Alejandro Mares Berrones
Hay quienes definen a la política como “el ejercicio del poder”; entonces todos aquellos que se dedican a la “cosa pública”, los conocemos como políticos y estos solo buscan poder.
Por eso no nos debe de extrañar, que el panista Javier Corral, ex gobernador de Chihuahua y el priista Alfredo del Mazo, ex gober del Estado de México, vayan al Senado por la vía plurinominal por Morena y no por el PAN o el PRI.
Lo anterior solo es un ejemplo, de la nueva forma de hacer política en México, aunque la traición a la militancia que los hizo gobernantes, sea la herramienta de un nuevo Sistema Político Mexicano, la capirotada perfecta para continuar en las mieles del poder.
La ideología y los principios de la “moral política”, solo es un árbol que da moras, el interés es el que mueve a nuestra clase gobernante, muchas de las veces para enriquecerse o simplemente para continuar con la dulzura que da el “poder”, el que se vuelve adictivo como el fentanilo o como las Sabritas, “no puedes comer solo una”, se convierte en una adicción insaciable.
El poder no tiene partido, tiene intereses; al rato no se vaya a sorprender que todos aquellos políticos que estén presos o lo hayan estado, tanto en México, como en los Estados Unidos, los volvamos a tener de regreso como candidatos a diputados, senadores e incluso gobernadores, porque son parte de la fauna política que nos gobierna.
En este año sale Tomas Yarrington, de la cárcel donde se encuentra recluido en los Estados Unidos y si en México, libra las acusaciones que tiene en su contra, delo por hecho que en el futuro lo verá en la boleta electoral, porque “el poder no tiene partidos”, al pueblo se le borra la memoria y la legislación electoral permite que sean postulados.
Está el caso de Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, casi seis años en prisión, su proceso penal continua y con ficha roja por parte de la Interpol, para ser extraditado a los EU, ahora muy mondo lirondo anda de candidato por el Partido Verde al senado de la república, jugándole las contras al PRI que lo hizo alcalde y gobernador.
El Verde se aventó un volado con Eugenio, que tal si a mitad de campaña, el ex gobernador es sentenciado o ya como senador no sale absuelto, ¿a poco le vale el fuero?.
También está el caso del ex gobernador panista de esta misma entidad, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien tiene orden de aprehensión y Acción Nacional lo lleva en la primera posición para una diputación plurinominal.
Por las razones que sean, la clase política busca las posiciones políticas para tener poder: el del fuero, el del dinero, el de las relaciones, el del partido…
¡Sí!, el del partido, porque también los partidos cobijan y blindan de poder a sus miembros distinguidos, les regalan regidurías, sindicaturas, puestos burocráticos, los hacen diputados locales, federales, senadores, gobernadores, secretarios.
Los partidos, en esencia son la fuente del poder político; de esas alianzas y coaliciones salen los que gobernaran a las masas, al vulgo, al pueblo, al infeliciaje, a los desamparados, a los que menos tienen, a los que no leen, a los que no están informados, a los que votan.
Los políticos en campañas, prometen el cielo y las estrellas, que gobernarán con justicia y equidad, que serán ejemplo de transparencia, de honestidad, que legislarán para que exista justicia social y crearán leyes que protejan los derechos y la dignidad humana.
En fin, estamos a unos días, de que la clase política te bombardeen con toda clase de propaganda y publicidad, ellos buscarán convencerte de que les des tu voto y peor aún, algunos tratarán de comprarlo, ofreciéndote regalos, dadivas, promesas…
Pero sabes algo, querido y caro lector, tu como elector, también tienes poder; el poder que te da tu voto.