Con encuestas “a modo” le decía a Chuchín que iba a ganar
*El dirigente del CDM del PRI, en entrevista “se lavó las manos”, atribuyó el fracaso de su partido y sus candidatos, al fenómeno nacional López Obrador.
Jorge Caleb
La estrepitosa derrota del PRI en Matamoros, no solo fue por la “ola de AMLO”, sino también por la imposición de su dirigente municipal, Gerardo de la Cruz Carrillo, quien al analizar el panorama, trató de lavarse las manos, al asegurar que a pesar de todo el PRI no desaparecerá.
En entrevista desde sus oficinas del partido en la Diagonal 14 y 16, el presidente del PRI municipal desmenuza “los factores” que los llevaron a la derrota.
Y como escusa aseguró que el factor principal fue este fenómeno electoral que encabezó Andrés Manuel López Obrador y que barrió con el trabajo de las estructuras, incluso aquí en Matamoros.
Fue el propio Gerardo de la Cruz Carrillo, quien contrató los servicios de “encuestas” de un medio impreso y electrónico, en el que se aseguraba que Jesús de la Garza Díaz del Guante iba en primer lugar de las preferencias electorales, lo mismo para Anto Tovar, situación que el pasado 1 de julio resultó todo lo contrario.
El análisis amenazante
“Bueno, los matamorenses salieron a manifestar su voluntad y nosotros como partido somos respetuosos de ellos y lo que vemos, es que México esta pasando por una transformación política y Matamoros no es la excepción”, dijo Gerardo de la Cruz Carrillo, en su ridículo análisis.
Es la primera vez que un partido de izquierda tendrá un gobierno local aquí en Matamoros, y quiero decirte, que nosotros vamos a reconocer los avances que se tengan por parte de los gobiernos electos, pero también quiero decirte que vamos a señalar lo que no se haga bien y lo vamos a hacer abierta y de manera pública, amenazó De la Cruz Carrillo.
“Será nuestro papel como partido de oposición, y vamos a ser opositores a lo que no se haga correctamente.
“Definitivamente estamos ya en el análisis de los resultados, hay más de 60 mil matamorenses que nos dieron su voto al candidato y al partido, y que es un capital político importante y que por ellos vamos a tener que trabajar y mantenernos en píe de lucha”, asegura.
Vamos a tener nuestra representación dentro del cabildo, que será a través de allí y de nuestro partido político desde donde haremos los señalamientos que tengamos que hacer, anuncia en la entrevista.
“Hay que hacer una reconstrucción, ver lo que se hizo, que se hizo bien y que es lo que debemos mejorar, vamos a recorrer todo Matamoros para platicar con todos los priistas, con nuestros militantes de manera abierta y recoger las opiniones de lo que debemos hacer para rencontramos con los matamorenses”, dice de la Cruz Carrillo.
A Gerardo de la Cruz Carrillo, se le olvida que el PRI es un partido de imposiciones, impone a sus candidatos, a través de los grupos políticos que convergen en ese partido, es más el mismo es producto de una imposición…
Fueron Erick Silva Santos, ex alcalde corrupto y los grises diputados locales Mónica García González y Juan Carlos Córdova, quienes con sus grupos hacia el interior del PRI, impusieron a Gerardo de la Cruz Carrillo, por encima de la propia decisión del alcalde Jesús de la Garza Díaz del Guante, quien les proponía a Roberto López Castro para la dirigencia de ese partido…
La excusa para desechar la propuesta del alcalde Chuchín, fue que a López Castro “nadie lo conocía” y ahora por esa imposición el PRI cuenta con un priista menos, pues Roberto se salió de sus filas ante tal desaire y lo peor que ha quien impusieron, no dio los resultados de éxito esperados y además engañó al alcalde Chuchín y a su equipo diciéndoles que en las encuestas de Hora Cero iban en primer lugar y acabaron en el tercero.
Gerardo de la Cruz Carrillo, en entrevista negó que como dirigente haya fracasado y se excusó de que todo fue un fenómeno nacional:
“Si es una situación de que da muestras de que la sociedad mexicana no quiso ya darle la oportunidad a un gobierno de su partido, o de Acción Nacional para que volviera a gobernar el país”.
Luego vino la falsedad y las flores para el difunto “político”:
“Esto repercute en muchos municipios de la entidad, pero yo quiero decirte que Jesús de la Garza, se dedicó a hacer un trabajo, muy intenso en el municipio, pero este movimiento nacional que surgió fue mayor a cualquier trabajo de cualquier estructura o campaña que se haya realizado”.
En la campaña que realizó Jesús de la Garza Díaz del Guante, en sus recorridos por las colonias, Gerardo de la Cruz Carrillo, en muy pocas ocasiones acompañó a Chuchín, al contrario, del que no se separaba era de Anto Tovar, candidato a diputado federal por el IV distrito electoral, la idea es que “EL Gerry”, quiere ser candidato a diputado local en las próximas elecciones y que mejor que recorrer el distrito con Anto, pues pertenece al mismo grupo, al de Erick Silva Santos, quien encabezara un gobierno corrupto y deshonesto.
En entrevista reconoce que mandó hacer encuestas:
“Desde un principio trabajamos de manera intensa y en nuestros sondeos teníamos las preferencias a nuestro candidato (Jesús de la Garza Díaz del Guante), en lo local, nosotros esperábamos el triunfo, si se venía venir una gran participación en las votaciones para la Presidencia de la República, pero el fenómeno fue completo en todas las otras elecciones”, esa fue la excusa del dirigente local del PRI.
Quiere ser diputado local
Cuando se le pregunta que sigue para Gerardo Carrillo, este responde con la simulación clásica de los políticos, que hablan de los dientes para afuera:
“Por lo pronto darle seguimiento a este proyecto en el que nos correspondió estar, nos tocó llegar al partido en un momento histórico, pero la gente ha pedido la confianza en muchos partidos políticos, incluido el nuestro, pero estos son los retos que fortalecen”.
“Tuvimos una andanada mediática desde hace muchos años, que barrio con todo el trabajo que se hacía en los partidos y así pasó”, se volvió a excusar ante el fracaso de las pasadas elecciones Gerardo de la Cruz Carrillo, quien es el reflejo de una imposición, que ahora pretende catapultarse desde esa posición como candidato a diputado local.