Alejandro Mares Berrones
Sergio Zermeño, gerente administrativo de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, fue despedido el 5 de julio del presente año; pero gracias a una maniobra política del alcalde con licencia Mario López, hoy diputado electo, lo rescató y lo volvió a instalar en ese cargo.
Faltan unos días para que inicie la entrega-recepción del nuevo gobierno que encabezará el Licenciado Alberto Granados y ya “La Borrega” tuvo que suplicar en Ciudad Victoria, que no le corrieran a su contador Zermeño, de perdido hasta que concluya este trienio, donde todavía él sigue mandando y el médico Rubén Sauceda es solo un muñeco de trapo, que Mario López mueve a su antojo.
La orden del despido fulminante de Sergio Zermeño, dicen que salió de la Secretaría General de Gobierno que timonea Héctor Villegas “El Calabazo”; quien le quiso dar una estocada a “La Borrega” por las tantas groserías que el alcalde con licencia de Matamoros, le ha hecho al funcionario estatal en lo particular.
Y no se diga de Beto Granados, alcalde electo de esta ciudad, al que Mario López “La Borrega”, trató de bloquear por todas las vías, con calumnias y difamaciones, inventando una sarta de mañas e incluso ordenó al director jurídico de la JAD, que denunciara penalmente a Beto.
Cuando “La Borrega”, vio que Beto, tenía todo el apoyo del Gobernador Américo Villarreal, de su hijo Américo junior, de la Licenciada Adriana Lozano, de “El Calabazo” y de todos los compañeros del Congreso del Estado y principalmente el apoyo generalizado del pueblo de Matamoros, de Morena; Mario López, hipócritamente empezó a recular, abrazó a Beto y a Tony Granados…
Incluso, hasta le levantó el brazo a Beto, en uno de los mítines de campaña, en uno de los actos más hipócritas que se le hayan visto a Mario López “La Borrega”; pero la traición definitiva y en donde se le escurrió el maquillaje, fue el día de la elección, cuando en vivo y a todo color, antes de doblar las boletas electorales, se le descubrió que votó por Leticia Salazar y no por Granados.
Allí en ese momento, Mario López, consumó la traición, se convirtió en un traidor, no solo contra Beto Granados, sino contra su jefe político, el gobernador del estado y contra el partido Morena que lo hizo alcalde en dos trienios, tiempo en el que se ha enriquecido.
Ya habíamos comentado, que “alcalde, no pone alcalde” y “La Borrega” quería imponer a Carlos Ballesteros, un funcionario al que pretendía manejar como testaferro y seguir él siendo el presidente municipal tras bambalinas; “nunca de los nuncas”, un alcalde o diputado federal va a poder más que un gobernador.
Ya sabían que “La Borrega” los iba a traicionar, porque es parte de su ADN; ya había ofendido a las bases de morena, con recordatorios maternales y orquestado toda clase de trampas contra Beto Granados y su familia, y le dieron la última oportunidad y los volvió a traicionar.
Hoy “La Borrega” es diputado federal electo, tomando protesta constitucional ya será legislador con fuero, pero si se le descubre que saqueo los dineros del pueblo, le vendrán más cobros de facturas a Mario López y es muy probable que lo pongan de ejemplo, pues en Morena no cabe la corrupción.
Por lo pronto lo de la JAD, es solo un aviso, porque también habían despedido a Alberto de la Tejeda, director de contabilidad y a Maira Serrato, de Recursos Humanos y “La Borrega” los rescató.
La pregunta que queda en el aire es: ¿perdonará Beto Granados las afrentas y traiciones de Mario López “La Borrega”?; quizá si, quizá no…en mi particular opinión, pienso que a “La Borrega” ni Dios lo perdona y eso que el Creador es misericordioso y es que Mario López, se pasó de serpiente.