POR ARABELA GARCIA
Edgar Melhem reconoce labor de Chuchin al frente de Matamoros
Secretaria de turismo conoce las mejores marcas pero no sabe promocionar los mejores lugares.
Las escuelas privadas de medicina el mejor negocio, también las públicas aunque no tengan cupo.
CHUCHIN DE LA GARZA, empezó las primeras cuatro obras de un importante programa de 250 acciones que llevara a cabo en bien de las familias de esta frontera tamaulipeca; el alcalde fue acompañado por los legisladores tanto federal como estatal entre ellos, PEDRO LUIS CORONADO y EDGAR MELHEM SALINAS (ambos federales) ANTO TOVAR, JUAN CARLOS CORDOVA Y MONICA GONZALEZ (los tres del estado). Esta primera inversión fue de un monto de 7 millones de pesos.
Los habitantes beneficiados en esta gira de trabajo son las colonias México, Jesús Vega, Porvenir y Madero; el gobierno federal autorizo para esta frontera 281 millones de pesos, de estos 7 fueron para este sector.
El diputado EDGAR MELHEM SALINAS quien se encuentra en el Congreso federal de donde emanan estos recursos reconoció el espíritu y la gran labor de gestoría del alcalde JESUS DE LA GARZA DIAZ DEL GUANTE que hoy se vieron fructificados ; Matamoros es el Municipio de Tamaulipas que más recursos obtuvo en este 2017 en el Ramo 023 y el Programa de Desarrollo Regional, esto habla de la responsabilidad de CHUCHIN DE LA GARZA en el ejercicio de sus funciones como Presidente Municipal de Matamoros, expreso.
Si bien es cierto que las familias están esperando la llegada de programas sociales como despensas los cuales aún no se ejecutan, las gestiones principales de una administración deben estar encaminadas al desarrollo de infraestructura para el mejor desarrollo de una ciudad, a fin de que fluya la inversión y con ello el empleo y economía.
La Secretaria de Turismo del estado si sabe perfectamente de marcas como Louis Buitrón, Gucci, Dulce and Galbana entre otras, pero de turismo eso sí que cuando llego dijo y eso que es, pero como sucede esto?, bueno “hagan lo que quieran”, llegaba en su avión privado y se iba igual.
Ella es MARIA ISABEL GOMEZ CASTRO, oriunda de Tampico, a la fecha el tema del turismo sigue peor, la incesante inseguridad en Tamaulipas sobre todo en algunos municipios replega a los turistas y los hace girar sus mirada hacia otros horizontes y bajo la premisa de que no hay dinero es la excusa perfecta de los funcionarios incluso de primer nivel para tirar la gueva.
Se rumora la salida del Secretario de Educación en Matamoros, JOSE ANTONIO TOVAR LARA, entrando en funciones el profesor HECTOR MANUEL DIAZ SANCHEZ, al parecer esto podría ser una realidad.
A pocos días de que para el próximo ciclo escolar muchos alumnos han decidido ser médicos y otros otra carrera, nos enfocaremos al gran negocio de las escuelas, universidades de medicina que permiten que 3 o 5 mil alumnos hagan el examen y luego resulta que solamente pasan 200, pero sabe usted porque lo hacen, agarrar una buena lana.
Las Facultades de Medicina de Tamaulipas no son la excepción, también en Coahuila se las gastan igual, les dicen a los jóvenes que ya pasaron que irán de oyentes que porque los foráneos no pueden entrar solo los locales y mientras tanto el billete ya está en el bolsillo del director y los secuaces.
Por el contrario se está produciendo un fenómeno muy preocupante y que apunta a un deterioro en la formación de los médicos. Desde hace años, se ha venido alertando sobre la proliferación de facultades al margen de una planificación fundamentada en las necesidades y los recursos. Se ha denunciado el incremento desmesurado de facultades de medicina privadas. Las plazas para estudiar medicina en centros privados se incrementó en un 300 contra 100 en los públicos. En 2008 había 10 estudiantes en centros públicos por cada uno en centros privados, pero en 2013 la proporción se ha reducido a la mitad. La privatización de la educación médica es evidente.
Sin embargo, al amparo de la gran demanda de estudiantes que no consiguen ser admitidos en las universidades públicas tras someterse a las pruebas selectivas de acceso a la universidad, durante los últimos años se está produciendo una verdadera burbuja de centros privados, al parecer promovidas por «un grupo de avariciosos” y no con vocación de formación profesional en la medicina.
Evidentemente, la demanda hace de la formación de médicos un negocio potencial. ¿Es esto admisible desde el punto de vista de las políticas educativas y de las políticas de salud?
La primera consecuencia es la desigualdad de oportunidades (académicas y económicas) que implica la coexistencia y legitimación de dos modelos bien diferentes con respecto a las exigencias de ingreso y también a los estándares de control de calidad, tanto en lo que se refiere a los estudiantes como a profesores e investigadores, instalaciones asistenciales, laboratorios, etc.
La permisividad cómplice que se está produciendo por parte de nuestras autoridades hace que los centros privados que cobran elevadas tasas utilicen los hospitales y centros públicos, generando además una burbuja que seguramente generará cuantiosos beneficios económicos a quienes la promueven, pero a costa de reventar el mercado con un exceso de titulados, exprimir los recursos públicos y eludir muchos de los controles estrictos de la universidad pública para la formación de médicos
Cuando el mercado esté agotado, los mercaderes de la salud dirigirán sus empresas hacia otro nicho empresarial, seguramente el de las compañías que aspiran a gestionar los recursos asistenciales. Crear una gran bolsa de profesionales en paro no solo habrá sido un gran negocio para las empresas que promueven facultades privadas, será también un excelente vivero para contratar profesionales baratos en paro al servicio de las empresas que aspiran a gestionar la sanidad.
¿Vamos a aceptar que este capitalismo de la codicia perjudique nuestra salud y ponga en riesgo nuestros servicios asistenciales? ¿Vamos a asistir complacidos o resignados a esta invasión mercantil en un área tan sensible como la sanidad y la formación de los profesionales de la medicina?
Las autoridades políticas exhiben una gran irresponsabilidad al permitir esa especie de academias con ánimo de lucro, que adoleciendo de cualquier vestigio de excelencia científica son autorizadas para expedir títulos universitarios. El gobierno autonómico y el gobierno central tienen que acotar este despropósito. Y quienes defienden la sanidad pública, la universidad pública, la planificación política y la equidad de derechos entre los ciudadanos no pueden contemplar resignados el previsible deterioro de la formación de los médicos y de la asistencia sanitaria.
Todos pagaremos las consecuencias del enriquecimiento de unos pocos.
Sugerencias y comentarios [email protected]