¿Por qué el cubrebocas sí ayuda en la prevención de COVID-19? Esto explica el Nobel Mario Molina

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El premio Nobel de Química señaló cuáles son las vías en las que viaja el virus SARS-COVID-19 y los cuidados que debemos tener.

Agencias

Frente a la ‘nueva normalidad’ y a la transición ordenada rumbo al semáforo naranja en la Ciudad de México, el premio Nobel de Química, Mario Molina, recomendó utilizar en todo momento el cubrebocas, con el fin de prevenir los contagios de COVID-19.
«Se acostumbra uno fácilmente a usarlos, pero hay que tener los cubrebocas puestos todo el tiempo. Eso es lo que queremos explicarle a la sociedad, para que cuando salgan a la calle, o cuando los niños vayan a las escuelas como en China y Asia, estén usándolos, porque así se evita la transmisión de la enfermedad», precisó durante la conferencia del Gobierno capitalino.
Pero, ¿por qué el énfasis? Molina señaló que, en un estudio realizado por él y su equipo de trabajo (Renyi Zhang, Yixin Li, Annie L. Zhang y Yuan Wang), el cual fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), hallaron que las partículas llamadas aerosoles son importantes para la transmisión de la nueva cepa de coronavirus.
«Con el COVID sí se pudo comprobar que los aerosoles, las partículas pequeñitas que en calidad del aire llamamos PM 2.5, llevan al coronavirus y lo interesante es que no le habíamos hecho tanto caso (…). ¿Qué pasa? Fue un error de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que dijeran que la transmisión de esta enfermedad fuera por las gotas grandotas, que sí se ven, cuando uno tose y estornuda. Sí infectan, pero no reconocían y apenas lo están haciendo, que no solo son esas gotas gigantescas, sino los aerosoles (los que llevan el SARS-COV-2)», precisó.
En el estudio, también concluyeron que las medidas actuales de mitigación, tales como el distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento implementada especialmente en Estados Unidos no son suficientes para proteger a la población.
No obstante, el investigador comentó que, con el uso adecuado de las mascarillas, los contagios se pueden evitar.
«Hay una diferencia enorme al usarlas: antes pensaban que eran importantes solo si uno estaba enfermo para no contaminar a otros, pero es un grave error. Demostramos que son muy importantes también simplemente al hablar, para que yo no contamine. Ni siquiera tenemos que estar muy cerca. Si hay buena ventilación, no es tan problemático, pero si no, puede trasladarse a mayores instancias de lo que consideramos una ‘sana distancia’. Por fortuna, los cubrebocas lo pueden parar», afirmó.
En el análisis publicado en PNAS, Molina y los otros investigadores también aseguran que las pruebas extensivas de COVID-19, seguir la cadena de contactos y las cuarentenas ayudarán a controlar la pandemia, esto antes de que se desarrolle una vacuna funcional.
» También es importante enfatizar que la ciencia confiable debería de ser comunicada a los funcionarios del gobierno y que debería de ser la fundación primordial en la toma de decisiones para el control de la pandemia», aseveraron en el documento.
La Secretaría de Salud informó el domingo la cifra de personas fallecidas por COVID-19 en México ascendió a 17 mil 141, mientras que el número de casos confirmados llegó a 146 mil 837.
Los casos activos de coronavirus, es decir, que presentaron síntomas en los últimos 14 días, ascendieron a 22 mil 389.