San Antonio, Texas / AP
Un juez federal cuestionó el lunes los alcances de una nueva ley contra las “ciudades santuario” en Texas que tiene el apoyo del gobierno del presidente Donald Trump, pero que cuatro de las urbes más grandes del estado, algunos jefes policiales y grupos defensores de los derechos de los inmigrantes intentan impedir que entre en vigor en septiembre.
Centenares de manifestantes que agitaban banderas y portaban carteles que decían “Paren la separación de familias” colmaron la plaza afuera de la Corte de San Antonio, en donde el juez federal Orlando García decidirá si Texas puede poner en marcha la ley que Trump afirma es congruente con el combate a la inmigración ilegal.
La ley permite a los policías preguntar a las personas su condición migratoria durante inspecciones rutinarias de tránsito y prevé que los jefes policiales y funcionarios por elección popular sean encarcelados o destituidos si ignoran las solicitudes de las autoridades migratorias de que detengan a extranjeros que vivan sin permiso en el país.