Declaran al beisbolista Sergio Mitre culpable del feminicidio de la niña Inés

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Agencias

El Tribunal de Juicio Oral en Saltillo emitió su sentencia contra el exjugador de Yanquis, Marlines y Saraperos, quien enfrentará una pena de entre 40 y 60 años de cárcel.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El exjugador de los Saraperos de Saltillo, Sergio Mitre, fue declarado culpable la noche de este miércoles por el delito de feminicidio de Inés,una bebé de un año y 10 meses de edad, hija de su expareja.
Después de ocho días de audiencias, el Tribunal de Juicio Oral en Saltillo emitió su sentencia a las 20 horas: “es penalmente responsable del delito ya señalado (…) por lo anterior, este tribunal emite un fallo de condena”.
En el estado de Coahuila el delito de feminicidio se castiga con una pena mínima de 40 años y una máxima de 60 años de cárcel.
En una fecha aún por definirse, el Tribunal celebrará una audiencia de individualización de penas para anunciar los años de castigo que el pelotero de 41 años deberá cumplir en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Saltillo.
El Tribunal, que está integrado por miembros de otros distritos judiciales ajenos al de Saltillo, hizo un enérgico llamado al Ministerio Público porque fue omiso en la aplicación de la perspectiva de género.
Los tres jueces fustigaron a la fiscalía por las impresiones en la autopsia de Inés, así como el desaseo en el manejo de las pruebas de criminalística y en la investigación del contexto en que ocurrieron los hechos.
“Tenían no solo la obligación, sino incluso en el caso concreto, elementos claros de que la niña estaba colocada en un doble estado de vulnerabilidad”, se pronunció el Tribunal.
Inés falleció en el Hospital del Niño de Saltillo el 12 de julio de 2020 como consecuencia de un choque hipovolémico, aunque no quedó establecido si la niña se desangró o se deshidrató hasta perder la vida.
La menor, que fue llevada por su madre, Liliana, quien fue juzgada y absuelta por el delito de filicidio, y por Mitre al hospital en pésimas condiciones de salud, presentaba además los rasgos del niño maltratado, es decir, una serie de golpes de distintas coloraciones por todo el cuerpo; entre ellos los llamados “ojos de mapache” que se le formaron por un severo golpe que recibió y le acusó una fractura en la base del cráneo.