*Se promueve en las colonias en busca de la candidatura a la Diputación Federal, mientras que en sus oficinas… “la situación esta de cabeza”
Jorge Caleb
Con recursos de más de 34 millones 900 mil pesos, para ayuda social, según el presupuesto de egresos publicado en el periódico oficial en diciembre del año pasado, la Secretaría de Desarrollo y Bienestar Social, representa ahora…solo “un trampolín político”, que la actual secretaria Diana Masso Quintana, usa a “discreción”.
Con un sueldo de más de 33 mil pesos, a la catorcena, la actual secretaria se ha dedicado en las últimas semanas a visitar las colonias, para prom
overse rumbo a la diputación federal, “un secreto a voces” que recorre el tercer piso de la Presidencia Municipal.
“A Diana Masso se le ha subido el poder, se ha peleado con todos sus empleados, anda de mal humor, llega temprano, tan solo unos minutos y se encierra en su oficina”, aseguró uno de sus suboordinados.
“En el poco tiempo que esta en su oficina, ya no quiere recibir a nadie, bajo el pretexto que esta en reunión y cuando ya es inevitable, lo atiende por menos de 5 minutos, sus colaboradores más cercanos le hablan por celular, la secretaria se disculpa y se sale de sus oficinas”.
“De la atenta y educada que era antes, saludadora de todo el que se le atravesara, ahora Diana Masso sale apresurada de Presidencia, con la vista fija en su celular, seria, muy seria, ya no es la saludadora de antes”, se quejan sus propios colaborados.
Al interior
Sin embargo, al interior de su Secretaría, la situación no anda nada bien, aseguraron, los propios trabajadores, “bajo condición de anonimato, por obvias razones”.
Y es que, ante la ausencia de la secretaria, el mando lo han asumido los directores de las diversas áreas, creando un mayor descontento entre los trabajadores, de la secretaria.
Uno de ellos y a quien acusan de ser “déspota, prepotente y grosero”, es el director de los programas sociales, Gonzalo Gómez Sherz, que su único mérito es que es el encargado de llevar a Diana Masso al salón de belleza.
“Discúlpeme, pero aquí solo hay una jefa y es Dianita, yo no puedo darle la entrevista, vaya con ella por favor”, se excusó el director de los Programas Sociales, al solicitarle la entrevista.
Y es que hasta el tercer piso cada vez es más frecuente ver a los colonos con quejas de que fueron retirados de los programas sociales, o que se beneficia a colonos que no tienen tantas necesidades como otros.
De que el programa de la tortilla no funciona, que les llegan las tortillas cada dos o tres días duras y echadas a perder y que el proveedor principal de este programa sigue siendo el ex alcalde Mario Praxedis Zolezzi García.
Mario Zolezzi, tiene negros antecedentes de no cumplir con los requisitos para ser proveedor, sencillamente porque existe conflicto de intereses, su hermano es asesor, su sobrino funcionario público y él, es el proveedor único de la tortilla en Sedesol.
También, las quejas se dan por el mal estado de las tortillas que se entregan, de lo raquítico de las despensas y del uso discrecional en si de los programas.
Y es que el director de los Comités de Bienestar Social, Mariano Lucio Garza, desde que asumió su responsabilidad, se dedicó a desmantelar la estructura social.
Las quejas no se hicieron esperar, pero nada detuvo a Mariano Lucio Garza, que tampoco accedió a la entrevista: “el licenciado esta ocupado en una reunión, no lo puede atender”, mandó decir el licenciado con su secretaria.
Los Comités de Bienestar Social o Consejos de Colaboración Vecinal, para principio de cuentas fueron completamente renovados, para “borrar todo vestigio panista”, lo que provocó la inconformidad en la mayoría de las colonias.
Con ello vino la depuración en los padrones de beneficiarios y la ayuda para los panistas, cambió a los priistas.
“Esta es la estructura que Diana Masso está visitando en las colonias todos los días, para aceitarla, rumbo a las elecciones del próximo año”, dicen los propios trabajadores de la Sedesol.
Así las cosas en la Sedesol donde también Manuel Llamada, de la Dirección de Planeación, “se siente el propio secretario, cuando Dianita no esta”, dicen.
Otros de los no muy queridos son el director de Proyectos y Vinculación, Carlos Sarmiento y a quien lo han bautizado sus propios compañeros como “el apagafuegos”, Jorge Vega Sánchez, que es el primero que sale al paso ante los colonos que llegan a quejarse a la secretaria e incluso a presidencia.
Aunque existe un reglamento de los Consejos de Colaboración Vecinal, los que tienen por objeto coadyuvar con el gobierno municipal en la identificación, definición y ejecución de obras y acciones necesarias para alcanzar el nivel de bienestar social y familiar al que todos los matamorenses tienen derecho.
Resulta que estos consejos, en cada administración sufren una metamorfosis, de azul a rojo o viceversa, es decir, se encuentran politizados y funcionan más a los intereses del partido
gobernante que para lo que han sido creados.
Un Consejo puede tener una organización de más de 50 miembros, que incluye a un Consejero General, un secretario y los integrantes de 10 comisiones, cada una de 3 o 5 miembros.
Lo anterior, ha servido para que los partidos políticos como el PRI y el PAN, formen a través de ellos sus respectivas estructuras políticas, pero estos consejos no fueron creados para eso, sino todo lo contrario, para fomentar la participación de los ciudadanos en el proceso de desarrollo municipal, de su colonia y solucionar las necesidades más apremiantes de sus vecinos, sin distinción de color, piel o partido político.
Pero resulta que cuando en alguna colonia se da una elección para formar un Consejo de Colaboración Vecinal, siempre se da la rebatinga entre el PRI y el PAN, por lo tanto, se debería de adicionar el artículo 17, fracción VIII, del Reglamento de los Consejos de Colaboración Vecinal…
El citado numeral señala que para formar parte del Consejo es necesario no ser dirigente de un partido u organismo político…a esta fracción se le debería de agregar “y ser apolítico”, o sea, que los miembros de estos consejos no deben tener partido político, ni siquiera simpatizar con alguno de ellos, porque su fin no es ese, pero ocurre todo lo contrario.
La secretaria
Por varios días se intentó entrevistar a la secretaria sin éxito, la última vez, fue en noviembre del año pasado, la secretaria de Desarrollo y Bienestar Social, Diana Masso anunció el programa de Seguro de Vida para Jefas de Familia. 
“En estos momentos estamos trabajando en la promoción de este programa federal denominado Seguro de Vida para Jefas de Familia, que lo vamos a trabajar aquí por el municipio”, anunció la secretaria de Desarrollo Social Diana Masso Quintana.
“El programa buscará a mujeres que sin importar su estado civil, sean madres de entre los 12 años a los 68, con hijos de cero a 23 años”, dijo en aquella ocasión.
Y al abordar el tema de los programas locales, mencionó que en los programas locales están valuando aquellos que son los más requeridos por la población en el rubro de alimentación, a nivel municipal.
“Trabajando en el diagnóstico y una vez que el presidente lo analice, vamos ver cuáles serán los programas alimenticios que se seguirán poniendo en marcha”, concluyó entonces.
¿Cuánto le está costando a Matamoros?, el tener una secretaria de Desarrollo Social, que ha presentado un nulo trabajo, con programas sociales que solo llegan a unas cuantas personas, con problemas en las colonias por la parcialidad en la que se forman los Consejos de Colaboración Vecinal, con fines políticos y no sociales, y con la intención de utilizarlos como un trampolín para acceder a un puesto de elección popular.
