo se veían caras más como del sector popular de las colonias y zonas aledañas a la capital, sin encontrarme en ellas ninguna cara conocida de los amigos de antaño de los medios.
Acomodado en una de las mesas del tercer café, en la entre plática con el mesero, solo el café en toda su entelequia estructura; quién me atiende, suelta su romería, al preguntarle por algunos amigos periodistas:
—“Ya casi no vienen, solo algunos por la mañana. Pero la mayoría, dice, solo viene y se ponen a platicar ahí en la banqueta y luego luego se van, ya no es como antes que hasta el carro lo paraban y algunos hasta a la secretaria se traían”
Sobraron sombreros
Recordando con nostalgia que antes en fin de año, cuando estaban los gobernadores priistas, dice:
—“Sacaba hasta los 11 o 12 mil pesos de puro aguinaldo; unos me daban mil otros 500 y así fácil juntaba mi aguinaldo. Ahora ya no hay nada de eso; todo se acabó, porque este gobernador ya no les da nada”
Platicándonos que muchos de los que tenían sus plazas a medias les pusieron un ultimátum para que se integraran a trabajar de tiempo completo o se las quitaban, comentando sonriendo:
—“Nombre la mayoría prefirió dejar sus plazas por que sacan más por fuera que trabajándolas”
Porque dice dubitativo:
—“La mayoría no ahorro, pensó que esto iba a ser para siempre y este gobernador si entro bien duro”.
Manejándose la especia de que grandes luminarias del periodismo que contaban con parte de esas plazas especiales para algunos miembros de sus familias, tuvieron que dejarlas libres ante el acoso del gobierno actual, pero que vinieron a servir para los mismos fines que los gobiernos pasados.