Jacinto Treviño una leyenda viva

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*Su corrido aún se escucha por todo el norte de Tamaulipas y era de Matamoros… “Usaba pistola y también carabina”

Redacción / El Norteño

“La lírica del corrido de Jacinto Treviño es el resultado de una fusión de dos historias que se desarrollaron durante la segunda década del siglo XX.
“Es el imaginario social el que decide recoger el nombre de uno de los protagonistas de los años 20´s a los 50´s y extrapolarlo a una historia diferente de la misma época.
“Creando así un superhéroe imaginario que confronta a los “rinches o ranger´s” de Texas” dentro de la cosmovisión que manejaba la sociedad mexicana en ambos lados del bajo río Bravo o Grande, durante esos años de la revolución”, afirmó el antropólogo Martin Salinas Rivera.
  Ese personaje, Jacinto Treviño, sea o no real, hay personas que aseguran, que por pláticas de quienes lo conocieron o supieron sobre él, aseguraron que era avecinado de la zona nororiente de la ciudad, Matamoros Tamaulipas.

 

A Jacinto Treviño, que según el corrido “era un hombre de carabina y pistola”, se le ubicó en Matamoros, allá por el barrio de la Tercera y Bravo, donde nació y donde aún tiene familiares.
De allí provienen muchas de sus leyendas y anécdotas, relatos de historias cortas y de sus romances.
En su corrido, no se narra sobre otros hechos conocidos en su vida que se han encontrado, por antropólogos e historiadores de la región y de las ciudades vecinas en la frontera norte de Tamaulipas.

 

Solo es la versión de un hecho violento en una cantina de Brownsville, en donde se topó con un grupo de los conocidos ranger´s de Texas, que tienen la seguridad del Condado.
“Ya con esta van tres veces
que se ha visto lo bonito
La primera fue en McAllen
en Brownsville y en San Benito
“En la cantina de Vega
se agarraron a balazos
por donde quiera volaban
botellas echas pedazos
“Esa cantina de Vega
al momento quedó sola
nomás Jacinto Treviño
con carabina y pistola
“Decía Jacinto Treviño
que se arrastraba de risa
a mí los güeros me hicieron
los puños de la camisa
“Decía el Sheriff Mayor
como era un americano
hay que Jacinto tan hombre
no niega ser mexicano
“Ya con esta me despido
aquí en presencia de todos
si me quieren conocer
los espero en Matamoros

La leyenda negra

Este Jacinto Treviño, debió nacer alrededor del año de 1880, todo indica que vio la primera luz en Tamaulipas, (en Matamoros) siendo su padre Felipe y su abuelo Francisco. En un momento dado se fue a vivir a Texas.
Relata Clara Zepeda en la revista “Folklore of the Río Grande Valley” lo siguiente:
“Jacinto pasaba de los 30 años de edad cuando en mayo de 1910, llegó a una estación de bombas de agua del Río Grande, en San Benito, Texas, llamada “Estación Ohio”, ahí trabajaba un primo suyo en los canales de irrigación. En el momento en el que llegó Jacinto al lugar, el ingeniero James Darwin, capataz a cargo, fueteaba a un joven, resultando ser éste su primo, el cual salió en defensa de su pariente, que tenía 20 años de edad el cual se había “atrevido a ver a una norteamericana”.
Surgió un tiroteo, Jacinto Treviño le disparó al capataz, matándolo.
Jacinto huyó, pasó a México. Dos meses después, en el mes de julio, otro primo de Jacinto llamado Pablo, lo invitó a una carne asada que se daría en su honor, asegurándole que ya no lo estaban buscando, que podía regresar a Texas sin problema alguno.
Pablo mentía, lo había traicionado, estaba planeado capturarlo en una emboscada.
Mientras iban acercándose a la pequeña ciudad de Los Indios, Texas, el caballo de Jacinto empezó a actuar de forma extraña, Jacinto sintió que iba hacia una trampa.
Le dijo a Pablo que estaba intranquilo, que algo andaba mal, éste insistió que todo estaba bien. Sin embargo, Jacinto seguía percibiendo peligro por lo que optó por separarse y así se lo hizo saber a Pablo, quedando en encontrarse en cierto punto. En donde estaba un árbol de ébano.

Jacinto siguió con sigilo, camuflado; su innato instinto lo salvó, sorprendió a los que estaban esperándole, tendiéndole una emboscada.
Hirió de muerte a su traicionero primo, así como al Teniente George Carnes, de los Rurales de Texas. Salió huyendo a México y regresó a La Brigada.
Este incidente fue excusa para que los Texas Ranger´s fueran a Los Indios, Texas. Los ciudadanos fueron acorralados, interrogados, varios Treviño, hombres de la familia de Jacinto fueron torturados, fueteados y colgados, no hasta que perdieran la vida sino hasta que perdían la conciencia.
Un medio hermano de Jacinto quedó sordo de los golpes que recibió. Las torturas duraron todo un día y una noche, nadie confesó lo que los Texas Ranger´s querían saber”.
Surge así la “Leyenda de Jacinto Treviño”. A partir de entonces, cualquier rural texano o norteamericano muerto se le atribuía a él.
Sí dio muerte a su primo Pablo, también al teniente de los rurales, no así a todos los otros muertos que se le atribuyen, formándose una interminable lista de nombres.
La versión oficial de los Texas Ranger´s es la siguiente:
OFICIALES CAÍDOS – Domingo, 31 julio 1910 – Ranger Quirl Bailey Carnes – Texas Rangers  Estado: Texas – Edad: 26 años – Tiempo de Servicio: 1 año 7 meses – Causa de la Muerte: Arma de Fuego – Arma Utilizada: Rifle – Información del sospechoso: Jacinto Treviño
James Darwin, un joven ingeniero de la Compañía de Tierra y Agua de San Benito, fue asesinado por Jacinto Treviño. La compañía ofreció una recompensa de 500 dólares.
El primo de Treviño, Pablo, informó a las autoridades que Jacinto intentaba regresar de México y matar al jefe de ingenieros de la Compañía.
Pablo condujo a los Texas Ranger´s Q. B. Carnes y Pat Craighead, Cameron County Deputy Sheriffs Henry B. Lawrence and Earl West, y seis empleados de la compañía a un lugar cerca del Río Grande (Río Bravo)en donde Jacinto supuestamente iba a cruzar. Se separaron en cuatro grupos.
Después de la media noche, escucharon a un grupo de hombres que se aproximaba. Uno de los oficiales le pidió al grupo que se detuviera.
Se desencadenó un tiroteo. Lawrence y Crane se separaron cuando salieron en cuclillas de su escondite. Lawrence murió instantáneamente de siete disparos en el lado derecho de su cabeza.
Carnes fue herido de muerte con siete heridas de rifle, un disparo entró por la parte de atrás de su cabeza saliendo por su ojo derecho. Se mantuvo con vida hasta las nueve de la mañana.
Craighead and West procedieron a ayudarle. West fue herido de un tiro. Craighead entonces fue a conseguir refuerzos.

 

Disparó un “tiro señal” como había sido acordado, pero los refuerzos abrieron fuego y lo hirieron. Una cuadrilla encontró el cuerpo de Pablo Treviño después del amanecer.
Jacinto Treviño nunca fue arrestado y desapareció en México. Las autoridades creen que Pablo llevó a los oficiales a una emboscada.
El Ranger Quirl B. Carnes nació el día 1° de junio de 1884, era soltero, tenía 26 años de edad. Fue enterrado en Floresville en el Condado de Wilson. Se había enlistado en la Compañía B, en diciembre 4 de mil novecientos ocho (1908).

El final de la leyenda

 Para la investigadora Melabordey Pérez Treviño, todo indicaba que Jacinto, el del corrido, se casó dos veces y tuvo aproximadamente ocho hijos, nunca fue apresado, falleció alrededor del año 1930, en Texas, allá en su barro de la Tercera y Bravo.
“Platicando con mi primo, Mario Treviño, pude determinar el ¿por qué que estaba yo tan confundida, con los Jacintos Treviño? Él me hizo ver que era porque los nuestros vivían cerca de El Indio, Texas (singular) y Jacinto el del corrido en San Benito, cerca de Los Indios, Texas (plural). Dos localidades texanas.
“Para el 2007 ya teníamos muy amplia y detallada información sobre Jacinto el del corrido, su familia y descendientes. Mario y familia harían un viaje y planeó detenerse en Los Indios, Texas para tratar de encontrar a familiares de ese Jacinto, o sea el del corrido”, recuerda la investigadora.
Y corrió con suerte, sin dificultad encontró a otro Jacinto Treviño descendiente del que buscaba.
“Así es como Mario logró una fotografía de Jacinto el del corrido, que concuerda con un dibujo que ya teníamos del mismo, en donde sobresale la particularidad de la forma del  sombrero que el del corrido portaba, completamente distinto a un sombrero texano”, dijo para finalizar.