La hoy asesora e instructora de los nuevos silbantes recordó que su andar en esta labor como árbitro asistente fue impulsada por su hermana Virginia Tovar, la primera mujer en ser juez central en un partido de Primera División en México.
“Inicié por mi hermana, me hizo la invitación, la cual acepté y empecé a participar el partido desde niños, en amateur y después hizo el curso de profesionales como me gustó y a partir de ahí empecé a crecer poco a poco”, dijo en entrevista en Notimex.
Dejó en claro que nunca se sintió agredida por sus compañeros, sino que más bien esa resistencia y discriminación fue por parte del público en los estadios, así como por los futbolistas.
“Discriminación más por el público y por los jugadores porque no nos aceptaban. En el público nos gritaban que nos fuéramos a lavar los trastes, que mejor atendiera mi marido porque el futbol era algo de hombres y comentarios de ese tipo”, apuntó.
Explicó que los patea balones hacían comentarios como “una vieja de árbitro”, lo cual las obligaba a hacer un doble esfuerzo porque el hecho de ser mujeres “y a pesar que estábamos cerca de la acción siempre había reclamos”.
“Nosotros decíamos ‘hay quienes (silbantes) no salen de medio campo y no les dicen nada solo por ser hombres’, pero en el futbol profesional no reclamaban nada, no se animaban a decir nada, si le bajaban a los reclamos. 
«Los mismos jugadores fueron conociendo y se dieron cuenta que había capacidad, que el trabajo que realizábamos era de calidad, así fue con la aceptación, pero debo admitir que nos costó un poco de trabajo”, explicó.
Comentó que ese andar para convertirse en precursores de la mujer en el arbitraje mexicano no fue nada sencillo, sin embargo, tuvo su recompensa al plasmar que una fémina es capaz de hacer tan bien el trabajo como un varón en un juego de hombres.
“Nos tocó ser el parteaguas y nos costó un poco más de trabajo a las que siguen, pero si se abrieron puertas y fue para bien del arbitraje femenil. 
«También las mujeres demostramos que somos capaces de hacer cualquier actividad y no pedimos igualdad sino equidad de género y de oportunidades también porque el esfuerzo y la capacidad la podemos realizar al igual que todos”, sentenció.

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