*Mario Delgado, líder nacional de Morena anuncia que Carlos Peña, hijo de Maki, será candidato a Presidente Municipal en Reynosa.
*Militantes de Morena se preguntan: ¿De cuánto fue el cañonazo que recibió Mario Delgado
H. Matamoros, Tam. (22 de marzo del 2021) El pasado fin de semana la clase política del PAN y de Morena en Tamaulipas se cimbraron con la noticia. A través de un twitter, Mario Delgado, presidente nacional de Morena publicó una foto junto a Carlos Peña Ortiz, hijo de la actual alcaldesa del PAN en Reynosa, Maki Ortiz, dándole la bienvenida por sumarse a Morena para luchar por la Alcaldía de esa ciudad fronteriza.
El mensaje del dirigente nacional de Morena dice textualmente: “Estamos contentos que Carlos Peña Ortiz, haya decidido unirse a Morena para competir por la Alcaldía de Reynosa. Bienvenido Carlos vamos a impulsar el cambio verdadero en Tamaulipas. Descabezar la corrupción”.
El anuncio no debió haber caído bien en el PAN como tampoco en Morena.
En el PAN porque su Alcaldesa Maki Ortiz, mamá de Carlos, practicamente está abandonando las filas de su partido, en el que hizo toda su trayectoria política y cuya plataforma aprovechó para escalar importantes puestos, como Subsecretaria de Salud a nivel nacional, Senadora de la República y Alcaldesa por Reynosa, para que su consentido pueda ser su heredero del poder municipal.
Pero si en el PAN andan que trinan, en Morena hay muchos militantes que no les calienta ni el sol con ese anuncio, porque desplaza a distinguidos personajes de ese partido que desde hace tiempo se la jugaron con el y siguiendo las reglas de la convocatoria estaban inscritos para ser candidatos a la Alcaldía de Reynosa y ahora se quedaran como el chinito, “nomás milando”.
Por el comunicado que dio Mario Delgado, todos interpretan que Carlos Peña Ortiz, será el candidato a Presidente Municipal de Reynosa por Morena, porque el dirigente le da la bienvenida para contender por la Alcaldía. No le da la bienvenida como precandidato, lo que a todas luces es una violación a la convocatoria y lo más grave una burla para sus militantes ilusos que creyeron en las reglas.
También dentro de Morena sus militantes se pregunta: ¿De cuánto fue el cañonazo que Maki Ortiz le dio a Mario Delgado para que cediera a su hijo Carlos la candidatura a Presidente Municipal?, recordando la frase del general Álvaro Obregón, “quien aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”, aunque en este caso se especula que son millones de pesos, pero difícil de creer en un dirigente impoluto e incorruptible como Delgado, paladín en el combate de la corrupción, aunque su compañero Porfirio Muñoz Ledo diga lo contrario.
Ese movimiento de fichas dentro de Morena en Reynosa sin lugar a dudas le cambia el panorama al PAN, que tiene como su candidato a Presidente Municipal a Jesús María “Chuma” Moreno.
Dentro de las altas esferas del PAN en Tamaulipas los hechos deberían de provocar una reflexión y reconocer que fueron ellos los que lanzaron a Maki Ortiz a los brazos de Morena y el principal promotor de esa salida es el gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Hagamos un poco de historia para demostrarlo. Cuando Maki Ortiz comenzó su primera Administración Municipal de dos años, desde el Palacio de Gobierno se alentó una revuelta en el Cabildo en contra de la Alcaldesa, que la pusieron en grave predicamento y que provocó que la llamara a cuenta el Congreso del Estado, donde el mensaje fue claro: En Reynosa el que manda es el Gobernador.
Superado ese primer enfrentamiento hubo una especie de tregua política entre el Gobernador y Maki.
Al terminar sus dos años al frente de los destinos de Reynosa, Maki decidió buscar su reelección. El Gobernador Cabeza de Vaca se opuso tajantemente y decidió que el candidato fuera Jesús María “Chuma” Moreno. Sin embargo, cuando se pusieron sobre la mesa las encuestas el favorecido del Gobernador no contaba con suficiente apoyo para ganar y en cambio Maki ofrecía mejores resultados.
Ante el riesgo de perder la plaza, el Gobernador aceptó en contra de su voluntad que Maki fuera candidata y buscara su reelección, logrando una victoria aplastante a pesar del sunami que representó la elección presidencial con López Obrador, que arrastró a muchos candidatos de Morena a ganar a pesar de ser auténticos desconocidos.
Sin embargo, la relación entre el Gobernador y la Alcaldesa nunca mejoró, sino al contrario se complicó.
En ese juego de poder, la diputada federal del PAN por Reynosa, Nohemí Alemán, decidió pasarse a las filas de Morena, al denunciar presiones desde el Gobierno del Estado y del Senador panista, Ismael García Cabeza de Vaca, hermano del gobernador, para golpear políticamente a Maki, juego al que dijo no se prestó y por eso su dimisión.
El Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, envalentonado y soberbió manifestó públicamente un desprecio hacia la Alcaldesa Maki. Hacia giras en esa ciudad sin tener la cortesía de invitarla, la ignoraba totalmente.
En la selección de candidatos a diputados locales y federales y para Alcalde en Reynosa, el Gobernador ignoró totalmente a la Alcaldesa, que obsesionada buscaba alguna candidatura para su junior, y para que no fuera a cometer la osadía de oponerse, Cabeza de Vaca filtró a sus adversarios de Morena en el Congreso del Estado, información de un supuesto desvió de las arcas municipales en Reynosa para exhibirla.
Arrinconada y apaleada a Maki no le quedó otra que buscar refugio dentro de las huestes del Morena.
Si el Gobernador García Cabeza de Vaca no hubiera actuado con tanta soberbia y reconocido el liderazgo de la Alcaldesa Maki, buscando el diálogo y la negociación para juntos servir a Reynosa, con pleno respeto de ambas partes, el escenario sería diferente.
Dicen que en política la soberbia es un pecado capital y eso ha cambiado el panorama político de Reynosa, con una aclaración, que Carlos Peña Ortiz, vaya a ser candidato a Alcalde por Morena, no significa una garantía de que ganará las elecciones, porque tampoco tiene una trayectoria política reconocida en esa ciudad fronteriza.
El PAN no está condenado a la derrota en Reynosa con el cambio en el tablero político, pero tampoco la tiene fácil para triunfar, por eso, reiteró, si se le complica, porque desde las altas esferas del poder del PAN, empujaron a Maki a los brazos de Morena.