Leocadio Mendoza se declara en huelga de hambre

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*Dice que los líderes sindicales ya no son los verdaderos representantes de los trabajadores y pide la intervención del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Jorge Caleb

    Llegó como a la 1 de la tarde, el martes 29,  sin más que una cobija que puso justo al píe de la astabandera de la Plaza Principal y se declaró en huelga de hambre, para solicitar la intervención del Gobierno federal en el conflicto obrero. 
    Era Leocadio Mendoza Reyes, el exdirigente y fundador del  Sindicato Industrial de Trabajadores de Plantas Maquiladoras y Ensambladoras                                                                          de  Matamoros (SITPMEM) Leocadio Mendoza Reyes.
      Ante la sorpresa de algunos obreros que empezaban a reunirse allí en la plaza, a grito abierto, Mendosa Reyes, solicitó a al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que acudiera a Matamoros, para ver el conflicto laboral.
   Ya con la voz entrecortada y a punto del llanto Leocadio Mendoza exclamó:
     “Don Agapito González Cavazos, le pedimos que nos ilumine para poder salir de esta crisis que tenemos en Matamoros, nos hace mucha falta y nos hace falta que nos ilumine.
    “Necesitamos un salario justo, digno, competitivo y no miserable, con prestaciones justas”.
      Con forme a la ley hay que cambiar a los líderes, que ya son obsoletos e ineptos para lograr acuerdos, propuso.
     “Les recuerdo compañeros que las empresas no tienen tierra, no tienen patria, las fabricas son de todo el mundo y se van a donde los traten bien”, arengó Mendoza Reyes.
      “Solo les recuerdo que yo soy el verdadero líder y fundador del SITPMEM, del que me despojó un rata, Jesús Mendoza Reyes y mis padres se han de estar avergonzando en el cielo porque ya murieron”.
   Y así, Mendoza Reyes siguió con su protesta, allí en el astabandera de la Plaza Principal de esta ciudad. 
    Pero dado su estado de salud, para el miércoles 30 también como al mediodía, elementos de Protección Civil acudieron hasta la plaza para asistir a Mendoza Reyes que
 resultó con la presión alta y el azúcar, por su diabetes, pero insistió en quedarse, bajo la ligera lluvia y el frío.