La Unión Europea (UE) busca convencer a México para negociar un acuerdo de liberalización del tráfico aéreo bilateral que, según sus cálculos, podría generar 900 millones de euros (alrededor de mil 100 millones de dólares) en ingresos para ambos en los ocho primeros años de su entrada en vigor.
En su reciente visita a México, la pasada semana, la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, llevó en su equipaje un listado de los potenciales beneficios de dicho acuerdo, que presentó a los secretarios mexicanos de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y de Turismo, Enrique de la Madrid.
El objetivo de la funcionaria era sondear el interés de las autoridades mexicanas, antes de solicitar un mandato negociador a los gobiernos de la UE, según pudo saber Notimex.
La comisaria les señaló que la apertura de ambos mercados aumentaría el tráfico aéreo bilateral en unos 335 mil pasajeros al año y generaría unos 900 millones de euros en ingresos entre 2018 y 2025, además de crear unos mil 500 puestos de trabajo en ese período.
Bruselas sostiene que el turismo entre México y la UE está muy poco explotado.
México tiene una población de 127 millones de personas, pero menos de 1.5 millones de mexicanos visitaron un país europeo en 2016.
Del otro lado, la tendencia es similar: solo 1.8 millones de europeos, entre una población de 500 millones, visitaron México en 2016.
Las cifras dan idea del potencial de crecimiento del mercado del turismo y del transporte aéreo, argumenta la Comisión Europea (CE).
El establecimiento de acuerdos de tráfico aéreo con países y regiones considerados clave se convirtió en una prioridad estratégica para la UE en 2015.
Desde entonces, la mancomunidad ha firmado pactos con nueve países o bloques regionales, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Suiza e Israel, y está negociando con otros cuatro.
El tratado firmado con Israel en 2013 es un ejemplo de éxito: impulsó el tráfico aéreo entre el país y la UE en un 32 por ciento, hasta un total de 10 millones de pasajeros en 2016.
Además de México, Bruselas intenta convencer también a Brasil, China y los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico a iniciar negociaciones similares.