EN PARTIDA DOBLE

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Alejandro Mares Berrones

“Las barbas”…de Luebbert

Sin duda, la aspiración de Sergio Guajardo para dirigir el PRI estatal, ha molestado a muchos priistas en el estado, principalmente, porque es un secreto abierto que detrás de este personaje se encuentra el traidor de la derrota tricolor, el ex gobernador Egidio Torre Cantú, quien ahora goza de impunidad, la que le brinda Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Otro de los personajes que levantó la mano y abrió el “piquillo” para ir por la dirigencia del PRI estatal,  fue Oscar Luebbert Gutiérrez, ex senador y ex alcalde de Reynosa, quien según lo dio a conocer Milenio, trae graves problemas con la justicia…
La información de Milenio, señala que el ex alcalde de Reynosa se encuentra embarrado con la delincuencia organizada y el dato de prueba es una denuncia presentada ante la PGR, en octubre de 2007, por un grupo de panistas, hoy funcionarios del gobierno estatal…

La historia negra de Luebbert

Según Milenio, en el año 2007, Óscar Luebbert contendió para ser alcalde de Reynosa por segunda vez, comicios que se efectuaron el 11 de noviembre.
El 31 de agosto de ese año, hombres armados ‘levantaron’ a su adversario panista Gerardo Peña Flores (actual secretario de Desarrollo de Bienestar Social del Estado), a quien con amenazas de muerte exigieron que declinara «porque la alcaldía estaba destinada al candidato del PRI».
La nota menciona que el jefe de plaza de aquel entonces de la delincuencia organizada en Reynosa, fue quien dio la orden de que se apoyara a Luebbert y que levantaran a Peña Flores.
“El hecho fue denunciado el 16 de octubre de ese año ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR, con copia a las Secretarías de Gobernación y Seguridad Pública”, dice la nota de Milenio.
Los denunciantes fueron los entonces diputados federales Raúl García Vivián (actual gerente de la Comapa de Río Bravo) y Omeheira López Reyna (actual directora del DIF estatal), así como los candidatos a diputados Alejandro Sáenz (ya fallecido) y Francisco García Cabeza de Vaca (actual gobernador), además de Gerardo Peña y Jorge Espino Ascanio (actual Auditor Superior del Estado).
Todos ellos miembros del PAN, señalaron al candidato priistentre-lineas-33054a Óscar Luebbert, al presidente estatal del partido, Ricardo Gamundi Rosas; a Rubén Galván, presunto enlace con la delincuencia organizada y a quien resultara responsable de lo sucedido.
Milenio reveló que en la denuncia interpuesta por los descritos, ya había sufrido efecto en otras partes del estado, donde los candidatos panistas renunciaron por temor hacer asesinados y que funcionarios del gobierno municipal panista de Reynosa, estaban siendo atemorizados, como fue el caso del secretario de Desarrollo Económico, Leonel Cantú, a quien le fue incendiada una refaccionaria de su propiedad la madrugada del 14 de septiembre, además de recibir llamadas telefónicas para amenazarlo de muerte.
La nota da a conocer que los denunciantes afirmaron que la delincuencia organizada operó políticamente a favor de Oscar Luebbert Gutiérrez, usando a Rubén Galván Ramírez, para sembrar el temor entre los panistas.
La nota publicada en Milenio, da para más y dice:
En la misma denuncia, se dio a conocer que un colaborador de la entonces senadora Lázara Nelly González Aguilar, de nombre Guillermo López Laguna, fue agredido para llevar el mensaje de «bajarle» a las declaraciones contra el gobernador Eugenio Hernández, porque de lo contrario, «la iba a pagar muy caro».
Por aquellos días, legisladores federales del PAN lanzaron un spot para exigir que el entonces mandatario sacara las manos del proceso electoral, por medio del cual se renovarían 43 alcaldías y 19 diputaciones locales de mayoría.
Y rememoran como cayó “la mano de derecha” de Luebbert
Luebbert ganó la alcaldía y a cuatro meses de iniciada su administración, elementos de la Policía Federal, apoyados por el Ejército sitiaron la Secretaría de Seguridad Pública Municipal para aprehender a su titular, por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Se trataba de Juan José Muñiz Salinas, alias «El Bimbo», un exagente de la Policía Ministerial que fue nombrado secretario de Seguridad a petición de la delincuencia organizada convirtiéndose en el hombre de confianza de Oscar Luebbert.
Y resultó que “El Bimbo”, tenía una serie de rosarios (PGR/UEDO/111/2003 y PGR/ SIEDO/UEIDCS/2009) y era considerado por la DEA como miembro importante de un cártel de la droga, además de operador de Tomás Yarrington Ruvalcaba, hoy preso en Italia y de Antonio Peña Arguelles, así como de Oscar Luebbert.
Testimonios ante la DEA (case 5:12-mj-00120- NSN en una Corte de Texas) y PGR (la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009), señalan que Muñiz Salinas se encargaba de recolectar dinero de los cárteles de la droga para algunos alcaldes del PRI y para la campaña política de Tomás Yarrington, quien en ese entonces buscaba ser el candidato a la Presidencia de la República, dice Milenio en su información revelada.
La nota de Milenio concluye:
En el gobierno de Yarrington, Luebbert fue secretario de Desarrollo Social y logró que éste lo hiciera candidato al Senado, accediendo al escaño en el año 2000.
En días pasados, Óscar Luebbert dio a conocer que aspira a la presidencia del PRI estatal, partido que perdió la gubernatura, mayoría en el Congreso y en las alcaldías en junio de 2016 y el estado se pintó de azul para dar al paso a la alternancia encabezada por Francisco García Cabeza de Vaca.
El priista mantiene un franco activismo en redes sociales y reuniones con militantes del tricolor en todo el estado, a quienes ha pedido su respaldo para la elección interna que se realizará el mes de agosto.
Incluso, en su cuenta de Twitter, cuestionó el nombramiento del delegado de la SCT en Tamaulipas, William David Knight Bonifacio, suegro del senador panista Roberto Gil Zuarth.
El fuego amigo
Lo anterior es lo que dio a conocer Milenio, que a simple vista indicaría que son los panistas en el poder, quienes ahora buscan venganza, para descarrilar el tren en el que se ha subido Oscar Luebbert, con miras a la dirigencia del PRI en el estado.
Como en párrafos anteriores se dijo, que el gobernador panista fue uno de los denunciantes de estos hechos, no creo que le tiemble la mano a Cabeza de Vaca, para utilizar el poder mEgidio Torre Cantu salio apapachado, no vaya a salir como el de Veracruz.ediático del que hoy tiene a su disposición.
Por lo que no se descarta que no hayan sido los panistas quienes le dieron tal exhibida a Oscar Luebbert, más bien esto se parece al fuego amigo, que se está dando hacia el interior del PRI tamaulipeco, ya que los grupos priistas quieren la dirigencia estatal y se encuentran desunidos, por eso la rebatinga…
A causa de la traición de Egidio Torre Cantú, quien ha movido las fichas a su favor para apoderarse de la dirigencia, con miras de ser Senador de la República y alcanzar el fuero constitucional, pues Cabeza de Vaca no lo va a poder cobijar por tanto tiempo.
Ya se dijo, que Sergio Guajardo es el alfil de Egidio y además la convocatoria para la elección de la dirigencia estatal está a favor de Torre Cantú, pues la gran mayoría de los consejeros políticos son afines al ex gobernador…
No se puede descartar que la estrategia del grupo de Egidio, haya filtrado los antecedentes de Oscar Lubbert, para meterlo en cintura y alejarlo de su intención, ya que el ex alcalde de Reynosa, sería un serio contrincante para Sergio Guajardo…
Además de que con esos antecedentes a Oscar Luebbert, no le queda de otra, que ir por todo o nada, ya que puede correr la misma suerte que su compadre Tomás Yarrington Ruvalcaba, pues de que está embarrado, eso nadie lo duda.
Por cierto, dice un refrán que cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, espero que esto no llegue a mi Matamoros, lindo y querido, ya que el también ex alcalde de mi pueblo, Erick Silva Santos, traía la calentura de que también buscaría la dirigencia estatal tricolor.
Y es que Oscar Luebbert y Erick Silva, tienen las tablas suficientes y el carisma necesario para dirigir al PRI estatal, solo que sus pecados, no se les quita con ninguna clase de penitencia, es más ni bañándolos con agua bendita.
Es curioso, dicen los amigos colegas de Reynosa, que al que ven muy seguido rezando en la Catedral de aquella ciudad es a Oscar Luebbert; quiero decirles que eso mismo ocurre con Erick Silva, todos los días visita la catedral de Matamoros…
Y es que estos personajes primero le sirvieron al Diablo y ahora quieren el perdón de Dios.
Nos vemos en la próxima y recuerden: ¡El lenguaje como legítima defensa!.
¡Hipócritas!, ¡Fariseos!…