Agencias
Por: Isaias Alvarez
Armando Martínez es un personaje muy conocido en el ámbito periodístico y político; ya que se ha dado a conocer por su baja moral, su desvergüenza para no cumplir compromisos con la gente que en su momento lo apoyó (Fito Latofski el más conocido y no dudo que haya más), su manera turbia de gobernar, sus diputados qué salieron traidores y se vendieron al Pan, su jefe de prensa; su casa qué, de ser una casita de una persona de clase media, ahora casi es una mansión y si le sigo no acabo.
Casualmente es compadre de Erasmo Gonzales Robledo; parece que Erasmo todo lo que toca lo convierte en podredumbre qué solo afecta a la ciudadanía y los beneficia a ellos.
Tan metidas tiene las manos Erasmo en Altamira qué, a pesar de que denunciaron a la jefa de prensa por agresiones en contra de una periodista, ahí sigue libre sin ninguna preocupación ejerciendo su cargo en burla a los compañeros periodistas. Recordemos qué Armando y Erasmo desde muy jóvenes fueron priistas y que, al ver que su partido se caia a pedazos, no dudaron en brincar a Morena para seguir chupando de la ubre política ahora vestidos de ovejas.
Recientemente el gobernador visitó la ciudad de Altamira, donde Armando Martínez le planteó a CDV una obra de 60 millones de pesos ¿Por qué plantearle al gobernador qué ya se va y no al qué viene? ¿Acaso quiere que se empiece la obra y al salir CDV se quede inconclusa como les gusta hacerle y quedarse el resto del dinero? ¿O será acaso qué ya está arreglado y va a apoyar al Truko?
No lo sabemos con certeza, lo que si sabemos es que el tiempo siempre se encarga de sacar las verdaderas intenciones de las personas, y viendo el historial de nuestro querido Armando, no sería sorpresa qué algo turbio estén cocinando con eso y que siempre ha sido priísta qué vende hasta a su abuelita con tal de enriquecerse.
Dicen las platicas de café que Armando no estaba destinado a ser el candidato, pero adivinen quien lo puso en la silla, así es, el cacique de Altamira, el muy conocido y en la misma medida odiado, Juvenal Hernández.
Obras de infraestructura, nóminas, medios de comunicación y hasta periodistas, todo lo que conlleve dinero de por medio, lo maneja ‘Don Cucho’. Claro que ya es noticia vieja los andares de ‘Don Cucho’, la corrupción, compra de conciencias, elecciones y voluntades, el enriquecimiento ilícito y hasta compra de votos.
Se busca dar a entender que, el hecho de que un político cambie de un partido ‘quemado’ por todo lo anteriormente mencionado, a uno como es Morena y que gracias a AMLO tiene la aprobación de muchos mexicanos, no convierte a nadie en honesto, en santo, ni mucho menos a llevar una vida austera como pregonan en muchos discursos ahora en campañas electorales, eso no tiene absolutamente nada que ver y que, al contrario, fue mucha la gente corrupta qué brincó a Morena qué sin duda pudiera decir que han llegado a niveles de corrupción similar a los partidos qué tanto le echaban.