Alejandro Mares Berrones
La partida del senador Faustino López Vargas, ha comenzado a convulsionar la vida electoral de Tamaulipas; pero también deja claro lo deshumanizado que se encuentra la clase política de morena en este estado.
Algunos políticos tamaulipecos morenistas, parafraseando a Ricardo Monreal, ya han empezado a “zopilotear”; no fueron buenos para externar sus condolencias ni por Facebook, ni asistir al funeral del legislador, pero ya cacarean que buscarán la senaduría vacante.
Se estima que para el mes de febrero se realice una nueva elección en este estado, para elegir al senador que ocupará la curul que dejó Faustino.
Pero como dijo Monreal, en los funerales del difunto senador: “dejen que pase el novenario cuando menos, pido respeto al luto de sus familiares, un buen ser, lo recordamos con cariño, me causa tristeza no ver dirigentes ni legisladores del partido”.
Faustino, fue del círculo más cercano de Américo Villarreal, pero con la llegada de este a la gubernatura, algunos políticos de la entidad quedaron fuera de su gabinete, por lo que las vestimentas se empezaron a rasgar, sobre todo con algunos alcaldes de la frontera que no fueron llamados al gabinetazo.
Muchos se apuntarán por morena para ocupar esa curul, pero sin duda, que el gobernador Américo Villarreal, tendrá mano para elegir a quien sea el candidato.
Américo no solo tomará la decisión de designar al candidato a la senaduría, sino que tiene la obligación en estos meses de gobernar bien, sin el más mínimo error.
Aunque ya empezó a quejarse de que recibió un estado saqueado y con un déficit de 2 mil millones de pesos.
Américo, en conferencia de prensa dijo que Cabeza de Vaca solo le dejó 7 millones de pesos para el último trimestre, “la situación que guardan las finanzas es peor de lo que se creía”.
Que creía Américo, que Cabeza de Vaca le iba a dejar las arcas llenas; al contrario, si encontró 7 millones, fue por que el ex gobernador panista no los vio, sino también se los “gasta”.
Algo queda claro, con la muerte del senador Faustino (QEPD), es que la política y el poder ha deshumanizado a la clase política de morena en Tamaulipas, muy pocos políticos con cargos públicos fueron a despedir Faustino, ni condolencias por redes sociales emitieron; Ricardo Monreal se dio cuenta de ello y lamentó tal actitud.
Faustino y su esposa Pilar Hernández Morales, murieron el pasado sábado 8 de octubre en un lamentable accidente, al volcar el vehículo en el que viajaban, en hechos ocurridos en el municipio de Troncoso, Zacatecas.
El domingo, fue despedido en Tampico, el gobernador Américo, estuvo en los funerales en representación del Presidente de la República.
La guardia de honor, ante el féretro del legislador la montaron los senadores Ricardo Monreal, Guadalupe Covarrubias y los alcaldes de la zona conurbana de Madero, Tampico y Altamira.
La partida de Faustino, también muestra, que hacia el interior de Morena, se han empezado a dar sentimientos encontrados, sobre todo con algunos alcaldes de la frontera, que no fueron tomados en cuenta por Américo Villarreal, pese a que el electorado de esta región le favoreció para su triunfo.
Si los alcaldes fronterizos inconformes con Américo, no son tomados en cuenta, el gobernador de Tamaulipas corre el riesgo de que estos ediles no apoyen a su futuro candidato a la senaduría.
Lo anterior le abriría la puerta al PAN, para arrebatarle a Morena la senaduría que estará en disputa para el mes de febrero de 2023.
Pero si en Morena existen sentimientos encontrados entre algunos alcaldes y su gobernador; en el PAN, además de huérfanos, hacia su interior mantienen una disputa entre cabecistas y anti-cabecistas.
A tal grado están las cosas en el PAN tamaulipeco, que hasta su dirigente estatal Luis René Cantú, está impugnado por el ex senador José Julián Sacramento, ya que a este no lo dejaron participar en la elección por la dirigencia del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional.
