Emilio Castañeda, “el esquirol del Verde…nadó de muertito”

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*Sueña con ser gobernador como Tomás Yarrington, votar por él sería un desperdicio

* Desde el inicio de su campaña, en el mes de mayo, el priista encubierto, mostró que solo venía a “taparle el ojo al macho” y a estar a las esperanzas de “las negociaciones políticas”, después del proceso electoral.

   Redacción   

   “Nadar de muertito”, esa es la frase perfecta para etiquetar al candidato a la Diputación Federal por el 4 Distrito, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Emilio Xavier Castañeda Castañeda, que a menos de 2  semana de concluir las lecciones, prácticamente…mostró su lado priista, quiere ser gobernador como Tomás Yarrington.
Aunque también la juega de esquirol del gobierno panista, en donde se encuentra en la nómina del estado.
   Y es que desde siempre, sus antecedentes lo marcarán de por vida, priista, colaborador de ellos y “mercenario de la política, para tener Jugosos ingresos”.

   Todos lo recuerdan no en ese partido, sino en el PRI, desde siempre: por ejemplo, que en el 2 mil 16 todavía, antes de que llegaran “los aires de cambio”,  aparecía en la estructura del Instituto de la Juventud de Tamaulipas, como uno de sus proveedores al corriente con 30 mil pesos pagados, por gastos de viaje, pero 6 mil en deuda.
   Emilio Castañeda, empezó tarde su campaña, aducía ante sus colaboradores la falta de recursos, pero hizo promesas por todos lados, incluso  a sus colaboradores.
    En sus oficinas, en la Diagonal Cuauhtémoc, solo hay  un triste escritorio y 2 jóvenes mujeres que le ayudan a atender a las personas y a su equipo. 
   La mayoría de sus eventos, son reuniones privadas con sus promotores y gente de su partido, como las del martes 19 de junio y las de una semana anterior, las visitas de campo, fueron tan escazas que se pueden contar con una mano y solo pueden verse en Facebook.
   En ese contexto, Emilio Castañeda, mostró a lo que venía a la candidatura a la diputación federal… solo a tratar de despistar al enemigo.
     Su última publicación en internet data de ya de más de 4 días, cuando ya el final de las campañas se acerca, y es que Emilio Castañeda, no es mas que un vulgar y corriente esquirol, pagado desde ciudad Victoria, para restarle votos al PRI.             

      Lo ya conocido

   Es el caso del candidato del Verde, Emilio Xavier Castañeda Castañeda, que antes de su incursión en elecciones, estuvo siempre ligado al PRI, a sus organizaciones e  instituciones.
   Y es que, desde que se desató el problema en la dirigencia del Partido Verde, a mediados del 2mil 17, en la capital del estado, Ciudad Victoria,  trascendió que el conflicto era auspiciado desde la Secretaría General de Gobierno de Cabeza de Vaca.
   De esa manera para las elecciones del 2 mil 18 se esperaban candidatos “a modo,” para debilitar al PRI y dejar que el PAN arrasara en toda la entidad.
   En ese contexto, Emilio Xavier Castañeda Castañeda, inició su campaña, con escasos recursos, estructura y deseos reales de ganar, sino más bien de hacerle “la comparsa” al PAN, desde el PRI, aseguran sus detractores.

   Lo primero que hizo fue instalar sus oficinas en la Avenida, Diagonal Cuauhtémoc, desde donde presuntamente opera, su campaña, pero la verdad es que presencia en los medios y de las redes sociales, es muy escaza… o nula.    
   En las pocas entrevistas que se han dado a conocer de él, se presenta como un joven apenas egresado de la Universidad de Nuevo León y con los deseos de “servirle a la gente”.
   Pero de su pasado priista ya no se acuerda, por ejemplo, que en el 2 mil 16 todavía, antes de que llegaran “los aires de cambio”,  aparecía en la estructura del Instituto de la Juventud de Tamaulipas, como uno de sus proveedores al corriente con 30 mil pesos pagados, por gastos de viaje, pero 6 mil en deuda.
  En aquel entonces y bajo la administración del entonces gobernador Egidio Torre Cantú, el director general del instituto era Roberto Huerta García.
    Con apenas 10 años de incursionar en la política, egresado de una Universidad de Monterrey, quiere “comerse el mundo”, pero con la visión de ser “gobernador… algún día”.