La escandalosa riqueza de “Las Camelias”

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Aquel sueño de la preparatoria “Agapito González Cavazos”, se convirtió en el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y en la Universidad Nuevo Santander, negocio particular y familiar de los Escobar

 

 

Redacción/Periódico EL Norteño

 
    

 

Producto del “emporio educativo”, que comenzó a forjar en los años ochenta, Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, en un área verde que invadió en el Fraccionamiento La Encantada y en la que se construiría la preparatoria “Agapito González Cavazos”, la que serviría para que los jóvenes hijos de obreros, trabajadores y campesinos siguieran sus estudios.
Todo ese sueño, se convirtió en el negocio particular y familiar de “Las Camelias”, que en la actualidad han amasado una escandalosa y vergonzosa riqueza.
En el gobierno corrupto del panista Ramón Antonio Sampayo Ortiz, “Las Camelias”, de manera leonina y legaloide se quedaron con esa área verde y con la calle Juan de la Barrera, para convertir su emporio en el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y posteriormente en la Universidad Nuevo Santander, ambas, asociaciones civiles que funcionan como “lavandería” para invertir y lavar dinero en Texas.
“Las Camelias”, lograron amasar una fortuna de 29 predios en Matamoros y Brownsville, Texas, valuada en más de 40 millones de pesos en propiedades y se estima que en sus respectiva cuentas bancarias doblen esa cantidad.
     Y es que aunque no hay un registro legal del emporio educativo, pero si catastral, además de eso entre toda la familia tienen registrados 25 predios en Matamoros, 15 a nombre de Héctor Escobar  Hernández, “La Camelia Grande”, que rebasa los 13 millones de pesos y eso que en muchos de ellos no tiene reportado la construcción, para no pagar predial, sino esta riqueza se dispararía al doble o más.
Héctor Escobar  Salazar “La Camelia Chica” tiene 3 propiedades registradas a su nombre, valuadas en un ridícula suma de 202 mil 184 pesos por puro terreno y tampoco reporta construcción para no pagar predial y 7 propiedades más entre el resto de la familia, que corresponden a Minerva Salazar Cerda y Minerva Escobar Salazar.
Héctor Escobar Salazar “La Camelia Chica”, con su expediente catastral, queda claro que vive en Brownsville, Texas donde tiene una “modesta vivienda”,  que rebasa los 350 mil dólares, es decir, más de 6.5 millones de pesos.
Y es que a “Las Camelias”, les gusta el dinero e invertirlo en Brownsville, Texas, su emporio educativo les funciona como “lavandería”, no pagan impuestos, no pagan nómina, no pagan predial, es mucho el dinero que le sacan al pueblo de Matamoros, por medio de los estudiantes inscritos en esas instituciones, que por cierto son muy onerosas y no deberían serlo, pues se supone que las asociaciones civiles de este tipo son sin fines de lucro.
Allá en Brownsville, Texas, Héctor Escobar Hernández y Minerva Salazar Cerda, tienen 3 propiedades que rebasan los 830 mil dólares, que convertidos a la moneada mexicana pasa de los 15 millones de pesos.
Doña Minerva Salazar Cerda, tiene 5 propiedades en Matamoros, que dan un total de un millón 863 mil 755 pesos, así es como las tiene valuadas, para pagar lo menos del predial.
Su hija, Minerva Escobar Salazar, ella solo tiene dos propiedades, una en la colonia La Encantada y otra en el exclusivo fraccionamiento Valle Encantado, con un valor total de un millón 754 mil 451 pesos.

         Las propiedades de Matamoros

En el Instituto Registral y Catastral del Estado de Tamaulipas, no existe registro de propiedad alguna a nombre del Centro Educativo Oralia Guerra de Villarreal, A. C., precisamente porque dicha institución está construida en el patrimonio municipal de los matamorenses y carece de escrituración porque no es un bien que se pueda vender o comprar en el comercio jurídico de la ciudad, pero sí aparece como la persona moral número 4976208, con datos de registro: No. 21, Legajo 3003, Año 2004, Sección VI.
Así lo establece la Certificación de índice de titulares de fecha 16 de abril de 2019, conforme a los datos proporcionados y registrados en la entrada 15820/2019.
Y es que la Certificación del jueves 3 de octubre de 2013, deja muy claro que la Finca (Área de Equipamiento) número 95196, ubicada en la manzana 8, de la colonia La Encantada, con superficie de 6 mil 853.50 metros cuadrados, con medidas y colindancias al norte con 2.96 metros Privada Juan de la Barrera, al sur con 118.45 metros con Periférico, al este con 38.95 metros con Privada Juan de la Barrera y al oeste con 123.98 metros con calle uno, con referencia catastral 220116166021, el TITULAR de esta propiedad al 100 por ciento, es el R. AYUNTAMIENTO  DE LA CIUDAD DE MATAMOROS, TAMAULIPAS.
Esa propiedad antes descrita, es precisamente, el área verde con la que se quedó Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, para construir el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y su hijo “La Camelia Chica”, candidato del PAN a la diputación local por el 10 distrito electoral, construyó la Universidad Nuevo Santander y la riqueza que hoy tienen es producto del usufructo de esta propiedad robada al patrimonio municipal de los matamorenses.
Lo anterior contrasta, por la información proporcionada por el citado Instituto, en la entrada 16715/2019, donde señala que el Patronato de la Preparatoria Oralia Guerra de Villarreal, A. C., tiene una propiedad ubicada en la Sección I, Número 22, Legajo 3031, Año 2004, en Matamoros, Tamaulipas.
En otras palabras, esa propiedad se encuentra ubicada en la Calle Juan de la Barrera Número 8, precisamente donde Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, candidato del PAN a la diputación local  y su padre “La Camelia Grande” tienen  registrado el Centro Educativo Oralia Guerra de Villarreal, A. C….
Y ese es el domicilio fiscal que tienen registrado ante el SAT, para taparle “el ojo al macho” y poder lavar la riqueza que han amasado producto del usufructo del área verde robada al patrimonio municipal de los matamorenses y de estar medrando con la educación del pueblo.
Ese predio, según su estado de cuenta 22-01-16-166-018, tiene un valor catastral de 297 mil 600 pesos, ante Catastro Municipal solo tiene reportado 372 metros cuadrados de terreno, de construcción lo tiene en ceros, por lo que evaden pagar el impuesto predial.
Además de lo anterior, lo curioso es que en el Instituto Registral y Catastral del Estado de Tamaulipas, no existen datos de registro de la persona moral: Patronato de la Preparatoria Oralia Guerra de Villarreal, A. C., según consta en la Certificación de índice de titulares de fecha 26 de abril de 2019, expedida por el citado Instituto.
Se supone que el Patronato, debería de estar integrado por la Sociedad de Padres de Familia, pero no es así, el presidente del citado patronato es el mismo Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, así que el negocio es redondo.
La Certificación de Índice de Titulares, de fecha 16 de abril de 2019, registrados en la entrada 15819/2019, arrojó que Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, tiene 15 propiedades a su nombre, es todo un terrateniente, producto del usufructo del área verde que se robó de forma legaloide del fraccionamiento La Encantada.

“La Camelia Grande”, todo un terrateniente

 
Las propiedades que “La Camelia Grande” tiene registradas ante el Instituto Registral y Catastral del Estado de Tamaulipas, son:
Sección I, Número 78, Legajo 702, Año 1994; Sección I, Número 90, Legajo 3144, Año 2007; Sección I, Número 47, Legajo 3161, Año 2001; Sección I, Número 28, Legajo 1261, Año 1981; Sección I, Número 85, Legajo 3096, Año 2004, así como las Fincas Números: 80207, 44110, 87749, 87750, 21809, 80206, 103923, 122452, 94880 y 80204.
Esto es lo que aparece en el Instituto antes mencionado, más las propiedades que tiene en proceso de escrituración.
“La Camelia Grande”, se ha convertido en uno de los hombres más ricos del pueblo, todo producto del usufructo del área verde con la que se quedó y claro, que el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y la Universidad Nuevo Santander, de su hijo “La Camelia Chica”, prácticamente son unas “lavanderías”…
No pagan impuestos como el ISR o el IVA, ni Infonavit, ni IMSS, menos el impuesto sobre nómina ISN, el predial tampoco lo pagan como es correcto y a los docentes como al resto de los empleados les pagan migajas y los explotan.
Por ejemplo la Finca 80207,  corresponde al exclusivo fraccionamiento Victoria Oriente, el que se encuentra ubicado en la Virgilio Garza Ruíz y Longoria, donde precisamente la calle Virgilio Garza Ruíz la convirtieron en entrada de este lugar exclusivo, el valor catastral de esta propiedad es de 2 millones 23 mil 876 pesos y según su estado de cuenta 22-01-21-123-060 tiene registrado ante Catastro 374 metros cuadrados de terreno con valor de 403 mil 876 pesos y de construcción reporta solamente 324 metros cuadrados con un valor de 1 millón 620 mil pesos.
Allí mismo, en ese fraccionamiento Victoria Oriente, le aparece otra propiedad con valor catastral 3 millones 346 mil 520 pesos, de construcción reporta 512 metros cuadrados con valor de 2 millones 560 mil pesos y de terreno dice tener 728 metros cuadrados con valor de 786 mil 520 pesos.
 
La Finca 87749, corresponde al predio 22-01-21-067-013, ubicado en la calle José Mejía, del Ejido 20 de Noviembre, el cual lo tiene reportado con valor catastral de 198 mil 27 pesos, de terreno reporta 260 metros cuadrados con valor de 51 mil 972 pesos y de construcción 73 metros cuadrados con valor de 146 mil 55 pesos.
Allí mismo, en el ejido y en la misma calle, le aparece otro predio 22-01-21-064-004, con valor catastral de 393 mil 749 pesos y solo reporta mil 250 metros cuadrados de terreno, la construcción la declara en ceros, para no pagar predial, pese que allí tienen la Preparatoria Nuevo Santander, otra “lavandería”.
En ese mismo ejido 20 de Noviembre, a Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, le aparece otro predio 22-01-21-067-008, en una calle sin nombre (Evaristo Ramos), con valor catastral de 376 mil 200 pesos y solo tiene registrado mil 881 metros cuadrados de terreno, de construcción se reporta en ceros, para no pagar predial.
Según la Finca 103923, esta corresponde al predio con clave catastral 22-01-21-067-014, ubicado en la calle José Mejía del Ejido 20 de Noviembre fracción II, el cual solo tiene reportado el terreno con valor de 97 mil 163 pesos, de construcción no reporta nada.
En todos esto predios que tienen en el Ejido 20 de Noviembre, “Las Camelias” han construido la Preparatoria Nuevo Santander, según ellos es para los “jodidos”, la cual se encuentra a un costado de  la Casa del Pueblo y es casi media manzana, que comprende de la calle José Mejía entre calle Tres y Evaristo Ramos y para no pagar predial, no reportan la construcción, hasta en eso son sinvergüenzas.
La Finca 122452, corresponde al predio 22-01-16-166-007, ubicado en la calle Vicente Suarez, de la Colonia La Encantada, con valor catastral de 759 mil 600 pesos, allí “La Camelia Grande” reporta 372 metros cuadrados de terreno con valor de 297 mil 600 pesos y de Construcción 165 metros cuadrados con valor de 462 mil pesos, y allí puso la facultad de Odontología.
Allí mismo, en la colonia La Encantada, en la calle Manuel Cavazos Lerma, le aparece otro predio 22-01-16-145-023, con valor catastral de 1 millón 184 mil 914 pesos, cantidad que declara solo por 718 metros cuadrados de terreno, la construcción le aparece en ceros.
En La Encantada, en la calle Juan de la Barrera, le aparece el predio 22-01-16-166-016, con un valor catastral de 2 millones 419 mil 277 pesos, de los cuales reporta 744 metros cuadrados de terreno con valor de 595 mil 200 pesos y de construcción 742 metros cuadrados con valor de un millón 824 mil 77 pesos.
Otro más, allí en La Encantada, en la calle Vicente Suarez, con clave 22-01-16-166-008 y valor catastral de un millón 375 mil 600 pesos, de terreno reporta 372 metros cuadrados con valor de 297 mil 600 pesos y de construcción 385 metros cuadrados con valor de un millón 78 mil pesos.
Por la misma calle Vicente Suarez, tiene otro predio con clave 22-01-16-166-010, con valor catastral 473 mil 280 pesos, del cual reporta 372 metros cuadrados de terreno con valor de 297 mil 600 pesos y de construcción 183 metros cuadrados con valor de 175 mil 680 pesos.
En la calle Libertad número 206 entre Canales y Carrera Torres, de la colonia Lucero, a Escobar Hernández Héctor Prospero, “La Camelia Grande”, le aparece otro predio con clave 22-01-10-069-010, con valor catastral de un millón 182 mil 120 pesos, de los cuales de terreno reporta 300 metros cuadrados con valor de 243 mil pesos y de construcción 344 metros cuadrados con valor de 939 mil 120 pesos.
En la calle Aguas Territoriales, de la colonia Las Norias, a “La Camelia Grande”, le aparece otro predio con clave 22-01-21-351-030 (lugar donde La Camelia Chica tiene su Comité de campaña) y lo reporta con un valor catastral ridículo de 34 mil 275 pesos y solo reporta 229 metros cuadrados de terreno.
Por último a “La Camelia Grande”, la Finca 21809 le aparece en la calle Privada Roberto Guerra y Longoria, otra área exclusiva del Fraccionamiento Victoria, ese predio tiene la clave 22-01-21-127-013, y solo reporta 590 metros cuadrados de terreno, con valor catastral de 708 mil pesos.

Doña Minerva, también tiene propiedades

Por lo que respecta a doña Minerva Salazar Cerda, esposa de “La Camelia Grande” y madre de “La Camelia Chica”, a ella en el Instituto Registral y Catastral del Estado de Tamaulipas, pese a que Zuleima Cortés Gómez,  titular en Matamoros, se negaba a proporcionar la información solicitada de los Escobar, se logró obtener la Certificación de la entrada 16716/2019, de “Doña Mine”, a quien le aparece una propiedad con los siguientes datos: Sección I, Número 58, Legajo 3136, Año 2003.
Doña Minerva, también se ha visto beneficiada con el usufructo del robo de la calle Juan de la Barrera y el del área verde con la que se quedó su esposo para construir el Colegio Oralia Guerra de Villarreal y su hijo la Universidad Nuevo Santander, de los cuales se han enriquecido.

Doña Minerva es dueña, además de la propiedad anterior, de otras propiedades que aparecen a su nombre, por ejemplo, una de ellas ubicada en la calle Libertad entre Canales y Carrera Torres, de la Colonia Lucero, cuya clave del predio es 22-01-10-069-014, la cual tiene un valor catastral de 352 mil 200 pesos, del cual  reporta 88 metros cuadrados de terreno con valor de 79 mil 200 pesos y de construcción solo 100 metros cuadrados, con valor de 273 mil pesos; una pocilga para las residencias y mansiones que poseen en la actualidad.
Tiene otra más en la calle Agustín Lara, de la colonia Santa Cecilia, con clave 22-07-01-061-015, el valor catastral es de 429 mil 51 pesos  y dice tener 259 metros cuadrados de terreno con valor de 77 mil 700 pesos y de construcción 143 metros cuadrados con valor de 351 mil 351 pesos.
Tiene otro predio con clave 22-01-16-145-021, ubicado en la calle Juan de la Barrera de la colonia La Encantada, del cual solo reporta 543 metros cuadrados de terreno, con valor catastral 434 mil pesos y la construcción la reporta en ceros, para no pagar predial.
Doña Minerva, también se ha “papeado” con el usufructo del área verde robada y de la calle Juan de la Barrera que convirtieron en el emporio educativo de “Las Camelias”, allí donde están enclavadas la Universidad Nuevo Santander A. C. y el Colegio Oralia Guerra de Villarreal A. C., en ese Fraccionamiento Valle Encantado, doña Mine, tiene dos predios más:
Uno de ellos con la clave 22-01-16-171-020,  ubicado en la calle 18 de Julio, del cual solo reporta el valor catastral del terreno en 313 mil 136 pesos, la construcción la tiene en ceros, para no pagar predial.
El otro corresponde al predio con clave 22-01-16-171-021, ubicado en la calle Vicente Suarez, del cual solo reporta 381 metros cuadrados de terreno con valor catastral de 335 mil 368 pesos, la construcción le aparece en ceros.

El candidato que vive en Texas

 
Por lo que respecta a “La Camelia Chica”, a este le apareció en el Instituto Registral y Catastral del Estado de Tamaulipas, solo 3 propiedades, según el certificado de la entrada 15858/2019.

Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, aparece como propietario de las Fincas 81559 y 93124, así como de la propiedad ubicada en la Sección I, Número 6036, legajo 3121, fecha 16 de agosto de 2006, propiedades que tiene aquí en Matamoros y que han salido gracias al usufructo del área verde y de la calle que él y su padre le robaron al pueblo de Matamoros.
Datos obtenidos en el Instituto Catastral, a Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica” le aparecen 3 propiedades a su nombre, la primera de ella con la clave 22-01-21-351-031, ubicada en la calle Aguas Territoriales de la colonia Las Norias, con un valor ridículo de 29 mil 834 pesos, que solo reporta de 221 metros cuadrados de terreno y de construcción lo tiene en ceros, para no pagar predial. Si eso hace ahorita, que no hará si llega a diputado.

La segunda de esas propiedades, le aparece con la clave 22-01-21-351-007, ubicada en calle Aguas Saladas de la Colonia Ampliación Las Norias y solo reporta 581 metros cuadrados de terreno con valor de 87 mil 150 pesos, construcción “cero”.
Allí mismo, en esa misma colonia y en esa misma calle, le aparece otro predio con la clave 22-01-21-351-004, de 568 metros cuadrados de terreno, con valor catastral de 85 mil 200 pesos, construcción “ceros”, osease, que “La Camelia Chica” no tiene casa en Matamoros, su residencia la tiene en Brownsville, Texas y quiere ser diputado, mira nomás que “riatita” salió Héctor Escobar Salazar.

La hermana de “La Camelia Chica”

El Colegio Oralia Guerra de Villarreal y la Universidad Nuevo Santander, prácticamente han resultado una “lavandería” y los Escobar no saben qué hacer con tanto dinero que les genera las inscripciones, cuotas de mensualidad, costo por titulación y demás cobros de papelería que les cobran a los estudiantes que caen en sus garras, que hasta Minerva Escobar Salazar, se ha visto beneficiada con el usufructo del área verde y la calle robada por su padre Héctor “Prospero” Escobar Hernández, “La Camelia Grande”.

A Minerva Escobar Salazar, le aparecen 2 propiedades a su nombre, la primera de ellas con la clave 22-01-16-166-011, ubicada en Vicente Suarez número 50 del Fraccionamiento La Encantada, con valor catastral de 943 mil 350 pesos, correspondientes a 372 metros cuadrados de terreno con valor de 297 mil 600 pesos y 205 metros cuadrados de construcción con valor de 645 mil 750 pesos.
La otra propiedad de Minerva Escobar Salazar, la tiene en la calle Agustín Melgar del fraccionamiento exclusivo Valle Encantado y según la cuenta 22-01-16-172-002 le aparece con valor catastral de 811 mil 101 pesos, ya que de terreno reporta 144 metros cuadrados con un valor de 103 mil 485 pesos y de construcción 288 metros cuadrados con valor de 707 mil 616 pesos.

Las propiedades en Texas

La “lavandería” de los Escobar, osease el Colegio Oralia Guerra de Villarreal A. C. y la Universidad Nuevo Santander A. C., no solo les ha dado para adquirir propiedades y residencias en Matamoros, gracias a que no pagan impuestos, ni Seguro Social, ni Infonavit, ni el 3 por ciento sobre nóminas, ni predial, ni sueldos y salarios justos a profesores y al personal administrativo, también les ha dado por adquirir propiedades en Brownsville, Texas y para ejemplo hay les va:
Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, posee una residencia valuada en 320 mil 931 dólares, ubicada en el 446 Stovall Rd, Brownsville, Texas, con número de identificación de la propiedad 34610 y el Geographic ID 01-9341-0010-0320-00.
Esa propiedad convertida a moneda nacional, equivale a más de 6 millones de pesos, esos son los lujos que se dan “Las Camelias”, gracias a que medran con la educación del pueblo de Matamoros.
 
Además la pareja formada por Héctor Escobar Hernández “La Camelia Grande” y Minerva Salazar Cerda, tienen 2 propiedades más en Brownsville Texas, una de ellas valuada en 51 mil dólares y la otra en 457 mil 665 dólares. Que convertidas a moneda nacional equivale a más de 9 millones y medio de pesos.
La primera de ellas aparece con el ID 170775 y con el Geographic ID 79-2236-0060-0080-00 y se encuentra ubicada en Dragonwick, Bronwsville, Texas y con un valor de transacción de 51 mil 724 dólares.
La segunda propiedad les aparece con el ID 170776 y con el Geographic ID 79-2236-0060-0090-00, ubicada en 5474 Dragonwick CT, Brownsville, Texas, con un valor de 457 mil 665 dólares.
“La Camelia Chica”, o sea Héctor Escobar Salazar, también tiene sus inversiones en los Estados Unidos, donde vive y ahora busca el voto de los matamorenses para convertirse en diputado, no tiene “llenadera”.
El ID de la propiedad de “La Camelia Chica”, es 34693 y con el Geographic ID: 01-9352-0020-0020-00, ubicado en el 1031 Wild Olive CT de Brownsville, Texas, 78520, con un valor de transacción de 350 mil 672 dólares, o sea, 6.5 millones de pesos.
Esta es la escandalosa fortuna que han amasado “Las Camelias” y toda la familia Escobar y todo gracias al usufructo de los predios robados al patrimonio de los matamorenses, al quedarse con el área verde y la calle Juan  de la Barrera del fraccionamiento La Encantada donde han construido su emporio educativo, que les funciona prácticamente como “lavandería” de dólares y de bienes raíces.

El Patronato Familiar

El Patronato de la Asociación Civil, del Centro Educativo Oralia Guerra de Villarreal, A. C.,  lo integra la familia de Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, donde él aparece como Tesorero del Consejo Directivo por tiempo indefinido y para que el negocio fuera redondo, metió hasta su madre, esposa e hijos, entre ellos Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica” que aparece como primer vocal y como presidente Emilio Villarreal Guerra.
  Para poder amasar su fortuna y evadir impuestos y otras obligaciones fiscales y laborales, se constituyó legaloidemente  la Asociación Civil, integrada por su mamá María Dolores Hernández Abundis, su esposa Minerva Salazar Cerda (la secretaria del patronato o Consejo Directivo) y sus hijos, Héctor, Minerva y María Dolores Escobar Salazar, quienes aparecen como Primer, Segundo y Tercer vocal del Consejo Directivo del Centro Educativo Oralia Guerra de Villarreal, negocio familiar, con el cual se han enriquecido, pero violando la SEGUNDA CLAUSULA, del Acta Constitutiva 3572 ante la fe del Notario Público Número 133, Rubén González Chapa, de fecha 15 de Septiembre del año 2004, con referencia al OBJETO de la misma, que dice:
El Objeto NO LUCRATIVO de la Asociación es:
I.- La Impartición de Educación Pre-escolar, Primaria, Secundaria, de nivel medio superior y superior… 
III.- La administración, operación y mantenimiento de los bienes comunes del Centro Educativo, lo cual estará a cargo de todos los asociados (Familia Escobar), así como del personal docente y de mantenimiento, que preste sus servicios a favor de la Asociación…
IV.- La administración de las cuotas que por concepto de colegiaturas establezca la Asamblea General de Asociados (o sea ellos mismos)…
Los Escobar, también violan la CLAUSULA TERCERA, que dice:
“La Asociación, por naturaleza, es un organismo que no realizará por ningún motivo actividades de tipo político”.
Y es lo primero que hacen, Héctor Escobar Salazar, “La Camelia Chica”, corre para diputado local por el 10 distrito electoral y además, allí en ese Centro Educativo el IETAM  va a instalar  2 casillas, una Básica y la otra la Continua 1, del Seccional 0596 que corresponde al distrito 12, por el que va la panista Ivett Bermea , candidata del PAN y esposa de Carlos Chito García González, Secretario de Desarrollo Económico del gobierno del Estado.
Estas casillas, para este  2 de junio no están en un terreno neutral, es una especie de gallinero, donde dejan al Coyote al cuidado de las gallinas, esta acción de la autoridad electoral, no garantiza los principios de equidad e imparcialidad  en el proceso electoral.
¿Cómo está eso, de qué en el negocio de los Escobar, ponen casillas para que la gente vaya a votar, si todo mundo sabe que son panistas, menos el IETAM?, más descarados no pueden haber sido, esto no es correcto, por parte de la autoridad electoral, que desde un principio ya va “canteada” o cargada para el lado del Partido Acción Nacional.
A unos pasos del negocio de los Escobar, se encuentra el CECATI 177, que es una institución pública, que cuenta con aulas para que se instalen las casillas; mita, mita, mita, diría el borracho, que casualidad que las casillas las van a instalar en el Colegio Oralia Guerra de Villarreal, “ya ni la chiflan, que es cantada”.
Y para colmo, la CLAUSULA SEPTIMA dice:
“El Patrimonio de la Asociación queda estrictamente asignado  a los fines de la misma, por lo que ningún asociado o persona extraña puede pretender derechos sobre dichos bienes”.
Y que han hecho Los Escobar, para violar estas cláusulas que se establecen por ley, para constituir una Asociación Civil, primero que el Consejo Directivo sea de la familia y después, con los ingresos de las cuotas y demás ingresos, adquirir propiedades tanto en Matamoros, como en Brownsville, Texas, para toda la familia.
De una casita modesta que tienen en la colonia Lucero,  los Escobar  han emigrado a residencias valuadas en miles de dólares; tan solo brincando “el charco”  tiene más del millón 200 mil dólares en “modestas casitas”, estos se chingaron a Erick Silva, ex alcalde corrupto de Matamoros, por aquello de que su modestita residencia en Brownsville no pasaba de 180 mil dólares.
La CLAUSULA OCTAVA, todavía es más clara:
“Todos los ingresos que se obtengan por la Asociación, serán destinados exclusivamente a los fines para los cuales fue constituida, en virtud de que esta Asociación no persigue objetos de lucro”.
Y que han hecho Los Escobar, se han enriquecido con el usufructo de esta Asociación y lógico con los predios con los que se quedaron, el área verde y la calle Juan de la Barrera del Fraccionamiento La Encantada, por eso ahora  poseen una gigantesca, vergonzosa y escandalosa fortuna.
     Cuando a Héctor Escobar  Hernández, “La Camelia Grande”, se le pregunta sobre su “emporio” educativo, siempre señala que está en manos de un patronato, pero lo que no dice es que el patronato está integrado por su familia, madre, esposa, hijo e hijas y por él mismo, en una Asociación Civil, sin fines de lucro, que han convertido en una escuela privada, con altos costos en las colegiaturas; solo para los ricos del pueblo, es accesible la educación con la que medran los Escobar.
      Y así pudo tener su “emporio”, luego de apoderarse de un área verde, que en un principio estaba destinada para la Universidad de Matamoros, donde se crearía la preparatoria,  “Agapito González Cavazos”, que serviría para darle educación de calidad y a muy bajo costo, a los hijos de obreros, campesinos y trabajadores en general, que tristeza ver como la ambición puede más que la justicia.
      Con el fin de evadir toda responsabilidad directa y poder amasar una fortuna millonaria,  “La Camelia Grande” y su familia, constituyó una Asociación Civil con su patronato (Consejo Directivo) cuya primera acta constitutiva fue levantada el 15 de septiembre del 2 mil 4.
   De acuerdo a esa primera acta obtenida en el  Instituto Registral y Catastral de Tamaulipas, con sede en esta ciudad.
      Fue el licenciado Rubén González Chapa, notario público número 133, quien dio fe  en el registro.
       El patronato fue integrado por Emilio Villarreal Guerra, quien fungía como presidente, que en su tiempo ayudó a Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, a quedarse con el área verde del entonces fraccionamiento la Encantada, por ser hermano del entonces gobernador Américo Villarreal Guerra y que murió recientemente.
     Por el propio Héctor Escobar Hernández, “La Camelia que a Emilio mataba” cuya función es la tesorero, Minerva Salazar Cerda, esposa de Escobar que funge como  secretaria, Héctor Escobar Salazar,  primer vocal, y ahora candidato del PAN por el Distrito 10; Minerva Escobar Salazar, es la segunda vocal y la tercer vocal aparecía en la primer acta María Dolores Hernández Abundis, madre de Héctor  Escobar Hernández, quien el 24 de Noviembre de 2004, fue sustituida por María Dolores Escobar Salazar, así es como se encuentra en la actualidad el patronato familiar del Centro Educativo Oralia Guerra de Villarreal.
      Ya en el documento apéndice de la Asociación, se incluye un tercer vocal María Dolores Escobar Salazar, hermana del candidato panista, “La Camelia Chica”, quien sustituyó a su abuelita.
     La primera clausula denomina a la Asociación Civil, como Colegio Oralia Guerra de Villarreal.
     En la segunda clausula, como ya lo dijimos en párrafos anteriores,  se dice claramente el objeto no lucrativo de la Asociación será impartir la educación prescolar, primaria, secundaria, medio superior y superior.
   Sin embargo es bien sabido que en la Oralia Guerra de Villarreal es uno de los colegios más caros de la ciudad.
    También la integración de un consejo directivo, para el manejo de los bienes de la Asociación, con los cuales han amasado una escandalosa riqueza Los Escobar.
     En el caso del Presidente del Patronato solo durará  un año y no será reelegible, según la cláusula Cuadragésima, es decir, mañosamente los Escobar, le pusieron ese candado a Emilio Villarreal Guerra, a quien en la primer acta, lo nombraron Presidente del Consejo Directivo y ya no podría volver a ser presidente, solo lo utilizaron.
      Sin embargo hasta el momento no se ha dado a conocer cuál es el estado del  actual patronato, luego de la muerte de su presidente Emilio Villarreal Guerra.
    

La Lavandería

Tanto el Colegio Oralia Guerra de Villarreal, como la Universidad Nuevo Santander, tributan bajo el Régimen de las Personas Morales con fines no lucrativos, por estar constituidas como Asociaciones Civiles, esto les ha servido a “Las Camelias” como auténticas lavanderías, es decir, no están sujetos al pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) e IVA, entre otras responsabilidades u obligaciones fiscales.
A las utilidades les llaman dividendos que se reparten entre los asociados, es decir, entre la familia Escobar, por eso la escandalosa fortuna que han amasado “Las Camelias”, todo producto del usufructo de una área verde que se robaron y que serviría para que se creara la preparatoria “Agapito González Cavazos”, que sería para la enseñanza de la gente del pueblo, de los obreros, trabajadores y campesinos, pero no, “La Camelia Grande” y “La Camelia Chica”, salieron “gaviotas”  e hicieron sus negocios particulares y familiares.
Mientras el Código Fiscal de la Federación, permita que las Asociaciones Civiles, se manejen como lavanderías, seguirá existiendo la evasión fiscal, con la excusa de impartir enseñanza o investigación.
Por eso en Matamoros y en casi toda la República, la mejor forma de lavar el dinero, es a través de instituciones de enseñanza, constituidas en Asociaciones Civiles, pues el único requisito que les pide el SAT, para constituir una Asociación Civil, es que cuenten con la autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios en los términos de la Ley General de Educación.
Y esto a raíz, de que el Estado Mexicano, no les garantiza a los ciudadanos lo que reza el artículo tercero constitucional, eso que ya está muy trillado: “educación laica, gratuita y obligatoria”, ahora hasta la preparatoria y esto lo aprovechan los gobernadores de los estados, para otorgarles el REVOE a sus compadres…
Ejemplo de ello, es el propio Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, quien utilizó “el ser pareja” de Emilio Villarreal, -según lo dijo en entrevista el historiador de Matamoros, el profesor Andrés Cuellar-, hermano del ex gobernador Américo Villarreal, quien apoyó a Escobar para quedarse con el área verde que ya hemos dicho del Fraccionamiento La Encantada.
A raíz de las declaraciones de Andrés Cuellar, a Héctor Escobar Hernández, se le conoce como “La Camelia que a Emilio mataba”, por aquel corrido de Camelia la Texana de los Tigres del Norte.
El mismo Andrés Cuellar, dijo que Héctor Escobar Hernández, “La Camelia Grande”, le puso ese nombre a su escuela, Colegio Oralia Guerra de Villarreal, en honor a su suegra.