A solo 10 meses de gobierno, Beto Granados ya se posiciona como uno de los mejores alcaldes del país. De acuerdo con la encuesta nacional de Datometría, levantada en julio; ocupa el tercer lugar en aprobación ciudadana, con un 65.9%, superando a varios presidentes municipales que llevan años sin entregar resultados reales.
Y lo ha hecho enfrentando retos serios: recibió una administración con una deuda heredada de 180 millones de pesos, y aun así ya regresó (después de una década) la policía de proximidad, rehabilitó más de 123 tuberías de drenaje colapsadas, y ha entregado apoyos económicos a estudiantes, cumpliendo compromisos que otros solo prometieron.
Para sus adversarios políticos que le tienen fobia a los jóvenes que gobiernan bien y con resultados, el alcalde de Matamoros les responde con hechos, con el respaldo de la ciudadanía, con el apoyo del gobernador Américo Villarreal Anaya y en sintonía con la presidenta Claudia Sheinbaum; su gobierno avanza con hechos.
Hoy, Matamoros está en el mapa nacional por las razones correctas. La ciudadanía lo reconoce, y los números lo confirman: cuando hay voluntad política, los resultados llegan en tiempo récord.