*Apenas en enero de este año se conmemoró el 44 aniversario de su muerte, que lo hizo leyenda
Redacción Periódico El Norteño
Protagonista de una de las historias de narcotraficantes del México moderno, Lamberto Quintero Payán, tío de Rafael Caro Quintero, ya recorría la sierra de Badiraguato, Sinaloa, mucho antes que su sobrino, ahora considerado prófugo de la justicia.
Desde la época de los 60 encabezaba ya una célula que se dedicaba al narcotráfico y que a la postre se convirtió en el ahora poderoso “Cártel de Sinaloa, que encabeza “El Mayo Zambada”.
Lamberto Quintero Payán nació en la sierra de Badiraguato, Sinaloa y murió un 28 de enero de 1976, en el Salado, Sinaloa, tras una balacera en la que también falleció «El Chito» Lafarga.
Es uno de los más famosos narcotraficantes mexicanos quien ha logrado este estatus heroico gracias al corrido sobre su muerte.
De hecho Antonio Aguilar lo interpretó y protagonizó una película en su honor y posteriormente también, su corrido lo cantaron los Cadetes de Linares.
En el corrido como en la película, se narran los hechos en que perdió la vida, el 28 de enero de mil 976.
La canción se filmó en los 90 y fue la que lo convirtió en leyenda, pues narra la historia de su muerte, un argumento secundario en la historia de la rivalidad entre las familias Quintero y Lafarga.
Una matanza al azar incitó una lucha entre las familias que duró varios años y terminó con la exterminación total de los Lafargas.
El narcocorrido presenta a Lamberto Quintera de modo único:
“Un hombre fuera de serie / alegre y enamorado / platicando con su novia / él estaba descuidado / cuando unas balas certeras / la vida le arrebataron”
Según la letra, también fue una persona muy especial y se exhibe de manera inocente, de ese modo inmortalizándolo y justificando la siguiente venganza que acabaría con la familia Lafarga.
Lamberto Quintero se encuentra en una cripta de cristal en el panteón Jardines del Humaya en Culiacán, Sinaloa.
Anteriormente alrededor de la foto se encontraban varios casquillos percutidos de AR-15. Esos casquillos en su tumba, representaban aquellos que terminaron con su vida, pero dieron pie al nacimiento de una leyenda.
Su muerte
La historia de la muerte de Lamberto Quintero es considerada como una leyenda de la narco cultura, narra la supuesta traición de la que fue sujeto mientras esta con su novia.
El 28 de enero de 1976, en medio de un enfrentamiento fue ejecutado Lamberto Quintero Payán, uno de los primeros líderes del narcotráfico del país.
La muerte de Lamberto Quintero, tío de Caro Quintero, inspiró la creación de una historia, considerada como una leyenda por los seguidores de la narco cultura.
La historia de Lamberto Quintero, quien nació en la sierra de Badiraguato, no sólo dio pie al famoso corrido, sino también a una película.
Existió una rivalidad entre Lamberto Quintero y su primo Pedro Páez con la familia Otañez Lafarga, por el tráfico de drogas.
La disputa entre ambas familias cobró la vida de varios de sus integrantes, entre ellos Pedro Páez, quien fue asesinado en Culiacán un año antes del que murió Lamberto Quintero.
“Un día 28 de enero, como me hiere esa fecha, a Don Lamberto Quintero lo seguía una camioneta iban con rumbo al salado no más a dar una vuelta”, dice el famoso corrido.
Como dice la canción, Lamberto Quintero murió durante un enfrentamiento con los Lafarga, en El Salado, Sinaloa. Tras recibir varios impactos de bala por la espalda, sin embargo, sus enemigos también tuvieron una baja, pues falleció “El Chito”, Lafarga.
“Pasaron el carrizal, iban tomando cerveza, un compañero le dijo: “nos sigue una camioneta”, Lamberto sonriendo dijo: ‘pa que son las metralletas”
Ya cerquita del salado, rugieron dos AR-15, allí dejaron a un muerto, enemigo de Lamberto, quisieran que fuera cuento, pero señores es cierto…”
Lamberto Quintero fue sepultado del 29 de enero de 1976 en Jardines Humaya, donde permanece su cripta de cristal.
Antes que El Chapo, El Mencho y El Mayo, este narco era el cabecilla de una célula criminal en Sinaloa que ha sido tema de corridos y películas y hoy es ya una leyenda de la narco cultura en México.
Considerado uno de los primeros cabecillas de la droga de los que se tiene conocimiento en el país, de este México moderno.
Quintero fue ejecutado en 1976 durante un enfrentamiento con rivales a partir de ahí se construyó una historia que los seguidores de la narco cultura califican como una leyenda.
Lamberto Quintero Payán nació en la sierra de Badiraguato, en Sinaloa, la tierra del Chapo Guzmán. De acuerdo a la historia que dio pie al famoso corrido y posteriormente a la película, él y su primo Pedro Páez Soto, tuvieron rivalidades con la familia Otañez Lafarga, otro poderoso clan, por el tráfico de drogas.
Las diferencias duraron más de un año durante el cual murieron prácticamente todos los integrantes de la familia Lafarga, así como algunos del clan de los Quintero.
Un año antes del que murió Lamberto Quintero, a finales de 1975, integrantes de su familia descubrieron a Ramón Otañez Lafarga hablar con un oficial de la policía judicial en una calle de Culiacán, por lo que fueron ejecutados
Ramón Otañez, tras ser atacado se defendió y mató a Macario Payán, un asociado de los Quintero. Pedro Páez fue culpado por el presunto asesinato, quién ese año fue asesinado en el aeropuerto de la capital sinaloense.
La muerte de Lamberto Quintero ocurrió hace 43 años en el Salado, Sinaloa, tras una balacera en la que también falleció “El Chito” Lafarga.
El mismo día, después de recibir por la espalda ráfagas de metralletas, fue trasladado a la Clínica Santa María que se encuentra en el centro de Culiacán, donde no resistió y murió.
Los informes fueron confirmados por el corrido que lleva su nombre y se ha convertido en un clásico entre los que abordan la temática del narcotráfico, con una letra cuidadosa en evitar los negocios en que participaban los involucrados, así como del lenguaje, pues corresponde a tiempos precedentes al uso de malas palabras comunes en el llamado “movimiento alterado”, de confección más reciente.
Las autoridades de la época mantuvieron bajo reserva la información relativa a la muerte de Lamberto Quintero, así como de los hechos de sangre que dejaron a Culiacán en la zozobra durante los días siguientes, en especial, cuando los Quintero y sus socios tomaron venganza, como dice el corrido.
El 29 de enero de 1976, Quintero fue sepultado en Jardines de Humaya, donde aún es posible apreciar su sepulcro. Un día después, el 30 de enero, los Otañez Lafarga iban a sepultar a El Chito.
Cerca de las 16:00 horas, el cortejo fúnebre salió de la iglesia Del Carmen. Avanzaron una cuadra y, al llegar al cruce de las calles Andrade y Ramón Corona, fueron emboscados.
El enfrentamiento se prolongó por más de una hora, dejando las calles llenas de sangre y un número de heridos sin determinar y un estimado de 20 muertos que fueron levantados en camionetas.
Ahí quedó tendido el cuerpo de Héctor Caro Quintero (sobrino de Lamberto y hermano de Rafael, el fundador del Cártel de Guadalajara).
En las horas siguientes un nuevo tiroteo se produjo en el bulevar Leyva Solano, donde hubo varios heridos que uno de los grupos de sicarios se llevó, robando dos taxis que tenían su base en el sector.
Ya en la noche, cuando de nuevo intentaron llevar el cuerpo de El Chito, al panteón, un nuevo enfrentamiento resultó, extraoficialmente, con la muerte de dos pistoleros.
En las semanas que siguieron, la ciudad quedó en la zozobra, mientras las autoridades evitaron el esclarecimiento de lo ocurrido y, de manera oficial, sólo admitieron un muerto y cuatro heridos…y esa fue la historia de aquel pistolero.